Mi punto de vista: “Es hora de que el mundo escuche nuestra voz”

Rayanne Cristine Máximo França es una joven activista indígena de Brasil. A los 17 años dejó su hogar y, desde entonces, no ha cesado en su labor incansable en defensa de los derechos y el reconocimiento de las jóvenes indígenas.

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Rayanne Cristine Maximo Franca. Photo: UN Women
Rayanne Cristine Maximo Franca. Photo: ONU Mujeres

icon Dejé mi hogar y mi comunidad a los 17 años. Mi familia se había visto afectada por las frecuentes amenazas de muerte que sufrimos cuando mi padre denunció hechos de corrupción. Al presentarse la oportunidad de dar el examen de ingreso a la universidad, insistieron en que no la desaprovechara. Para ellos, mi partida significaba ponerme a salvo del peligro. Para mí, se trataba de un viaje de ida hacia la independencia y el empoderamiento.

De los 22.000 matriculados que tenía la Universidad de Brasilia, yo era uno de los 35 estudiantes indígenas. Hasta los docentes se burlaban de nosotros. Recuerdo que uno de ellos dijo, ¿para qué vienen a clase? ¿No prefieren caminar desnudos y vivir en la selva?

Me sumé a la Red de Jóvenes Indígenas de Brasil y comencé a organizar a los jóvenes indígenas para luchar contra la discriminación que enfrentábamos todos los días. Formamos la primera organización de estudiantes indígenas de la Universidad de Brasilia y negociamos políticas específicas para los estudiantes de este origen.

Hace dos años me incorporé al Proyecto La voz de las mujeres indígenas, de ONU Mujeres. Hablamos con mujeres de 105 comunidades indígenas y aunamos ideas y perspectivas que quedarán plasmadas en un programa nacional. En Brasil este es un nuevo concepto: un programa para mujeres indígenas. Además de ello, darles voz a las jóvenes indígenas significa abrir nuevos caminos. Soy estudiante de enfermería, y la primera vez que oí hablar de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres fue en 2014, cuando asistí a una reunión regional de mujeres indígenas en Nicaragua.

Para las jóvenes indígenas, el acceso a la información y la participación en las políticas públicas sigue siendo un gran desafío. Tomemos el caso de la participación: las organizaciones internacionales establecen espacios y programas para niños, adolescentes y adultos. En una comunidad indígena, si tienes tu primer período a los 10 años, a esa edad serás considerada mujer. Eres “joven” en tanto tu comunidad considere que lo eres; aunque esto no se ajuste a la definición de las organizaciones internacionales.

Es hora de que el mundo escuche nuestra voz y que el país reconozca la igualdad de derechos a las mujeres indígenas".


ODS 5: Igualdad de género
ODS 3: Salud y bienestar

Rayanne Cristine Máximo França, tiene 25 años y forma parte de la Red de Jóvenes Indígenas de Brasil. Recientemente formó parte de la delegación oficial brasileña, en el sexagésimo primer período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que analizó “El empoderamiento de las mujeres indígenas” como una nueva cuestión. También participó en el decimosexto período de sesiones del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre las Cuestiones Indígenas y habló ante ONU Mujeres sobre los problemas apremiantes de las jóvenes indígenas de Brasil. Como parte del proyecto La voz de las mujeres indígenas, de ONU Mujeres, que recibe el generoso apoyo financiero del Programa para los Pueblos Indígenas de la Embajada de Noruega, la Sra. França ha organizado y reunido las perspectivas de las jóvenes indígenas de Brasil en el primer programa nacional para las mujeres indígenas. Su historia se relaciona con el Objetivo para el Sustainable Development Goal 5, que apunta al empoderamiento de todas las mujeres y niñas, a la igualdad de sus derechos, al liderazgo y la participación; y con el Objetivo para el SDG 3, que procura garantizar la salud y el bienestar, en particular el acceso universal a la salud sexual y reproductiva.