Pobreza, oportunidades económicas desiguales y género. Hipótesis para la discusión

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(de izq. a derecha) Verónica Serafini, Consultor de ONU Mujeres, Carolina Taborga, Representante de ONU Mujeres; Roberto Galvéz, Representante Residente Adjunto del PNUD.


En Paraguay el 31 % de los hogares está encabezado por mujeres y en áreas rurales éstos registran una mayor incidencia de la pobreza de ingresos. Este es uno de los hallazgos del Documento de Trabajo N° 02 titulado: “Pobreza, oportunidades económicas desiguales y género. Hipótesis para la discusión” elaborado conjuntamente por ONU Mujeres y el PNUD, y presentado el pasado 1º de julio de 2015, en el auditorio de las Naciones Unidas. El documento puso en el debate la necesidad profundizar en políticas económicas que incluyan y/o hagan más efectiva a la perspectiva de género. La presentación fue realizada en el marco de la conmemoración de los 20 años de la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing.

En las palabras de apertura, Carolina Taborga, Representante de ONU Mujeres señaló el carácter multidimensional de la pobreza, ya que ésta no se reduce a la falta de ingresos, sino involucra a un conjunto de aspectos no materiales, sociales, culturales y simbólicos que hacen al bienestar de las personas. “Cuando se abordan aspectos de la pobreza, es fundamental mirar a las familias, pues en éstas convergen una serie de decisiones económicas, donde hay negociaciones y distribución de recursos, y en la cual se generan desigualdades que afectan principalmente a las mujeres. Por ende, es necesario profundizar en políticas económicas con perspectiva de género, a fin de lograr la reducción de las desigualdades y el empoderamiento y autonomía de las mujeres." Concluyó la Representante.

Roberto Galvéz, Representante Adjunto del PNUD, manifestó que con el documento de trabajo se busca realizar un aporte al país en términos de reconocer a las mujeres, en particular a las mujeres en situación de pobreza y a las jefas de hogar, como agentes fundamentales de las políticas de erradicación de la pobreza y de generación de empleo. En las palabras de Galvéz“La equidad de género y el empoderamiento de las mujeres son componentes cruciales del enfoque de Desarrollo Humano. Es importante recalcar que la desigualdad económica está enraizada en la desigualdad de género. Sin embargo, la mayoría de las políticas públicas no son exitosas en la orientación explícita, pues determinadas acciones continúan afectando negativamente a mujeres y niñas, reproduciendo pobreza y explotación”.

El documento presentado por Verónica Serafini, investigadora y consultora de ONU Mujeres, analiza la pobreza de ingreso en la Encuesta de Hogares 2013 desde un enfoque de género, con particular énfasis en la situación del trabajo. Los datos muestran que la reducción de la pobreza registrada recientemente tiene variaciones con respecto a hombres y mujeres. Entre las diferencias y disparidades clave registradas en el proceso de reducción de la pobreza se puede destacar cuanto sigue:

  • La reducción de la pobreza en el periodo 2011-2013 fue mayor en hogares con jefatura masculina. Esto plantea un eventual proceso de feminización de la pobreza de ingreso, principalmente en áreas rurales, donde el 32,3% de los hogares con jefatura masculina autodeclarada se encuentran en situación de pobreza, frente al 38,5% de los hogares con jefatura femenina autodeclarada, y al 37,3% de los hogares con jefatura femenina económica.
  • La mayor pobreza de ingreso de las mujeres está asociada con menores niveles de ingreso, precariedad en la inserción laboral y, en consecuencia, con mayor vulnerabilidad de las mujeres y de sus hogares. Las mujeres perciben, en promedio, aproximadamente el 71,0 % del ingreso masculino. Las mismas trabajan menos horas por semana que los hombres y parte importante de su tiempo es invertido en ocupaciones de baja remuneración, a lo que se agrega el trabajo doméstico no remunerado (quehaceres domésticos) en los hogares.
  • Se registra una mayor proporción de mujeres trabajando por cuenta propia, 42,9% frente a 38,2% de hombres. Este hecho vinculado con el menor número de proveedores en el hogar puede afectar negativamente en mayor medida a los hogares con jefatura femenina, aumentando los riesgos que conlleva la pobreza, especialmente en el sector rural.
  • Los menores ingresos laborales de las mujeres, especialmente de las jefas de hogar, no se traducen necesariamente en peores condiciones de vida en sus hogares ni en una mayor pobreza relativa, salvo en este último periodo (2011-2013) en que se observa una tendencia al empobrecimiento de las mujeres campesinas. Este hecho exige estudios de tipo cualitativo para entender mejor las dinámicas económicas, sociales y de cuidado implementadas en los hogares para mitigar los menores ingresos.

Tras la presentación de los resultados del estudio, las personas invitadas debatieron y coincidieron en la necesidad de profundizar el debate sobre las causas estructurales de la pobreza, así como en la necesidad de abrir espacios de discusión relacionados con la problemática de la pobreza y políticas públicas específicas o sectoriales, con base en los datos que ofrecen el documento de trabajo.

"Pobreza, oportunidades económicas desiguales y género" forma parte de una serie de publicaciones realizadas en forma conjunta entre ONU Mujeres y el PNUD sobre la problemática de género y sus vínculos con el desarrollo humano y el empoderamiento de las mujeres.

El documento brinda información estadística y análisis de género sobre la situación de la pobreza de las mujeres como aporte a la elaboración de políticas públicas, así como para la revisión y focalización de los programas de lucha contra la pobreza. Asimismo, expone los principales desafíos para futuras investigaciones de manera a profundizar el conocimiento en este ámbito.