Intervención de la Ministra de la Mujer de la República del Paraguay, Ana María Baiardi en el marco de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW60)

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  • Tema: Financiamiento para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la Agenda 2030

Con la adopción de la agenda 2030, los países nos hemos trazado unos objetivos ambiciosos para alcanzar la igualdad de género.

Definitivamente si queremos lograr la igualdad de género sólo podremos hacerlo si le damos a las mujeres y las niñas, de todo el mundo, la autonomía real de sus vidas, para ello hay que empoderarlas y no sólo económicamente, sino que este empoderamiento debe ser integral, incluyendo lo político, social, cultural.

La financiación adecuada para la igualdad de género es una inversión que tiene el potencial de resonar profundamente en la economía y el bienestar de una sociedad. Para ello se necesita la concurrencia y el compromiso de todos: los Estados, las organizaciones de la sociedad civil, los organismos internacionales.

Los Estados, a través de sus gobiernos deben asegurar recursos para políticas de promoción de igualdad entre segmentos poblacionales y regiones geográficas desiguales, a través de los mecanismos fiscales que sustenten políticas públicas inclusivas, que visibilicen la asignación del gasto público destinado a las mujeres y poblaciones vulnerables, facilitando el monitoreo y evaluación del mismo y permitan los ajustes requeridos. En ese sentido, desde el año 2015, el Paraguay implementa el Plan Nacional de Desarrollo con miras al 2030. Este documento combina desarrollo social, reducción de pobreza e igualdad de oportunidades. La innovación del país es que el Presupuesto General de la Nación, desde ese año (2015) se vincula directamente a los objetivos de este Plan Nacional.

Una necesidad latente para el cumplimiento de los objetivos es el fortalecimiento de los mecanismos de género, tanto a nivel de los gobiernos centrales como de los gobiernos locales, asegurando recursos suficientes y permanentes. Esta realidad también se extiende a los organismos internacionales regionales así como a la Entidad de las NNUU para el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la cual debe contar con recursos adecuados dentro del presupuesto regular, y no depender de fondos extra presupuestarios.

La alianza interinstitucional a nivel nacional, regional e internacional se constituye en una estrategia para este financiamiento. Esta alianza incluye a actores diversos como el sector privado, organizaciones filantrópicas, y sociedad civil ya mencionado.

La inversión en igualdad de género no es un gasto es como su nombre lo indica: una inversión. Invertir en el 50% de la población mundial, empoderar a las mujeres y a las niñas estamos empoderando a la sociedad en conjunto, hacia un mundo con justicia social.