Mujeres amazónicas, liderazgo y autonomía ante la crisis climática en Ecuador

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En Ecuador, las mujeres rurales, en especial las amazónicas, mantienen una estrecha relación con su territorio y lideran la conservación del medio ambiente. La desigualdad de género es uno de sus mayores desafíos, reflejado en el limitado acceso a recursos naturales y económicos. Con el objetivo de reducir las desigualdades, en Ecuador, ONU Mujeres desarrolló un proyecto enfocado en mejorar la situación y posición de las mujeres amazónicas en los procesos socioambientales, de promoción de la conservación de la biodiversidad, de los bosques y de los servicios ecosistémicos, así como en los procesos productivos para enfrentar el cambio climático. 

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Foto: Johis Alarcon

Acciones coordinadas para proteger el medio ambiente 

En la Amazonía, las principales actividades económicas de las mujeres rurales son la agricultura y la ganadería. Labran la tierra y garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y, pese a ser tan productivas, en la ruralidad, estas mujeres sufren de manera desproporcionada los múltiples aspectos de la pobreza y están más expuestas a los efectos del cambio climático. En Ecuador, el 35,5 % de las mujeres en la ruralidad viven en condiciones de pobreza, frente al 15,5 % del promedio nacional (ONU Mujeres-PROAmazonía, 2019). 

Con el fin de disminuir las brechas de género y lograr la participación plena de las mujeres rurales, especialmente las amazónicas, el programa PROAmazonía considera importante y necesaria la incorporación del enfoque de género en la gobernanza, los incentivos ambientales y las prácticas sostenibles para reducir la deforestación y degradación de los bosques en las áreas de intervención del programa. 

ONU Mujeres, a través del proyecto "Incorporación del enfoque de género en el programa PROAmazonía" trabaja en alianza con otras agencias del Sistema de Naciones Unidas, con entidades gubernamentales y con la sociedad civil para mejorar la situación y posición de las mujeres amazónicas, en los procesos socio ambientales, de promoción de la conservación de la biodiversidad, de los bosques y de los servicios ecosistémicos, así como en los procesos productivos para enfrentar el cambio climático. El proyecto actúa territorialmente en los cantones y parroquias que cuentan con procesos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) de las provincias: Sucumbíos, Orellana, Morona Santiago y Zamora Chinchipe.  

Acciones de ONU Mujeres para la incorporación del enfoque de género 

La integración de enfoque de género en el diseño, formulación e implementación de programas y políticas enfocadas al cambio climático permite generar acciones efectivas que colocan a las mujeres y niñas en el centro de la toma de decisiones, tanto en la política como en los mecanismos de respuesta y recuperación, para que sean efectivas e impidan un aumento de la degradación del medio ambiente y un incremento de las brechas ya existentes. 

El programa PROAmazonía cuenta con cuatro componentes: Políticas e institucionalidad; Transición a sistemas de producción sostenible; Manejo forestal sostenible, conservación y restauración, y Operatividad de REDD+ y financiamiento. 

ONU Mujeres ha apoyado cada uno de estos componentes con el fin de que el proyecto cuente con una metodología validada para la intervención, desde una perspectiva de género con pertinencia intercultural, para promover la conservación de la biodiversidad, de los bosques y de los servicios ecosistémicos y también mejorar las prácticas en los procesos de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático. 

Enfoque de género desde la política 

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Foto: Johis Alarcon 

Para poder abordar los efectos del cambio climático en mujeres y niñas se deben desarrollar políticas que aseguren que las mujeres desempeñen un papel clave en el desarrollo de las políticas públicas que tomen en cuenta sus necesidades.

ONU Mujeres ha trabajado directamente en los territorios en los que se ejecuta el proyecto y, junto a los equipos técnicos de los gobiernos locales, ha apoyado la construcción de los Planes de Desarrollo Territorial (PDOTs), para que incorporen el enfoque de género, incidiendo así en la política pública local. 

Uno de los ejemplos de estas acciones es el aumento de la participación de las mujeres en el cantón Nangaritza, que ahora cuenta con una propuesta del reglamento a la Ordenanza del sistema de Participación Ciudadana con aportes de la sociedad civil, desde una perspectiva de género. 

“Se han impulsado actividades para fortalecer la participación. Los cambios se han dado de a poco. Ha sido complicado ir ganando los espacios políticos y organizativos, por eso, lo que promueve ONU Mujeres es de gran apoyo para nosotras en el concejo. Al tener herramientas como el PDOT, contamos con un marco legal para la política pública, lo que nos permite avanzar más rápido”, señala Maritza Rodríguez, presidenta de la Comisión de Género y concejala de Nangaritza. 

Finalmente, para aterrizar la política pública en cantones y parroquias, ONU Mujeres fue parte de la construcción de 25 propuestas de Ordenanzas y 25 propuestas de Resoluciones con transversalización del enfoque de género -todos estos instrumentos dentro del marco de la producción sostenible y la protección del medio ambiente. 

Al momento se ha logrado aprobar diez PDOTs y cinco PUGs (instrumentos de planeamiento y planificación del uso del suelo, con enfoque de género) en diez poblaciones amazónicas: Orellana, Shushufindi, Dayuma, Limoncocha, Morona, Sevilla Don Bosco, Macuma, Taisha, Nangaritza y Zurmi.

Empoderamiento económico e inclusión financiera para un desarrollo sostenible

La participación de las mujeres es fundamental en la adaptación y mitigación al cambio climático. Por esta razón, ONU Mujeres, como parte del programa PROAmazonía, apoya en la incorporación de la perspectiva de género con pertinencia cultural en procesos socioambientales que implican el manejo de recursos naturales a través de bioemprendimientos y cadenas de valor.

Las mujeres están presentes en los procesos productivos asociativos, pero no participan de forma igualitaria en la toma de decisiones, lo que les ha impedido conseguir autonomía económica plena. A través de talleres, ONU Mujeres ha fortalecido la incorporación del enfoque de género en los procesos asociativos de las organizaciones de productores para que las mujeres estén presentes en los procesos de producción y comercialización.  

“El involucramiento de las mujeres en nuestra asociación era casi nula. Mediante los talleres identificamos esta problemática y entendimos que nuestra participación es muy importante, así que modificamos uno de los requisitos para ingresar a la asociación. Antes solo podían participar titulares de hectáreas con palmito y todas las escrituras estaban a nombre de los hombres, ahora ese ya no es un requisito, ya somos más mujeres y estamos en la directiva, tomando decisiones”, señala Giomara Pineda, secretaria de la Asociación de Palmicultores de la Amazonía Ecuatoriana (APAE), que forma parte del programa.  

De igual forma, ONU Mujeres ha desarrollado una metodología y herramientas para la transversalización del enfoque de género en los procesos de conservación.  

Participación para el futuro: Escuela Antisuyu Warmikuna 

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Foto: Johis Alarcon

El fortalecimiento de las capacidades de las mujeres amazónicas es una medida fundamental para reducir las brechas de género existente en esta región del país. Es por ello que con el fin de fortalecer la capacidad de gestión y liderazgo de mujeres de las nacionalidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana surge la Escuela Antisuyu Warmikuna.  

Desde 2019, la escuela ha recibido a varias lideresas indígenas de la Amazonía que buscan fortalecer sus capacidades y conocimientos en temas como la igualdad de género, derechos de las mujeres, liderazgo y organización, cambio climático, inclusión financiera, entre otros temas importantes para su empoderamiento personal y económico, así como su aporte fundamental al desarrollo de la población de sus comunidades en armonía con su entorno. 

Desde que la escuela inició sus actividades, por sus aulas han pasado mujeres de más de 56 comunidades amazónicas, pertenecientes a 11 nacionalidades. Si bien la pandemia obligó a repensar una nueva forma de enseñanza a distancia y en grupos pequeños, esto no impidió continuar con la formación sino más bien fortaleció el sentido de pertenencia por parte de las alumnas, quienes ven en esta escuela un espacio para compartir entre mujeres y compañeras. 

Uno de los pilares fundamentales de la escuela es el poder de réplica; es decir, que las mujeres que asisten puedan socializar con otras mujeres de sus comunidades los conocimientos adquiridos durante la capacitación.  

“Tengo muchas ganas de seguir aprendiendo, la escuela nos brinda la oportunidad de abrir el camino a que más mujeres indígenas exijan sus derechos para que fortalezcan sus capacidades y puedan participar en la toma de decisiones de su comunidad”, señala Jiyunt Uyunkar, lideresa indígena de la nacionalidad Achuar de la provincia de Morona Santiago. 

Voces de la Amazonía: Agenda de Mujeres Amazónicas   

Es crucial asegurar la participación y el liderazgo de las mujeres para mejorar las políticas y programas dirigidos a reducir las desigualdades, el cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres. 

En el marco del proyecto, ONU Mujeres promueve la construcción de la Agenda de Mujeres Amazónicas, un instrumento organizativo creado de manera colectiva para recoger las demandas y situaciones de las mujeres indígenas de la Amazonía y establecer un plan para superarlas. La agenda se ha construido con las voces de lideresas de las 11 nacionalidades indígenas, quienes participaron activamente en la elaboración de la metodología para el desarrollo de la agenda con la finalidad de garantizar alta participación de mujeres indígenas en su construcción. 

Trascendencia para un futuro sostenible  

Para garantizar la incidencia del proyecto a largo plazo, ONU Mujeres ha capacitado en materia de género al personal técnico de las instituciones que conforman el programa PROAmazonía. En este proceso se realizó la “Metodología y Caja de Herramientas para fortalecer la transversalización del enfoque de género en la implementación de los proyectos de bioemprendimientos del Fondo Concursable”, un instrumento dirigido a apoyar a las organizaciones ejecutoras de bioemprendimientos y que puede ser aplicado también por otras organizaciones interesadas en contribuir a la igualdad de género en acciones de mitigación del cambio climático. La Caja de Herramientas está constituida por cuatro módulos y está diseñada de tal forma que puede ser aplicada en cualquier proyecto que se realice a futuro. 

A través del proyecto "Incorporación del enfoque de género en el programa PROAmazonía" se resalta el rol fundamental de las mujeres rurales e indígenas en la construcción de un futuro sostenible para a  través de la conservación del medio ambiente, la adaptación y mitigación del cambio climático y la reducción del riesgo de desastres en Ecuador.  

 

Acerca de ProAmazonía 

Ecuador es uno de los países más megadiversos del mundo. Su riqueza natural y cultural ha permitido que el estado se comprometa en la conservación de la biodiversidad y de los recursos naturales. Como una medida para frenar y mitigar los impactos del cambio climático en el país, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desarrollaron el Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible, PROAmazonía. El programa está financiado con fondos no reembolsables del Fondo Verde para el Clima (GCF, siglas en inglés) y del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, siglas en inglés) y busca reducir la deforestación y la degradación de los bosques a través de la conservación y la gestión sostenible de este recurso.