Llamado a invertir para prevenir desde el Grupo Asesor de la sociedad civil de ONU Mujeres

Reflexiones de las integrantes del Grupo Asesor de la Sociedad Civil de la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe en el marco de la conmemoración el 25 de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y el inicio de la campaña ÚNETE y los 16 días de activismo organizados desde el 25 de noviembre (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) al 10 de diciembre (Día de los Derechos Humanos).

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Este año, el lema de la campaña ÚNETE Y los 16 días de activismo hace un llamado a Invertir para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas y se centrará en la importancia de financiar estrategias de prevención para evitar que la violencia se produzca en primer lugar. Y esta demanda convoca a todos los actores de la sociedad, pero en especial a los Estados, para poner esta problemática en el centro de la agenda y en la política pública.

Es preciso desarrollar campañas sostenidas contra la violencia de género, fortalecer a las organizaciones que atienden a las víctimas y sobrevivientes y trabajar junto a los servicios para que la respuesta sea sensible, eficiente e integral. En 2022, según los datos de CEPAL de 2023, al menos 4.050 mujeres fueron víctimas de femicidio/feminicidio en 28 países de la región.

Y en esta línea es fundamental hacer un llamado a financiar a los movimientos de base y las organizaciones de mujeres, feministas y de sociedad civil, que son quienes lideran el trabajo en el terreno, quienes escuchan y acompañan a la víctimas y sobrevivientes, con quienes debemos trabajar siempre para avanzar en la lucha contra la violencia basada en género hacia mujeres y niñas en toda su diversidad.

Desde ONU Mujeres, hacemos un llamado a que los Estados aporten recursos al Fondo Regional de Apoyo a las Organizaciones y Movimientos de Mujeres y Feministas de América Latina y el Caribe para garantizar que más organizaciones de base tengan acceso a fuentes de financiamiento. 

A continuación presentamos los testimonios de algunas de nuestras integrantes del Grupo Asesor de la sociedad civil, en el marco de este 25N. 

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Ruth Spencer, presidenta de la Fundación de Áreas Protegidas de Ecosistemas Marinos (MEPA Trust), Antigua y Barbuda

La inversión social centrada en las personas empodera y permite procesos inclusivos y participativos que conducen a la creación de soluciones viables y sostenibles para la prevención de la violencia. Muchas veces son las propias personas, si se les da la oportunidad, las que aportan ideas "fuera de lo común" que funcionan.

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Edurne Cárdenas, coordinadora de Alianzas, IPAS para Latinoamérica y el Caribe, Argentina.

Las violencias por razones de género responden a patrones estructurales de desigualdad, y es por eso que la inversión pública y privada es clave para generar mejores condiciones para prevenir y eliminarlas. Estoy convencida de que necesitamos Estados en todos sus niveles (nacionales, provinciales y locales) fuertes y presentes, que con inversión en distintos ámbitos (obra pública, educación, programas sociales) permitan desmontar esas desigualdades estructurales. Es posible, es necesario y es urgente.

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Jimena Freitas, Docente Emérita de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, Bolivia.

Invertir para erradicar la violencia contra las mujeres, niñas, adolescentes y adultas mayores fortalece la democracia, lo que permite construir relaciones de respeto, entre iguales, lo que posibilita un desarrollo con equidad y justicia social. Además, invertir en el sostenimiento y el fortalecimiento de servicios que garantizan una vida sin violencia para mujeres, niñas, adolescentes, adultas mayores, posibilita reducir los índices de feminicidio e infanticidio, y de esta manera construir relaciones de paz y equidad entre los géneros. Deberíamos tener un porcentaje del PIB de los países que garantice y fortalezca la democracia a través del cuidado, la protección, la prevención y la reparación a víctimas de violencia de género.

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Floridalma López, integrante del Parlamento Guatemalteco para la Niñez y la Adolescencia, Guatemala.

La inversión para el empoderamiento, la promoción de oportunidades y la garantía de los derechos de las mujeres es importante para prevenir la violencia, ya que si se brindan los recursos necesarios se pueden crear entornos seguros para todas. Hay una deuda historia con las mujeres y niñas, por eso invertir en nosotras es esencial para prevenir la violencia, porque es sembrar empoderamiento para cosechar entornos seguros, justos y dignos. Es urgente que los Estados prioricen la inversión en medidas para prevenir y atender la violencia contra mujeres y niñas mediante políticas públicas de igualdad de género, programas de sensibilización, apoyo legal, fortalecimiento económico y educación integral.

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Camila Maturana, directora de Corporación Humanas, Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género, Chile.

Erradicar la violencia de género exige esfuerzos serios de los Estados, especialmente en materia de prevención, tales como campañas permanentes de sensibilización, programas de capacitación a funcionarios públicos y medidas educativas sobre los derechos de las mujeres y las niñas. Para ello los Estados, deben destinar partidas presupuestarias que permitan financiar estas acciones, pues se trata de una inversión necesaria para proteger la vida, la integridad y seguridad de mujeres y niñas.

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Olga Montúfar Contreras, presidenta de la Red de Mujeres Indígenas y Afrodescendientes con Discapacidad de América Latina y El Caribe, México.

Invertir en la accesibilidad universal, ajustes razonables, ayudas técnicas y apoyos tecnológicos y humanos en todos los ámbitos para mujeres en diversas situaciones de discapacidad no sólo reduce la precariedad, desposesión y vulneración en la que viven, sino que es invertir en el desarrollo de sociedades más justas, inclusivas y sostenibles.

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Sofía Carrillo Zegarra, integrante y cofundadora de Alianza por la Educación Sexual Integral ¡Sí Podemos!, Perú.

La violencia de género tiene como sus principales víctimas a las mujeres en su diversidad y se sustenta en el sistema patriarcal y machista de nuestra sociedad,

por lo que es preciso que en nuestros países, además de invertir en atención, se ponga atención a la inversión para la prevención, desarrollando estrategias de educación con enfoque de género, que incluya una educación sexual integral, que permitan cuestionar los patrones socioculturales marcados por el machismo, el sexismo y las múltiples discriminaciones. Dichas estrategias deben ser construidas como políticas públicas que cuenten con asignación presupuestal suficiente, con las mujeres en sus territorios, haciéndolas parte del proceso de cambio, dejándolas de ver solo como beneficiarias y reconociéndolas como sujetas de derechos y agentes de cambio.

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Terry Ince, coordinadora del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer de Trinidad y Tobago (CCoTT). Comité de CEDAW, Trinidad y Tobago.

La violencia es aprendida, sistémica y catastrófica. Para prevenir la violencia, debemos abordar sus causas profundas y, para ello, debemos invertir en las mujeres y las niñas y en la igualdad de género, y aprovechar las oportunidades para hacer un desarrollo diferente, fortalecer los espacios cívicos y desarrollar la capacidad de las instituciones para atender a las mujeres y las niñas.