La igualdad salarial: un derecho fundamental y una piedra angular del desarrollo sostenible y la igualdad de género

Hace tres décadas, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing comprometió a los gobiernos a legislar y hacer cumplir la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, un compromiso reafirmado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Sin embargo, persisten las desigualdades sistémicas y profundamente arraigadas. Las mujeres siguen ganando, en promedio, un 20 % menos que los hombres en todo el mundo, con diferencias aún mayores para las mujeres pertenecientes a minorías raciales y étnicas, las mujeres con discapacidad y las mujeres migrantes. Esta brecha discriminatoria erosiona los derechos de las mujeres, socava la seguridad de los ingresos y frena el crecimiento económico inclusivo y sostenible.

A menos de cinco años de la meta planteada para los objetivos de la Agenda 2030, ONU Mujeres subraya la urgencia de adoptar medidas coordinadas para cerrar la brecha salarial de género. Como colíder de la Coalición Internacional para la Igualdad Salarial (EPIC), junto con la OIT y la OCDE, seguimos impulsando esta agenda en colaboración con gobiernos, empleadores, organizaciones de trabajadores, instituciones internacionales y organismos de investigación. Los gobiernos deben establecer los marcos jurídicos y normativos para la equidad salarial y el trabajo decente; los empleadores deben incorporarlos mediante prácticas salariales transparentes, auditorías de equidad y lugares de trabajo que tengan en cuenta las cuestiones de género; y las organizaciones de trabajadores deben impulsar el diálogo social y la negociación colectiva. Con el apoyo técnico y las pruebas aportadas por las instituciones internacionales y los organismos de investigación, y la participación del sector privado, la sociedad civil y el mundo académico, podemos eliminar la brecha salarial y lograr el pleno empoderamiento económico de las mujeres.

Con motivo de la apertura de la 80.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, reafirmamos el llamado de la Carta de las Naciones Unidas a la cooperación internacional y al respeto de los derechos humanos. La igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, consagrada en el Convenio 100 de la OIT, es tanto un derecho fundamental como una piedra angular del desarrollo sostenible y la igualdad de género. Hacemos un llamado a todas las contrapartes para que renueven su compromiso, se unan a EPIC e intensifiquen la acción colectiva para cerrar de una vez por todas la brecha salarial de género.