Mujeres colombianas avanzan hacia la construcción de la paz

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Son miles las mujeres que en Colombia buscan la verdad sobre lo que pasó con sus seres queridos desaparecidos en el marco del conflicto interno. Y son muchas otras las que, impulsadas por hacer de su liderazgo una oportunidad para ayudar a sus comunidades, consolidan cada vez más la paz en sus territorios.


En el municipio de Vista Hermosa, departamento del Meta, un proyecto buscó la generación de entornos protectores para el acceso a los derechos económicos, sociales y culturales de las mujeres jóvenes y adultas, víctimas del conflicto armado colombiano en esta zona del país. Lo que cuentan las mujeres es que logró fortalecer sus capacidades emocionales, psicosociales y políticas para su incidencia en la paz de sus territorios.

Hablamos con dos de ellas: Ludivia Rey, quien desde 1985 busca a su madre desaparecida en el marco del conflicto y quien avanzó con el proceso formativo y psicojurídico para la documentación de casos de violencia sexual y desaparición forzada en el marco de la iniciativa para llevarlos ante el Sistema Integral de Justicia. Y con Jenny Arboleda, joven participante de la Escuela de formación política ‘Yo puedo: género, juventud y liderazgo para la paz’.

Ludivia Rey: ‘este proyecto nos dio esperanzas de tener noticias sobre nuestros seres queridos’

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Foto: Cortesía Ludivia Rey

“Mi madre desapareció el 15 de enero de 1985 mientras iba hacia Granada, Meta. Yo estaba muy pequeña, pero ha sido un dolor con el que he vivido toda mi vida. Las cosas que recuerdo de mi madre sean muy pocas. Al principio hubo muchos inconvenientes para poder poner la denuncia de desaparición porque creían que mi familia y yo estábamos buscando aprovecharnos económicamente de la situación. Con el paso del tiempo nos rechazaron el caso porque no se ha podido identificar qué grupo armado es el responsable de la desaparición de mi madre. Hemos avanzado con las muestras de ADN para que las autoridades las tengan por si en algún momento encuentran algunos restos de ella, pero hasta ahora estamos como en 1985: no sabemos nada sobre lo que pasó con mi mamá.

Uno vive con zozobra todos los días. Sin embargo, participar en este proyecto me ayudó para conocer a otras hijas, esposas, madres, sobrinas, quienes, como yo, buscan a sus seres queridos desaparecidos en el marco del conflicto. Es muy duro porque uno siempre guarda la esperanza de tener una buena noticia de sus familiares y encontrarnos en este espacio fue fundamental.

Además de conocer a otras mujeres que están pasando por un dolor igual o similar que el propio, este proyecto nos brindó apoyo psicológico y jurídico para hacer valer nuestros derechos como víctimas, muchas veces tan vulnerados por los desafíos que representa acceder a la justicia. El proyecto nos hizo guardar la esperanza de que algún día sabremos finalmente qué pasó con nuestros seres queridos. Aprendimos cómo funciona el Sistema Integral de Justicia y cómo documentar los casos de nuestros familiares para llevarlos ante la justicia. Eso nos ha empoderado y hemos creado lazos con las demás mujeres que también buscan verdad”.

Jenny Arboleda: ‘las mujeres jóvenes somos el futuro para la paz del país’

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Foto: Cortesía Jenny Arboleda

“Vista Hermosa ha sido un pueblo muy golpeado por el conflicto. Son miles de familias que cargan con un dolor inmenso porque sus familiares fueron desaparecidos o por muchos casos de violencia sexual. Al participar en la escuela de liderazgo, una toma más consciencia de todo esto y de la importancia de que los y las jóvenes luchemos por nuestros derechos, que nos superemos, que seamos valientes. Por mi parte, todos los conocimientos que adquirí y que tenían que ver sobre cómo funciona el Sistema Integral de Justicia y qué puedo hacer para aportar a la paz como mujer joven, los he replicado en otros espacios en los que participo. Así son cada vez más las mujeres como yo que tomamos consciencia de nuestro potencial. Son tiempos difíciles para los jóvenes por la violencia que se vive en muchos lugares del país y estos conocimientos nos permiten avanzar en la protección de nuestros derechos.

Con ese empoderamiento que nos brindó la escuela, la idea es que nos unamos con las compañeras del proyecto y convoquemos a más mujeres del municipio para que las autoridades nos escuchen, para que no nos subestimen como lideresas: hay que insistir para sacar a la comunidad adelante. Las mujeres jóvenes somos el futuro para la consolidación de la paz en Colombia y la escuela nos permitió tomar consciencia de eso”.

El proyecto se realizó en el marco de la Iniciativa de Promoción de Género y Juventud (GYPI, por sus siglas en inglés). El Fondo para la Consolidación de la Paz (PBF) del Secretario General de las Naciones Unidas, ONU Mujeres y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos desarrollaron un Modelo territorial de garantías de no repetición y de empoderamiento de mujeres y jóvenes para su acceso al Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR). Este proyecto cuenta con un presupuesto de 1.5 millones de dólares.

La iniciativa logró involucrar a organizaciones de víctimas, mujeres y jóvenes con experiencia en acompañamiento psicojurídico a víctimas de violencia sexual y desaparición forzada y en procesos formativos para el fortalecimiento de la participación ciudadana, incidencia y construcción de paz territorial, como lo fueron la Corporación Sisma Mujer, la Asociación de Mujeres Desplazadas del Meta (Asomudem) y la Corporación Yo Puedo. Estas entidades lograron vincular y promover el empoderamiento de 5293 mujeres jóvenes, urbanas y rurales del municipio de Vista Hermosa, que en su mayoría son víctimas del conflicto.

 

Con la Corporación Sistema Mujer se lideró el acompañamiento psicosocial, jurídico, la recolección de información y la sistematización de cuatro informes presentados al Sistema Integral de Justicia. En este proceso vincularon a 117 mujeres de Vista Hermosa para la recopilación y sistematización de testimonios, de las cuales 74 compartieron sus historias para documentar sus casos y entregarlos al Sistema, siendo 65 de ellas víctimas de desaparición forzada y 9 víctimas de violencia sexual.

Desde el proceso con la Corporación Yo Puedo se presentó un informe a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre reclutamiento y desaparición forzada, un diálogo social con la Comisión de la Verdad y recomendaciones de búsqueda con jóvenes con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas.