Tras la reciente reforma electoral, Chile avanza hacia la igualdad de género en el parlamento

La reciente promulgación de la ley que sustituye el sistema electoral binominal y fortalece la representatividad del Congreso Nacional de Chile permitirá mejorar las condiciones para una mayor igualdad entre hombres y mujeres a través de un mecanismo de cuotas a nivel de la proporción de candidatas que presenten los partidos políticos.

Junto con un nuevo método para elegir parlamentarios, más cupos en el parlamento y redistribución del mapa electoral, la reforma incorpora una ley de cuotas, que implica que del total de postulantes de un partido en una zona electoral determinada, debe haber una relación 60/40. Es decir que el número de postulantes mujeres no puede ser inferior al 40% del total de candidatos, ni viceversa.

Este mecanismo se extenderá hasta la elección de 2029, y más adelante se evaluará si se hace necesario extender a futuras elecciones. Sin duda este es un punto de partida que permitirá avanzar en las condiciones de partida para las mujeres candidatas.  En Chile existe una sub representación de las mujeres en el espacio de toma de decisiones políticas, como es en este caso la Cámara de diputados y el Senado. De 120 diputados y diputadas sólo 19 son mujeres, y de 38 senadores y senadoras sólo 6 son mujeres.

Asimismo, las mujeres candidatas tienen menos recursos, menos redes políticas, sociales y económicas para poder solventar y obtener mayor financiamiento para sus candidaturas. Es por ello que la reforma ha incorporado incentivos económicos para los partidos políticos, que implica que para todas las candidatas, sean electas o no sean electas, estas reciban un reembolso mayor por voto obtenido.

ONU Mujeres aprecia el trabajo realizado por todos los actores, el ejecutivo, los partidos políticos, legisladores y organizaciones de la sociedad civil, quienes han discutido esta reforma en los últimos diez meses. Este avance también implica un progreso sustantivo para el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.

ONU Mujeres reconoce este avance como un gran paso para la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y democrática y renueva su compromiso para trabajar con los gobiernos, partidos políticos, servicios electorales, mecanismos de justicia, la comunidad política y la sociedad civil organizada y asociarse a su esfuerzo y voluntad para lograr alcanzar la plena participación política de las mujeres, como así como la plena realización de sus derechos humanos.