Declaración sobre Afganistán de Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres

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Estoy sumamente preocupada por el anuncio de los talibanes de que todas las mujeres deben cubrirse el rostro en público, de que las mujeres sólo deben salir de sus casas en caso de necesidad y de que la violación de esta directriz tendrá como consecuencia el castigo de sus familiares varones. La libertad de movimiento es un derecho humano fundamental. Es un requisito absoluto para que las mujeres puedan ejercer todos sus derechos y participar activamente en la sociedad. Cuando se limitan los derechos de las mujeres, todos se ven perjudicados. La última directriz de los talibanes supone una nueva escalada de las restricciones impuestas a las mujeres y a las niñas, entre las que se incluyen la imposibilidad de volver a trabajar y la imposibilidad de continuar con su educación. 

El Secretario General de la ONU ha señalado recientemente la acción profundamente perjudicial de las autoridades de facto de negar la educación a las niñas por encima del sexto grado. Me alarman aún más los informes que ONU Mujeres está recibiendo de organizaciones de la sociedad civil y activistas de mujeres que no pueden conducir, tomar el transporte público o simplemente desplazarse de un lugar a otro. Estas restricciones limitan cada vez más la capacidad de las mujeres de ganarse la vida, de acceder a la atención sanitaria y a la educación, de buscar protección, de escapar de situaciones de violencia, de ejercer sus derechos individuales y colectivos y de actuar con autonomía. 

Estas violaciones aceleradas de los derechos de las mujeres y las niñas están haciéndole pagar a Afganistán un alto precio en muchos aspectos y afectan a su crecimiento social y económico. Se ha calculado que las actuales restricciones al empleo de las mujeres suponen una pérdida económica inmediata de hasta 1.000 millones de dólares estadounidenses, es decir, hasta el 5% del PIB de Afganistán. La pobreza es casi universal en el país. Más de la mitad de la población necesita algún tipo de ayuda humanitaria, y toda una generación está amenazada por la inseguridad alimentaria y la desnutrición. Las últimas restricciones hacen que los intentos de recuperación sean más difíciles, si no imposibles. 

ONU Mujeres se hace eco del llamamiento del Secretario General para que los talibanes cumplan sus promesas a las mujeres y niñas afganas, y se suma a la declaración de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán. Hacemos un llamado urgente a las autoridades de facto para que respeten sus obligaciones en virtud de la legislación sobre derechos humanos y los plenos derechos humanos de las mujeres y las niñas, incluido el restablecimiento inmediato de la libertad de movimiento independiente de las mujeres y las niñas, y sus derechos al trabajo y a la educación al más alto nivel.