ONU Mujeres apoya al mecanismo ISOQuito en la producción de diversos productos de conocimiento

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En el marco del compromiso de larga data que la Oficina Regional mantiene con la Articulación Feminista Marcosur para el fortalecimiento del mecanismo ISOQuito, se han desarrollado diferentes documentos que analizan indicadores específicos para medir avances y retos en el logro de la igualdad de género y el ejercicio de los derechos de las mujeres. En concreto, durante 2022 se han publicado los siguientes documentos:

  • ISOQuito: La emergencia de la agenda de la economía del cuidado y las políticas públicas de cuidado. Reflexiones desde América Latina en tiempos de pandemia: En los últimos tiempos, desde la llamada economía feminista, se viene trabajando en lo que se ha denominado economía de los cuidados. Este concepto agrega a la preocupación por visibilizar el aporte no remunerado que las mujeres vuelcan a la reproducción del sistema económico una forma de conceptualizar los vínculos existentes entre la esfera de la producción mercantil y la de la reproducción social no mercantil. La producción directa y el mantenimiento de la vida de los seres humanos depende de ineludibles necesidades de cuidado. En determinados períodos del ciclo vital, las personas son (predominante o absolutamente) dependientes y, en otros, más bien autosuficientes, pero lo cierto es que todos los seres humanos requieren de las familias, la sociedad, la comunidad, el Estado, para satisfacer sus necesidades de subsistencia. La economía del cuidado plantea que, en contextos de crisis económica y ajuste estructural, la reducción de los beneficios y el recorte o privatización de la provisión de cuidados, anteriormente canalizados (en mayor o menor medida) por el sector público, pasan a engrosar el trabajo «privado» y no remunerado realizado, mayoritariamente, por las mujeres. Allí donde el Estado no llega (o se retira a partir de una reducción de su accionar), o donde el mercado no ofrece servicios (cuya calidad puede ser extremadamente variable), será la «mano invisible de la vida cotidiana» la que termine por hacerse cargo del mantenimiento de la vida humana, y de la provisión del bienestar.
  • Democracia y desigualdad de género en América Latina y el Caribe: evaluación de una década y media (2007-2022): La idea de la democracia, así como las mediciones más extendidas que se han instrumentado para evaluar, monitorear o auditar la presencia/ausencia de dicho régimen político incluyen, al menos, dos aspectos centrales: la celebración de elecciones periódicas como procedimiento para la conformación de gobiernos y la plena vigencia del Estado de Derecho. En el conjunto de criterios analíticos adoptados, se suele usar una definición procedimental de democracia que se vincula con la dimensión electoral, y que incluye la ciudadanía política universal, el principio de decisión por mayoría y la garantía de los derechos individuales. Sin embargo, una idea más amplia de la democracia contempla aspectos que van más allá del punto de partida de los procedimientos y la garantía a los derechos individuales. Así, los derechos sociales referidos a determinados colectivos (trabajadores, mujeres, población afrodescendiente, pueblos originarios, entre otros) también aparecen asociados a la noción de democracia. Es en este sentido, entonces, que la participación equitativa de hombres y mujeres en política, su igual acceso al trabajo remunerado, al goce de sus derechos sexuales y reproductivos, o la existencia de políticas que aseguren una vida libre de coerción para las mujeres se asocian a la vigencia plena de la democracia. Con el foco colocado en América Latina, el índice ISOQuito, a través de la medición de la autonomía económica y física de las mujeres, así como a través de la medición de la paridad entre hombres y mujeres en la toma de decisiones políticas, colabora con esta visión de una democracia plena, orientada a asegurar, no solo los derechos individuales, sino los derechos de colectivos que han sido enormemente postergados. 
  • Desafíos y perspectivas para una “sociedad del cuidado” en América Latina y el Caribe Aportes para la reflexión: Este documento se centra en analizar las relaciones entre la economía feminista, la política pública y el trabajo de cuidados, con miras a aportar a la discusión sobre la agenda hacia un pacto de cuidados para América Latina y el Caribe. Específicamente, se analizan las relaciones entre el trabajo remunerado y no remunerado, a los efectos de capturar las brechas al interior del colectivo de mujeres respecto al acceso al mercado laboral. Para ello, se documenta la evolución de los indicadores que miden el acceso y los obstáculos de las mujeres a dicho mercado, las políticas de cuidado implementadas por los países de la región y, asimismo, la situación del trabajo doméstico remunerado en el subcontinente entre 2006 y 2020
  • La desigualdad de género en América Latina y el Caribe 2020-2022: Infografía que recupera los principales gráficos en cuanto a las principales brechas de género en la región. Este documento fue presentado durante un evento paralelo organizado en el marco de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer, realizada en Buenos Aires entre el 8 y el 11 de noviembre.

ISOQuito es un ranking realizado con distintos indicadores para medir la desigualdad de género en la región de acuerdo a los consensos de la CEPAL. Se construyó para el seguimiento de la situación de las mujeres y buscó definir dimensiones que sustentaran la comparabilidad entre los países apoyándose en tres pilares, la autonomía económica, la autonomía física y la autonomía en la toma de decisiones. Demostró que, para algunos indicadores, vinculados a la autonomía física de las mujeres, no existe información oficial sistemática desagregada por etnia y raza, aspectos clave para analizar y cambiar las desigualdades en nuestra región. Toma como base un conjunto de indicadores clave para el seguimiento del Consenso de Quito y reflexiona sobre las distintas configuraciones nacionales de la desigualdad de género. El trabajo se basa en un sistema de indicadores agrupados en índices fuertemente asociados con el concepto de autonomía y paridad: bienestar social de las mujeres, paridad económica y laboral, paridad en la toma de decisiones y en un índice de voluntad política de los gobiernos. Los datos cuantitativos usados provienen en del Observatorio de Género de la División de Asuntos de Género de CEPAL.