Declaración: Dar prioridad a las víctimas de una investigación redunda en más justicia para las sobrevivientes de la violencia sexual en los conflictos

Mensaje conjunto de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, y Nina Suomalainen, Directora Ejecutiva de Justice Rapid Response, con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos (19 de junio)

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Hoy, en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, queremos rendir homenaje a las víctimas y sobrevivientes de la violencia sexual en todo el mundo y destacar la importancia de prevenir la violencia sexual combatiendo sus causas primeras, entre las que figura la desigualdad de género. A punto de cumplirse el 20º aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad relativa a las mujeres, la paz y la seguridad, que se conmemorará en 2020, nos unimos a las víctimas y sobrevivientes que exigen que se ponga fin a la violencia sexual en los conflictos, para reclamar justicia por las violaciones, una paz inclusiva y sostenida, así como acceso a derechos y servicios básicos e integrales, incluidos los relacionados con la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

En el último año, las investigaciones de las Naciones Unidas y el Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia Sexual en los Conflictos han seguido revelando un gran número de casos de violencia sexual en los conflictos y su gravedad. La violencia sexual ha sido utilizada como instrumento para desplazar a poblaciones y como medio para ejercer represión, terror y control. Aunque los hombres y los niños son también objeto de violaciones, las mujeres y las niñas resultaron afectadas de manera significativa. Documentar dichos delitos es de suma importancia para lograr la rendición de cuentas por los actos de violencia sexual, algo indispensable para poner fin a los ciclos de conflicto y garantizar que no vuelvan a repetirse estos delitos.

Pese a las violaciones que continúan vigentes, queremos aplaudir las medidas emprendidas a nivel local en favor de la rendición de cuentas que integran estrategias enfocadas en las víctimas e inclusivas desde el punto de vista del género. Asimismo, contribuyen a brindar acceso a la justicia para las víctimas y sobrevivientes.

El año pasado, la Comisión para el Reconocimiento y la Verificación de la Condición de Víctima de la Violencia Sexual en Kosovo[1] inició el proceso de reparación a las y los sobrevivientes de la violencia sexual. En febrero de 2018, se otorgó por primera vez una pensión mensual vitalicia a más de 300 sobrevivientes en reconocimiento del daño sufrido durante el conflicto que tuvo lugar a finales de los 90.

En Guatemala, un tribunal nacional condenó a cuatro ex altos mandos del ejército por su participación en crímenes de lesa humanidad, incluidos de violencia sexual, durante el conflicto armado que asoló al país durante la década de los 80. Las condenas pronunciadas en el caso Molina Theissen en mayo de 2018 se apoyaron en la sentencia pionera del caso Sepur Zarco dictada en Guatemala en 2016, un caso impulsado por un grupo de mujeres indígenas que fueron sistemáticamente violadas y obligadas a vivir en condiciones de esclavitud sexual y doméstica durante el conflicto armado.

En enero de 2019, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Gambia celebró audiencias para investigar presuntas violaciones de los derechos humanos perpetradas durante los 22 años de mandato del expresidente de Gambia, Yahya Jammeh. La Comisión dispuso grupos de escucha formados por mujeres a fin de garantizar a las mujeres víctimas un entorno seguro donde relatar sus experiencias, incluidas las relacionadas con la violencia sexual y de género.

En abril de 2019, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 2467 (S/RES/2467 (2019), que reconoce la necesidad de adoptar un enfoque centrado en las y los sobrevivientes para prevenir y atajar la violencia sexual en situaciones de conflicto. La resolución también alienta a que en las investigaciones de las Naciones Unidas se utilicen las listas existentes de investigadoras/es con los conocimientos especializados en cuestiones de género para investigar la violencia sexual en situaciones de conflicto y posconflicto. La resolución fue aprobada a raíz de las declaraciones de los premios Nobel de la Paz, Denis Mukwege y Nadia Murad, que pidieron al Consejo de Seguridad medidas concretas para garantizar la justicia, incluidos mecanismos de reparación, para las y los sobrevivientes.

ONU Mujeres y Justice Rapid Response seguirán apoyando las investigaciones de las Naciones Unidas, así como las iniciativas locales de rendición de cuentas por la violencia sexual y de género mediante la presencia en el terreno de asesoras/es en cuestiones de género. La comunidad internacional cuenta con una lista conjunta de 240 expertas/os en cuestiones de género y derecho, con más de 70 nacionalidades y 45 idiomas, para garantizar que las sobrevivientes de la violencia sexual en los conflictos sean tratadas con dignidad y que sus opiniones se tengan en cuenta a la hora de buscar justicia. Estamos dispuestos a respaldar cualquier iniciativa que defienda los derechos de las víctimas y las sobrevivientes a conocer la verdad y obtener justicia y reparación, así como garantías que eviten la repetición de semejantes hechos.