Edades de jubilación e inequidades de género en los sistemas de pensiones iberoamericanos.

La jubilación forma parte del derecho humano a la seguridad social. Las pensiones por jubilación están diseñadas para proteger a las personas frente a la pérdida de ingresos durante distintos acontecimientos de la vida como la edad avanzada, la enfermedad o la discapacidad.

Sin embargo, las mujeres enfrentan desventajas estructurales en el acceso a este derecho. Viven más tiempo que los hombres y, a lo largo de su vida, asumen una carga significativa de trabajo de cuidados no remunerado que limitan sus posibilidades de obtener empleos formales y, por consiguiente, de acceder a las prestaciones de la seguridad social contributiva.

Históricamente, la edad de retiro ha estado influida por visiones androcéntricas y patriarcales que presumen una pérdida de capacidad laboral con la edad. No obstante, el acceso a la pensión no depende solo de la edad, sino también de una trayectoria contributiva suficiente, lo que representa un obstáculo adicional para muchas mujeres.

Este estudio examina las consecuencias de establecer edades diferenciadas de jubilación según el sexo, cuestionando si estas diferencias afectan el acceso y la calidad de la protección social. También se plantea si estas edades diferenciadas deben mantenerse y, de ser así, bajo qué condiciones. Este análisis invita a repensar estos criterios desde una perspectiva de equidad de género y justicia social.