Transversalización de género en los Objetivos de Desarrollo Sostenible - Agenda 2030
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible — aprobada por la comunidad internacional en septiembre de 2015 en una cumbre histórica de las Naciones Unidas — entraron en vigor oficialmente el 1 de enero de 2016. Con estos nuevos Objetivos de aplicación universal, en los próximos 15 años los países intensificarán los esfuerzos para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás.
En el 46°1 periodo de sesiones de la Comisión Estadística de Naciones Unidas se estableció la creación del Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (IAEG-SDG, por sus siglas en inglés), para definir un marco de indicadores que permita medir de manera más amplia el avance en los Objetivos y las metas de la Agenda 2030. En el 47° periodo de sesiones fue posible acordar el marco que incluye 17 objetivos, 169 metas y 230 indicadores.
Aún se carece de definición conceptual para la mayoría de los indicadores de los ODS. Es por esto, que los existentes han sido clasificados en tres niveles. En el nivel 1 (Tier 1) se ubican a los indicadores que ya tienen una metodología establecida y además cuentan con un conjunto de datos relevantes. En el nivel 2 (Tier 2) están los indicadores que tienen una metodología establecida, pero en donde los datos no están disponibles fácilmente. Por último, en el nivel 3 (T3), están los indicadores para los cuales aún no se cuenta con una metodología desarrollada.
En la Agenda 2030 los derechos de las mujeres y las niñas quedaron reflejados de manera robusta a través del objetivo 5 referido a la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres y las niñas, así como de una sólida transversalización de género en las metas e indicadores de la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Dentro de los indicadores relevantes para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, existen aquellos que explícitamente se solicita su desagregación por sexo y aquellos identificados como sensibles al género. Sin duda la desagregación por sexo es esencial para el seguimiento de la participación de las mujeres y los hombres en el desarrollo. No obstante, las estadísticas con enfoque de género son la base de las políticas públicas y son necesarias para monitorear y evaluar su efectividad y eficiencia en la búsqueda por la igualdad de género. Las estadísticas de género se relacionan con todos los campos de la agenda 2030, encargándose de identificar, producir y difundir información que refleje las realidades de las vidas de las mujeres y los hombres, más allá de la simple desagregación de los datos por sexo.
Las estadísticas con enfoque de género aportan conocimiento sobre los roles y la distribución de los derechos de mujeres y hombres en nuestras sociedades, como, por ejemplo, el control sobre la vida reproductiva y sobre los activos, el derecho a una vida sin violencia, el uso del tiempo y los trabajos no remunerados, por nombrar algunos. Éstas son un instrumento fundamental para obtener evidencia y monitorear las causas y efectos de la desigualdad de género.
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