Eva Mamani Challapa: “Desde lo colectivo está la fuerza para fortalecer nuestra cultura”
Eva Mamani pertenece al pueblo aymara y es docente de educación general básica con una maestría en educación intercultural bilingüe en América Latina. Actualmente, se desempeña como facilitadora de las Escuelas de Liderazgos, Economías, Patrimonios del Programa Originarias de ONU Mujeres, y desde ahí promueve la difusión y conservación de la lengua aymara.
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¿Cómo fue el camino hasta convertirte en facilitadora intercultural? ¿Qué te motivó?
En el colegio yo hacía talleres de aymara. Junto a otros compañeros, me gustaba hacer revistas con relatos, vocabulario y canciones de la cultura aymara. Cuando ingresé a la Universidad no lo pensé, sabía que quería ser profesora para enseñar la lengua aymara. Después realicé una especialización en la Universidad Mayor de San Simón, en Bolivia, en la Escuela indígena intercultural. Podría decir que desde siempre he sido facilitadora intercultural e intérprete aymara. Es lo que me motiva.
¿Por qué es importante promover y difundir la lengua aymara?
La lengua aymara está en una crisis en cuanto al uso en los jóvenes y los niños porque no saben hablarla. Actualmente solo la hablan los abuelos y las abuelas. Creo que promover, difundir y preservar la lengua aymara es un acto de resistencia cultural y lingüística. En el idioma están los conocimientos y somos, mayoritariamente, las mujeres, quienes a través de las tradiciones, ritualidades y expresiones culturales quienes traspasamos la sabiduría de nuestros pueblos indígenas.
La lengua es identidad, es lo que yo le digo a mis alumnos. Los niños y jóvenes de los colegios donde trabajo me dicen ‘¿para qué estudiar lengua aymara sino pueden decir computador?’. Entonces, yo les explico que hubo un estancamiento del lenguaje donde no se pudo desarrollar, pero que el desafío, y también nuestra responsabilidad, es retomarlo y estudiarlo porque la lengua está viva.
¿Qué iniciativas lideras para promover y defender la lengua aymara?
En el 2008, un grupo de dirigentes aymaras que ya venían trabajando en la recuperación de la lengua, docentes, músicos y personas mayores de la comunidad, formamos una institución que se llamaba Escuela Nacional de la Lengua Aymara. Allí hicimos un arduo trabajo territorial para explicarles a las hermanas y los hermanos que la pérdida de la lengua es un problema y que, nosotros como aymaras, tenemos que hacernos cargo de ella. En ese marco, hicimos muchos talleres para concientizar a la población aymara sobre esta situación.
Lo llamativo es que cuando partimos con la escuela, nuestros primeros estudiantes eran personas no indígenas, mayoritariamente eran médicos, profesores o ingenieros de la zona, que estaban interesados en aprender la lengua. Fue interesante porque eso fue lo que principalmente motivó a los hermanos indígenas a tomar los cursos. Decían ‘si ellos están interesados en aprender la lengua ¿por qué nosotros no?’. Comenzaron de a poquito y al final teníamos los cursos completos con personas aymara.
Actualmente, soy parte del programa Originarias de ONU Mujeres como facilitadora de las Escuelas de Liderazgos, Economías, Patrimonios. Hace poco realizamos un taller de música enfocado en el solsticio de invierno, del 21 de junio, para estudiantes de un colegio. También vengo trabajando junto a la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, un proyecto de inmersión lingüística, además, estoy haciendo un curso de lengua aymara en el colegio Robert Johnson, de la comuna de Alto Hospicio, con jóvenes de enseñanza media.
¿Por qué es importante el rol de las facilitadoras interculturales en diferentes ámbitos, salud, educación, político, social entre otros?
Cuando se entrega información siempre se debe considerar a la otra persona, se debe entender su contexto y cultura porque quizá esa persona indígena no habla la lengua aymara, pero tiene una forma diferente de desenvolverse desde su cosmovisión. Por eso es importante que las personas que trabajan en las instituciones de atención al público ya sean estas de salud, educacionales u otras puedan apoyar en el desarrollo de esto.
Las personas indígenas tienen una forma diferente de relacionarse. Hablo por las personas andinas, quienes tenemos una conexión absoluta con la madre tierra. Tenemos valores distintos y, si bien al dejar los territorios, buscamos adaptarnos a los nuevos códigos de la ciudad, no dejamos de ser aymaras, seguimos siéndolo desde la forma de hablar hasta en la forma de expresarnos. Cuando llegué a la ciudad y entré a la universidad, me di cuenta de que los valores eran diferentes a los de mis compañeros. El proceso de la universidad me costó un montón.
¿Por qué es importante visibilizar el día de los pueblos originarios?
Lo primero que me gustaría mencionar es que los pueblos indígenas deberían ser personas reconocidas en todos los países de Latinoamérica. Lo segundo, es importante este día porque nos permite relevar y visibilizar nuestra cultura, cosmovisión y espiritualidad. Creo que nuestros pueblos, con su sabiduría ancestral, estamos llamados a aportar con nuestros conocimientos frente al cambio climático o la crisis alimentaria, porque todos esos conocimientos están en la filosofía de los pueblos indígenas.
¿Cuáles crees que son los desafíos que enfrentan las mujeres indígenas?
Creo que uno de los grandes desafíos es la desconexión con el territorio, porque cada vez tenemos que migrar a los espacios urbanos y esto nos hace desconectarnos un poco de nuestra esencia. También creo que es un desafío fortalecer el desarrollo de la espiritualidad, tan propia de los pueblos indígenas, la cual impregna todo lo que hacemos desde el arte hasta la tecnología. Creo que es importante mantener nuestra ideología y filosofía porque esto es lo que finalmente sostiene la cultura.
También creo que uno de los desafíos para promover una mayor participación de las mujeres es tener una mayor seguridad en sí misma. Por eso valoro instancias de participación como las que promueve el programa Originarias, porque en las escuelas, así como en diversas instancias de formación, las mujeres tienen la posibilidad de aprender y fortalecer habilidades de empoderamiento personal, clave para impulsar sus negocios y alcanzar su autonómica económica.
¿Qué mensaje compartirías a otras mujeres indígenas de América Latina?
¡Fortalezcámonos las unas a las otras! Hago un llamado a la unidad porque creo que desde lo colectivo está la fuerza para lograr objetivos, alcanzar derechos, fortalecer nuestra cultura y promover una mayor participación de las mujeres indígenas en diversos espacios.
Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas. |