Paz y seguridad

LAC

Los conflictos tienen consecuencias devastadoras, como la ampliación de las diferencias entre mujeres y hombres. A menudo las mujeres tienen a su disposición menos recursos para protegerse, y con frecuencia representan, junto con sus hijas e hijos, la mayor parte de las poblaciones desplazadas y de refugiados. En las guerras se utilizan tácticas específicamente dirigidas contra ellas, como la violencia sexual. Pese a que han existido mujeres capaces de liderar movimientos de paz e impulsar la recuperación de las comunidades después de un conflicto, casi nunca están presentes en las negociaciones de paz. Su exclusión de las labores de reconstrucción limita su acceso a las oportunidades de recuperación, de obtener justicia por las violaciones de sus derechos y de participar en las reformas de las leyes y de las instituciones públicas.

La comunidad internacional ha reconocido que la participación de las mujeres es esencial para lograr una paz duradera. Las mujeres han demostrado ser agentes de cambio, y deberían tener la oportunidad de poder trabajar aún más en pos de este objetivo. En el año 2000, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la resolución 1325 sobre las mujeres, la paz y la seguridad, que supuso un hito histórico. Esta resolución insta a que las mujeres participen en la consolidación de la paz, estén mejor protegidas ante violaciones de los derechos humanos y tengan acceso a la justicia y a los servicios de lucha contra la discriminación.

Nuestras soluciones

Los programas que ejecuta ONU Mujeres en materia de mujeres, paz y seguridad se rigen por una serie de compromisos relativos a los derechos de la mujer. Entre ellos se encuentra la resolución 1325 y otras seis resoluciones del Consejo de Seguridad que la respaldan (en concreto, las resoluciones 1820, 1888, 1889, 1960, 2106 y 2122. Otros puntos de referencia fundamentales son la Plataforma de Acción de Beijing y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

ONU Mujeres desarrolla su actividad en todo el mundo con el fin de estimular la participación de las mujeres e influir en los procesos de adopción de decisiones para prevenir y resolver los conflictos. Apoyamos el compromiso de las mujeres en todos los aspectos de la consolidación de la paz de cara a la construcción de sociedades más inclusivas e igualitarias, capaces de terminar con la discriminación de género y resolver los conflictos sin recurrir a la violencia.

Nuestros programas impulsan la creación de coaliciones de paz entre mujeres y las preparan para involucrarse en los procesos de paz. Nos ponemos en contacto con las/os responsables del mantenimiento de la paz para detectar y poner fin a la violencia sexual asociada a las situaciones de conflicto. Además, adoptamos iniciativas dirigidas a apoyar a las instituciones judiciales y de seguridad que protegen a las mujeres y las niñas de la violencia y la discriminación, y a los servicios públicos que ofrecen una respuesta integral a las necesidades de las mujeres; también promovemos un mayor acceso de la mujer a las oportunidades económicas y su participación en todo tipo de procesos de toma de decisiones a escala nacional y local.

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