Rayén Rupayan: “El trabajo intergeneracional es clave para la conservación del patrimonio indígena”

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Rayén Rupayan es una joven mapuche, integrante de la organización de la Coordinadora Nacional de Mujeres de Pueblos Originarios; un espacio de toma de decisión, compuesto por mujeres de pueblos originarios y organizaciones indígenas de todo Chile que tiene como propósito promover la defensa y derechos de los pueblos y las mujeres indígenas.
Rayén Rupayan es una joven mapuche, integrante de la organización de la Coordinadora Nacional de Mujeres de Pueblos Originarios; un espacio de toma de decisión, compuesto por mujeres de pueblos originarios y organizaciones indígenas de todo Chile que tiene como propósito promover la defensa y derechos de los pueblos y las mujeres indígenas. Foto: Cortesía Wechekeche Ka Itrofillmongen.

 

Rayén Rupayan es una joven mapuche, integrante de la organización de la Coordinadora Nacional de Mujeres de Pueblos Originarios; un espacio de toma de decisión, compuesto por mujeres de pueblos originarios y organizaciones indígenas de todo Chile que tiene como propósito promover la defensa y derechos de los pueblos y las mujeres indígenas.

Además, es fundadora de Wechekeche Ka Itrofillmongen, (que se traduce al español como "jóvenes y biodiversidad"), una organización orientada a crear espacios donde  las juventudes indígenas puedan visibilizar su diversidad y se reconozcan sus derechos, necesidades y formas de expresión, al tiempo que trabajan por la defensa y promoción de los derechos de la biodiversidad y los pueblos originarios.

Rayen quien también es participante del Programa Originarias, desde el mencionado espacio, y a través del Proyecto Género, Ambiente y Cambio Climático: potenciando acciones eficientes, justas y efectivas de ONU Mujeres, participó de la Reunión Iberoamericana de Organizaciones de Mujeres, Feministas e Indígenas de América Latina y el Caribe, para la 16ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), organizada por ONU Mujeres, la cual tuvo como objetivo la comprensión común sobre la igualdad de género y los derechos humanos de las mujeres indígenas en la implementación del Marco Mundial de la Diversidad Biológica, así como en el objetivo cuatro del Plan de Acción de Iberoamérica sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

 

¿Qué te motivó a fundar la organización de jóvenes indígenas Wechekeche Ka Itrofillmongen?

Esta organización fue fundada en 2020, en plena pandemia, por un grupo de jóvenes indígenas, principalmente mujeres mapuches entre 14 y 18 años. En ese contexto, Chile vivía el proceso de ratificación del Acuerdo de Escazú, un acuerdo internacional significativo en términos de derechos a la justicia y protección de defensores ambientales. Sin embargo, observamos que a lo largo del texto del acuerdo solo se menciona explícitamente a los pueblos indígenas en dos ocasiones, lo que nos llamó la atención ya que en nuestros territorios los pueblos indígenas son quienes han enfrentado mayor vulnerabilidad en los procesos de justicia climática.

Este interés nos motivó a trabajar en la promoción del Acuerdo de Escazú, a pesar de las dificultades de la pandemia, que acentuaron el aislamiento de las comunidades ya marginadas. Las redes sociales nos permitieron mantener la cercanía y fortalecer nuestro trabajo, a pesar de estar en diferentes regiones. Algunas jóvenes estaban en la región metropolitana, otras en el sur de Chile, y aun así logramos conectarnos y formar esta organización.

¿Cómo valoras tu participación en la Reunión Iberoamericana de Organizaciones de Mujeres, Feministas e Indígenas de América Latina y el Caribe para la 16ª Reunión de la Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)?

Esta invitación la recibimos como un reconocimiento al trabajo que hemos realizado desde el colectivo. Consideramos esencial visibilizar los liderazgos que están surgiendo en nuestros territorios. Además, es una gran oportunidad para conectarnos con organizaciones indígenas de otros países de la región, ya que nuestro propósito es expandir nuestras articulaciones a otros territorios yEsta oportunidad llegó en el momento adecuado. Asistiré en representación de Wechekeche Ka Itrofillmongen, pero también en nombre de todas esas mujeres que no tienen la oportunidad de alzar su voz. Buscamos visibilizar estas temáticas y conectar con compañeras de otros lugares, dándonos cuenta de que quizás no estamos tan solas en este territorio llamado Chile, y que podemos formar alianzas para trabajar de manera colaborativa.

Si descubrimos que enfrentamos las mismas problemáticas a pesar de estar en distintos territorios, sería impactante, aunque también habría un rayo de esperanza al saber que estamos tomando acciones, que no solo las hacemos por nosotras o nuestras abuelas, sino pensando en las futuras generaciones, en los niños y jóvenes que crecen en estos territorios, mayormente rurales. Es fundamental entender que la biodiversidad también forma parte del patrimonio de los pueblos indígenas y esta es una idea que debemos compartir y reforzar en estos espacios internacionales

Desde tu punto de vista ¿por qué es importante promover la participación de jóvenes indígenas en espacios de conversación política, cultural, social, entre otras?

Este año tuvimos la oportunidad de participar en varios procesos de consulta indígena, un derecho por el que las comunidades han luchado mucho. Los jóvenes, especialmente los miembros de nuestra organización y de grupos afines, han estado involucrados en todas las etapas de estos procesos: desde la deliberación y la obtención de información hasta la consulta misma. Los adultos han reconocido que la juventud juega un papel esencial en la protección de los conocimientos ancestrales, las lenguas y las tradiciones.

El trabajo intergeneracional es clave para la conservación del patrimonio indígena, el cual es único para cada comunidad. Cada uno define su patrimonio de manera particular y para nosotros, nuestra mera existencia en estos territorios es un testimonio de ese patrimonio vivo. La juventud tiene la responsabilidad de reivindicar y protegerlo, no como algo que deba estar encerrado en un museo o tras una vitrina, sino como una herencia que se vive y se reafirma cada día.

¿Cuáles son los desafíos que deben enfrentar las mujeres indígenas en los diversos espacios de participación?

Partiendo por reconocer la diversidad y las diferencias, aún existen espacios con estructuras patriarcales que no valoran adecuadamente el rol de la mujer, especialmente en liderazgo, formación y el mantenimiento de la familia. Es un logro que debemos reconocer, especialmente en aquellas mujeres que dedican su vida a estos roles, tanto dentro de la familia como en espacios políticos y externos, donde es especialmente difícil.

Como jóvenes, nos hemos enfrentado a grandes desafíos en estos espacios, donde a menudo se nos minimiza y nuestras problemáticas no se consideran relevantes para las agendas públicas ni para la formulación de nuevas políticas. También la falta de datos que reconozcan estas diferencias en vulnerabilidad e injusticia es una de las brechas más grandes que enfrentamos las mujeres indígenas a nivel internacional. Existe la percepción de que las mujeres indígenas somos iguales a todas las demás mujeres, que compartimos una forma de vida similar o que entendemos las relaciones de la misma manera, pero la realidad es que América Latina es uno de los territorios más diversos del mundo, tanto en ecosistemas como en pueblos indígenas. Por ello, es crucial reconocer la interseccionalidad y diversidad de las mujeres, especialmente de las mujeres y niñas indígenas. Este es un desafío importante que debemos abordar para lograr un reconocimiento integral de nuestras realidades y necesidades.

¿Cuál es el rol de las mujeres indígenas en la conservación y protección del patrimonio natural de los pueblos originarios?

Por un lado, las mujeres representan una gran parte de nuestras comunidades, y por otro, a nivel de conocimientos ancestrales, las mujeres han sido reconocidas como portadoras de sabiduría que conecta el pasado, el presente y el futuro. Esto les ha otorgado un rol crucial en la formulación de políticas públicas, ya que su perspectiva integral les permite planificar con una visión a largo plazo, influenciada por las relaciones familiares y comunitarias que gestionan. No es un juicio, sino una observación: la capacidad de las mujeres para establecer conexiones con otros territorios y organizarse ha sido fundamental. Un ejemplo histórico es Bartolina Sisa, quien estratégicamente forjó alianzas con otros territorios, demostrando que cuando se cuenta con menos recursos, es vital maximizar su uso para asegurar un futuro mejor.

Las mujeres indígenas, y las mujeres en general, son la primera línea de defensa frente a desastres naturales y otras crisis. Instintivamente, son las primeras en resguardar a sus familias, organizándose y formando redes de apoyo. Aunque no quiero reducirlo a una cuestión biológica, es evidente que las mujeres poseen una capacidad única para articularse y responder en momentos críticos.

¿Qué mensaje te gustaría compartir a otras mujeres indígenas de América Latina y el Caribe?

En este momento, soy una mujer indígena más que se esfuerza por visibilizar el trabajo de su organización, su comunidad y su pueblo. Como yo, hay muchas otras mujeres indígenas que están haciendo un trabajo incansable de incidencia, formación y resistencia de distintas maneras.

Mi mensaje para las nuevas generaciones de mujeres indígenas es que, si alguna vez tienen la oportunidad de conversar con otras jóvenes, lo hagan. Es crucial que las mujeres indígenas que ya han formado sus familias, que son mayores y que han acumulado sabiduría a lo largo de los años, extiendan esa sabiduría a las más jóvenes. Ellas ya saben quiénes tienen un potencial importante, pero necesitan apoyo para continuar por ese camino. No permitamos que lo recorran solas.

El trabajo que hoy realiza nuestra organización, Wechekeche Ka Itrofillmongen, es posible gracias a que mi madre, mi tía, mi abuela, y las familias de mis amigas y amigos estuvieron ahí antes que nosotros. Este camino hacia la justicia no se recorre solo y ese debe ser un principio fundamental en nuestra lucha. Estamos aquí para acompañarnos, para apoyarnos, y para asegurarnos de que el legado de nuestras ancestras continúe vivo en las generaciones futuras.

 

Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas.