La abogada peruana Valeska Ruiz Peña tiene más de 12 años al servicio de la protección de los derechos humanos y los pueblos indígenas. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en derecho internacional de los derechos humanos, derechos de los pueblos indígenas, políticas públicas, participación ciudadana, género, transformación de conflictos socioambientales y diálogo intercultural. Ha sido funcionaria pública, asesora legal de organizaciones indígenas amazónicas y organizaciones no gubernamentales. En el 2014 fue distinguida con el reconocimiento de “Defensora” otorgado por la coordinación general del Grupo para el Financiamiento Climático, por su trayectoria a favor de los derechos humanos de los grupos históricamente discriminados. Actualmente, es especialista legal del Programa de Biodiversidad y Pueblos Indígenas de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), asociación civil que desde 1986 ha trabajado de manera ininterrumpida en la promoción de políticas y legislación ambiental y en el diseño e implementación de instrumentos que favorezcan el desarrollo sostenible bajo principios de gobernanza, equidad y justicia.
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¿Cuál es el desafío más grande que enfrentan las mujeres defensoras?
Tal vez el desafío más grande al que se enfrentan las mujeres defensoras es la ineficiente institucionalidad de nuestros gobiernos porque no logran implementar medidas eficaces que garanticen que no se las coloque en mayor riesgo.
Hacemos un llamado para que todos los países, sean Estados parte, o no, del Acuerdo de Escazú, puedan de una vez tomar e implementar todas las medidas necesarias para proteger a las mujeres defensoras de los derechos humanos y del territorio a partir de todos los acuerdos vinculantes del Sistema Universal de Protección de Derechos Humanos.
¿Cuál es la importancia de la participación de las defensoras de derechos humanos y del territorio en procesos como la elaboración del Plan de Acción Regional del Acuerdo de Escazú?
Las defensoras tienen que estar en este proceso porque son las únicas que saben lo que sucede en sus territorios. Naciones Unidas, a través de todo su sistema, tiene que escuchar su voz porque solo con la participación de ellas es que se van a poder plantear recomendaciones basadas en las medidas adecuadas a sus necesidades y realidades, junto con proponer las soluciones a todos los grandes problemas que las afectan.
¿Qué significa para ti el Día de las Mujeres Defensoras?
En el día de las Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, que conmemoramos cada 29 de noviembre, es muy importante agradecer el servicio que le hacen a toda la humanidad y también llamar la atención para que las políticas públicas de nuestros Estados las protejan, prevengan cualquier acto de violencia contra ellas y puedan actuar rápidamente cuando se les ha atacado.
¿Qué rescatas de tu participación en el primer encuentro de defensoras, previo al Segundo Foro Anual sobre Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en Asuntos Ambientales de América Latina y el Caribe?
Quiero agradecer la invitación de ONU Mujeres porque, de cara al II Foro de Personas Defensoras, nos parece sumamente relevante que nos hayan brindado un espacio a nosotras, las mujeres que venimos desde una diversidad de identidades y de territorios, para dejar nuestra voz y nuestra propuesta de actuación.
| Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas. |