Mariela Casanova: “Las mujeres indígenas podemos aportar soluciones para el cambio climático y fortalecer la seguridad alimentaria de nuestras familias”

Mariela Casanova ha vivido por más de 30 años en la comunidad Awá Santa Marianita. Como lideresa indígena, mantiene un fuerte compromiso por el rescate de la cultura Awá a través de los saberes ancestrales relacionados con la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático. Casanova, de 51 años, es vicepresidenta de la Federación de Centros Awá del Ecuador, que agrupa 26 comunidades. Dedica su vida al fortalecimiento de las capacidades de las mujeres indígenas para que maximicen su potencial y sean agentes de cambio.

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La zona fronteriza entre Ecuador y Colombia es el hogar de varias comunidades de nacionalidad afrodescendiente y Awá. Este territorio afronta muchas vulnerabilidades sociales, económicas y climáticas que lo convierten en una región que registra un alto nivel de inseguridad alimentaria, comprometiendo el bienestar de las mujeres y hombres que habitan en él.

No todas las personas de las comunidades afrodescendientes y Awá tienen acceso a alimentos sanos y nutritivos, inclusive la población con menor consumo son las mujeres y niñas. Sin embargo, son ellas quienes afrontan los cuidados del hogar y son las encargadas de proveer alimentos a sus familias.

La mayoría de ellas son indígenas que comparten un vínculo muy fuerte: fortalecer la seguridad alimentaria de sus familias y de sus comunidades a través de su cultura ancestral y de acciones y soluciones que disminuyan el impacto climático en su territorio. Son ellas las encargadas de compartir todo el conocimiento transmitido por sus abuelas y abuelos a través de estos procesos.

“Nosotras sabemos cómo pescar sin contaminar el agua, mantenemos nuestros huertos de tal forma que no contaminan la tierra”, dice Mariela Casanova, lideresa indígena, que mantiene una lucha constante contra el cambio climático desde su territorio, sensibilizando a su comunidad en cómo afecta el mismo a la agricultura y a la soberanía alimentaria.

Mariela es vicepresidenta de la Federación de Centros Awá del Ecuador (FCAE), que engloba a 26 comunidades. Ella, junto con otras compañeras mantienen un fuerte compromiso de rescatar la cultura Awá a través de los saberes ancestrales relacionados con la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.

Una fiel defensora de los derechos de las mujeres de su comunidad, para ella ser vicepresidenta de la FCAE le permite dar voz a sus compañeras, “me emocionó mucho y me sentí muy orgullosa de que me nombren para este cargo, ya que no hay muchas mujeres que nos representen y eso tiene que cambiar”.

Por medio del proyecto “Construcción de la Capacidad de Adaptación a través de Acciones de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Comunidades Vulnerables Afrodescendientes y Awá, en la zona fronteriza de Colombia y Ecuador”, Mariela profundizó sus conocimientos sobre el manejo de semillas, huertos comunitarios, reforestación, entre otros.

“Me dieron la oportunidad, en diciembre del año pasado, de trabajar como parabióloga y pude conocer más sobre los bancos de semillas, conversé con las mujeres de mi comunidad; ellas tienen un gran conocimiento ancestral en torno a los cultivos y cómo cuidar el ambiente,” señala Casanova.

Uno de los ejemplos que Mariela destaca son los bancos forrajeros, que permiten reforestar diferentes zonas de cultivo y sirven de alimentación para las aves. Con esta experiencia se puede ver cómo las comunidades aprenden a preparar su propio terreno y generan sus propios productos, ecológicamente responsables.

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Mariela destaca el apoyo de ONU Mujeres en la incorporación del enfoque de género en el proyecto. Para ella la participación de las mujeres en la producción de alimentos sanos y diversos es fundamental.

“Debe ser un asunto de hombres y mujeres. Debemos manejar la economía de nuestras familias y de nuestras comunidades, trabajar en conjunto, y eso solo se logra cuando se empieza hablar de igualdad de género en las comunidades, y se empieza a formar a las mujeres jóvenes para que puedan tener voz y voto,” asegura Mariela.

La participación política de las mujeres en estas comunidades se ve reducida por el uso del tiempo que ellas deben destinar a las labores domésticas. Esto disminuye su oportunidad de participar activamente en la toma de decisiones.

Para Mariela el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres es clave para que se conviertan en agentes de cambio. “Nosotras sabemos producir nuestros huertos de forma natural, sin utilizar químicos; podemos aportar soluciones al cambio climático y, además, incentivamos a nuestros hijos para mantener los bosques, cuidar los arroyos y las quebradas”.

Las mujeres indígenas de estas comunidades son las principales cuidadoras y reproductoras de vida en el campo y su derecho a la autonomía y el acceso al agua, a la tierra y semillas debe ser garantizado por los líderes comunitarios.

Mariela se enfoca en fortalecer la participación de las mujeres en su comunidad, invitando personalmente a varias de ellas a que formen parte de las actividades que incorporan la perspectiva de género y que permiten llegar hacia la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para enfrentar el cambio climático.

Uno de sus principales alicientes para continuar en la lucha es fortalecer la participación de las mujeres en su comunidad y de todas las que forman parte de la FCAE, no solo respecto a la seguridad alimentaria, sino en todos los ámbitos de su vida. Para ella todas las mujeres tienen capacidades, son valiosas, producen, cuidan y dan vida en sus territorios y tienen derecho a alcanzar una autonomía económica.

“Poco a poco avanzamos en lograr la participación de las mujeres en la comunidad Awá. Logramos que las mujeres participen como cabezas principales, tenemos una mujer presidenta en la Comunidad de Santa Marianita”.

A pesar de la problemática que trajo consigo la crisis sanitaria actual, las comunidades resistieron gracias a la preparación de las mujeres. "A pesar de que estábamos encerrados, pudimos abastecernos en nuestros huertos comunitarios y las mujeres aportamos con nuestros conocimientos en medicina ancestral”.

Los retos climáticos y alimentarios que deben enfrentar las comunidades afrodescendientes y Awá en la frontera norte de Ecuador son variados. Sin embargo, Mariela tiene mucha confianza y fe de que el empoderamiento de las mujeres permitirá desarrollar sociedades más resilientes, fuertes e igualitarias en las que la voz de las mujeres esté presente en la toma de decisiones en sus hogares y comunidades.

“Confiamos en nosotras, en nuestra voz, somos mujeres indígenas que podemos aportar soluciones para el cambio climático y fortalecer la seguridad alimentaria de nuestras familias,” asegura Mariela.

Con una mirada transparente y una sonrisa sincera, Mariela ve un futuro positivo no solo para su comunidad, sino para todas las comunidades indígenas del país. Para ella, toda la sociedad, el Estado y las organizaciones de la sociedad civil deben trabajar juntas para el bienestar de los pueblos indígenas, en especial de las mujeres indígenas.

“Yo siempre he dicho, como nacionalidad Awá, hombres y mujeres luchamos por el bienestar social, buscamos la unidad y el territorio, la recuperación ancestral, esa unidad de los pueblos no solo de Ecuador sino también de los otros países, lo que nosotros llamamos la gran familia Awá binacional. Esa unidad solo se logrará cuando se garantice la paz y la seguridad en nuestros territorios y la valorización de nuestras culturas para que nuestros hijos gocen de sus derechos de aquí en adelante”.