Originaria de Paso Aguerre, localidad situada en el departamento Picún Leufú, en la Patagonia argentina, Deonilda Rodríguez se dedica a la agricultura, la ganadería y la apicultura familiar, así como a la elaboración de comidas caseras y tejidos. En su día a día, trabaja la tierra, pastura con animales, produce miel y cuida de sus cinco hijos/as y tres nietos/as. En su tiempo libre le gusta practicar deporte y bailar folclore.
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Dado su carácter emprendedor, participó de Neuquinas con Impacto, un trayecto formativo impulsado por el gobierno de Neuquén, ONU Mujeres y la Fundación Potenciar, para consolidar el liderazgo de las mujeres en el ámbito social, político, empresarial y emprendedor. En esta iniciativa participaron 300 mujeres de 29 localidades de la provincia.
ONU Mujeres realiza la asistencia técnica de esta escuela con el fin de fortalecer y potenciar las capacidades de liderazgo de las mujeres de Neuquén en distintos ámbitos. Adicionalmente, se busca generar una red de mujeres líderes neuquinas que trascienda el trayecto formativo y continúe la estrategia de fortalecimiento de liderazgo en la Provincia.
Una mujer emprendedora y defensora de la naturaleza
Aunque cuenta con el apoyo de su familia, Deonilda se ocupa de la mayoría de las actividades de la chacra. “Sembramos árboles frutales, verduras y flores. El riego lo manejo yo sola por canales e inundación y trabajo mucho con la pala. Ahí no se meten mis hijos/as y mi esposo”.
En una extensión de 20 hectáreas trabajan con diferentes animales. “Tenemos cerdos, ovejas, corderos, gallinas, pollos, pavos y abejas. También hay caballos y perros, los cuales son útiles cuando se escapan las ovejas o si hay sequía, para ir a pastorear donde haya pasto y agua”.
Las infancias que crecen en el ámbito rural deben adaptarse a condiciones climatológicas adversas y desarrollar habilidades relacionadas con la cría de los animales. “Mis hijos/as saben trabajar un parto. Es muy dura la parición de las ovejas en la época de frío. Para acarrear un corderito a un refugio hay que tener mucha fuerza”.
Una de las principales actividades es la esquila de ovejas y la cría de corderos y cerdos. “Preparamos lechones. En invierno faenamos y hacemos panceta, jamón, chorizo”, agrega Deonilda sobre los productos que elaboran.
La apicultura es una de las principales actividades productivas. “Las abejas son los insectos más importantes en la Tierra por la polinización. Sin ellas no hay vida, debemos cuidarlas, ya que cada vez hay menos”, resalta Deonilda.
En invierno cuidan, alimentan y protegen a las abejas del frío. “A nuestro entorno les decimos que planten flores y, si ven abejas, que no las maten”.
Además de hacer hincapié en las guardianas voladoras de la biodiversidad, Deonilda hace un llamado al cuidado de la tierra. “Debemos cuidar los bosques, sin tirar basura, animales muertos, plásticos o latas, no hacer incendios”.
En cuanto al tiempo libre, una de sus aficiones es el deporte. “Mi gran pasión es el atletismo y trekking de montaña. Siempre salgo adelante, tratando de superarme compitiendo con mi propio físico y llegando a la meta sin lesiones y una buena alimentación”.
Las competiciones deportivas no solo son un punto de encuentro social, sino un espacio para la venta de sus productos. “Llevo la miel a las carreras. Todos los y las deportistas consumen miel, así que la vendo y así les queda mi contacto y me piden más”.
| Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas. |