Mes de la Democracia
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Desde el 2007, cada 15 de septiembre se conmemora en el mundo el Día Internacional de la Democracia. Proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, este día es una oportunidad para recordar que la democracia es un proceso y un objetivo, que debe de centrarse en las personas, y constituir el entorno para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos.
Los valores de la libertad, el respeto a los derechos humanos y el principio de la celebración de elecciones periódicas por sufragio universal son elementos esenciales de la democracia. Estos valores están incorporados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y desarrollados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos , que consagra una serie de derechos políticos y libertades civiles que sustentan democracias significativas.
Solo con la participación y el apoyo plenos de la comunidad internacional, los gobiernos, la sociedad civil y la ciudadanía, el ideal de la democracia puede convertirse en una realidad para todas las personas a lo largo del mundo.
ONU Mujeres, de acuerdo con su mandato de promoción de la igualdad de género, tiene el gran desafío de apoyar las aspiraciones de libertad, igualdad, autonomía y autodeterminación de más de la mitad de la población: las mujeres y niñas en toda su diversidad. Bajo la convicción de que la igualdad es la esencia del Estado de derecho, ONU Mujeres trabaja para consolidar una participación paritaria e inclusiva de las mujeres y las niñas en los procesos democráticos y promueve garantías para el pleno ejercicio de sus derechos civiles y políticos.
América Latina y el Caribe ha estado a la vanguardia en el reconocimiento y avance de los derechos políticos de las mujeres, con un robusto compendio normativo y una Agenda Regional de Género que perfilan el camino para nivelar las oportunidades de acceso a puestos de toma de decisiones y generar las condiciones para participar en igualdad sustantiva en la vida pública y política. A la fecha, nueve países de la región cuentan con alguna medida legal hacia la paridad y otros nueve con leyes de cuota, lo cual ha permitido un incremento importante en las últimas dos décadas del número de mujeres electas en instancias colegiadas, llegando a un promedio regional de 30.7% de parlamentarias en 2021 (Mapa Mujeres en la Política, ONU Mujeres e IPU, 2021). En el poder ejecutivo, si bien solamente 2 países caribeños cuentan con una mujer jefa de Estado o gobierno -ninguna en América Latina-, hubo algunos compromisos hacia gabinetes paritarios, lo cual aumentó el porcentaje regional de ministras a un 27.1% (ONU Mujeres e IPU, 2021).
Sin embargo, sigue habiendo importantes brechas entre los países de la región y adentro de los mismos, sobre todo en los niveles subnacionales donde el 24,5% de los escaños en los gobiernos locales son ocupados por mujeres, con tan solo un 15,5% de mujeres alcaldesas en América Latina (CEPAL, 2018). Asimismo, si bien suele haber porcentajes más altos de mujeres egresadas de carreras judiciales respecto al de varones, sigue siendo limitado su acceso a altos cargos de las cortes supremas de justicia (ATENEA, 2019).
En la vida política, las mujeres siguen enfrentando distintas formas de discriminación y violencia basada en género. Además, barreras estructurales relacionadas con su autonomía económica y la falta de corresponsabilidad en materia de cuidados siguen limitando sus oportunidades de participar en igualdad. En una región tan diversa como América Latina y el Caribe sigue habiendo falta de pluralidad en espacios donde se discute la agenda pública, con un impacto desproporcionado en mujeres indígenas, afrodescendientes, jóvenes, rurales, con discapacidad y de la diversidad sexual, entre otras.
Por esto ONU Mujeres para las Américas y el Caribe está trabajando para promover la Democracia Paritaria, un concepto integral y una estrategia catalizadora de transformaciones cualitativas y cuantitativas profundas en todas las esferas y que implica a todos los poderes del Estado y niveles territoriales. Este horizonte de democracia paritaria, sellado en varios consensos políticos de carácter regional, apunta no solamente a fortalecer la democracia representativa mediante la inclusión igualitaria de mujeres y hombres en los cargos de elección popular, de designación y en los mandatos; también propone desarrollar políticas para eliminar discriminaciones y violencias basadas en género, así como disminuir todas las desigualdades. Plantea una democracia en la que la igualdad sustantiva y la paridad sean ejes vertebradores de la gobernanza, y un Estado incluyente y paritario garante de las igualdades que deben generarse.
Este año, el tema escogido para el Día Internacional de la Democracia es “Democracia y prevención de conflictos”, que se centra en la necesidad de reforzar las instituciones democráticas para promover la paz y la estabilidad. En un contexto de múltiples crisis y conflictos que afectan a la región y al mundo entero, poniendo en riesgo los derechos y autonomías conquistadas por las mujeres en las últimas décadas, la democracia paritaria e inclusiva se presenta como la oportunidad de consolidar la agenda de igualdad sustantiva en las prioridades públicas, imprescindible para la respuesta a los desafíos globales y el logro del desarrollo sostenible de aquí al 2030.
ONU Mujeres presenta una serie de entrevistas con mujeres que están impulsando la agenda de paridad de género en la región con sus prácticas.
Flavia Freidenberg, Directora Académica del Observatorio de Reformas Políticas de América Latina y Coordinadora de la Red de Politólogas #NoSinMujeres.
Line Bareiro, Abogada y politóloga paraguaya, feminista y defensora de derechos humanos.