Mireya Peart: “Aspiro a ver las estructuras racistas desmontadas, sin perfilamiento racial a la juventud afro”
Mireya Peart es presidenta de Voces de Mujeres Afrodescendientes en Panamá. Esta organización tiene como fin conjugar acciones comunes para erradicar el racismo en todas sus manifestaciones, visibilizar la situación de marginalidad de las mujeres afrodescendientes para que el Estado incorpore a sus programas políticas, presupuestos y acciones efectivas para erradicar la discriminación y promover la participación efectiva de la mujer afrodescendiente en las instancias de decisión política y todos los espacios de la vida pública.
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¿Qué te motivó para iniciar tu camino en el activismo? ¿Hubo una circunstancia concreta que te empujase a ser una lideresa?
Provengo de una familia pobre, de madre maestra y padre campesino. Para continuar mis estudios en la ciudad me quedé con mi abuela materna, que vivía en un cuarto de casa de madera, en El Chorrillo. La situación de pobreza del barrio y la voluntad de las personas para organizarse para resolver juntos problemas como el aseo de las casas fortaleció mi compromiso.
Al entrar al Instituto Nacional, formé parte de la directiva de la Asociación Federada que luchaba por mejoras de las condiciones del colegio y por la soberanía. Ello fue forjando mi conciencia y compromiso.
Un hecho importante fue mi incorporación como fundadora de la Juventud Promejoras del Chorrillo por invitación de Carlos Smith, un reconocido psiquiatra. Como parte de dicha agrupación recorrimos el barrio, que reflejaba en cada balcón y esquina la pobreza. Ello me conectó con los problemas de esa comunidad. Luego conocí a Marta Matamoros, quien fue mi guía y consejera. Siempre tenía una respuesta a mis inquietudes. En la década del 70 constituimos el Comité Femenino del Chorrillo del cual fui su secretaria general y de allí fui fundadora de la Unión Nacional de Mujeres Panameñas.
¿Cuáles son las áreas de trabajo de Voces de Mujeres Afrodescendientes en Panamá?
Voces de Mujeres Afrodescendientes trabaja en el fortalecimiento del liderazgo de la mujer afrodescendiente, para enfrentar el racismo y la exclusión.
Abordamos la violencia de género, que es una situación que afecta a la mujer negra con fuerza. También es parte de nuestra agenda clave la salud y los derechos sexuales y reproductivos, la protección del medio ambiente y la agenda juvenil.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan las mujeres afropanameñas? ¿Han cambiado dichos retos desde que comenzaste tu activismo hasta ahora?
El racismo estructural se manifiesta en limitaciones para acceso al empleo, los bajos ingresos, la falta de acceso a propiedad territorial ancestral, la atención en salud, que no toma en cuenta algunas condiciones propias de las personas afrodescendientes. Hay limitación con respecto a datos administrativos.
Se han logrado avances en la legislación y en registros administrativos sobre todo en el sistema de salud y existe un plan maestro para afrodescendientes.
¿Cómo ha sido la colaboración con ONU Mujeres?
Ha habido colaboración importante, aunque hay que seguir fortaleciendo la relación y cooperación mutua con el movimiento de mujeres afropanameñas.
¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo esperas que sea el futuro de las mujeres afropanameñas?
Aspiro a ver las estructuras racistas desmontadas, sin perfilamiento racial a la juventud afro, calidad de vida en el territorio para la mujer afrodescendiente y su familia, así como mayor acceso al poder legislativo y ejecutivo, vida en el territorio en un ambiente sano y respeto a su identidad en los colegios y empleos.