Hay un largo camino por recorrer: Tres mujeres comparten sus historias de superación de la violencia política en Colombia
Colombia enfrenta un rezago mayor en participación de mujeres en política con relación a América Latina y el mundo. Las mujeres colombianas sólo ocupan el 20% de los escaños en el Congreso, mientras que el promedio global de participación de las mujeres en los parlamentos es del 26% y el promedio de América es del 33%.Fecha:
Foto: Cortesía de Johanna Melissa Rodríguez.
Uno de los principales retos es la violencia contra las mujeres en la política, que ha contribuido a frenar el camino de Colombia hacia la paridad en los puestos de elección y decisión.
Este año, para visibilizar la necesidad de aumentar la participación de las mujeres como candidatas en las próximas elecciones presidenciales y rechazar las diversas formas de violencia que enfrentan, ONU Mujeres, junto con el Estado colombiano, contrapartes internacionales, medios de comunicación y sociedad civil, promueven la campaña "Más mujeres, más democracia: rumbo a la paridad".
Cuando ejercen sus derechos políticos, las mujeres colombianas suelen enfrentarse a humillaciones, bromas sexualizadas, insultos, rumores sobre su vida privada y marginación. Las mujeres en política también experimentan la exclusión, las constantes interrupciones en los debates legislativos y la insuficiente financiación de sus campañas electorales.
Johanna Melissa Rodríguez, María Camila Suárez y Mercedes Tunubalá son tres colombianas que han trabajado durante años para cambiar la política en su país, rompiendo estereotipos y enfrentándose directamente a contextos machistas y discriminatorios.
Tunubalá es la primera mujer indígena elegida como alcaldesa del municipio de Silvia, en el departamento del Cauca. Vestida con su traje tradicional misak, que siempre lleva con orgullo, Tunubalá señala que se ha encontrado con múltiples formas de discriminación: "Me han menospreciado por mi forma de vestir; me han atacado por ser mujer; hay funcionarios que nos ignoran porque nuestra visión del desarrollo no es la misma. Incluso se burlan de nosotras en las redes sociales", explica.
Durante su campaña al Concejo de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander, en 2019, Suárez no solo se sintió maltratada por su partido, sino que dice que otro candidato le pidió que se retirara, afirmando: "'A mí me van a creer más que a ti porque soy hombre y tengo dinero, así que retírate', me dijo. Siempre nos dicen a las mujeres que nos retiremos. Los hombres no se dicen eso entre ellos".
Foto: Cortesía de Mercedes Tunubalá.
Rodríguez, Suárez y Tunubalá dicen que también tuvieron que hacer sus campañas políticas prácticamente solas.
"Durante mi primera campaña a la Asamblea, recibí una cantidad mínima de dinero del partido... pero en las demás elecciones, si hubo financiación, nunca vi un afiche ni dinero para mi campaña", dice Rodríguez. Lleva 17 años haciendo política en el departamento de Putumayo.
"Hicimos una campaña puerta a puerta sin dinero, sin prometer proyectos públicos, pero explicando las necesidades y educando a la gente", dice Tunubalá, con una sonrisa que refleja su orgullo por haber derrotado a sus oponentes mediante la pedagogía.
Rodríguez y Tunubalá coinciden en que solo pudieron perseverar haciendo caso omiso de los actos violentos que encontraron durante sus campañas o su trabajo después de ser elegidos.
"Fabricaron chismes para dañar mi honra. Incluso la Presidenta de la Asamblea me apagó el micrófono durante las sesiones, no me dejó hablar", dice Rodríguez.
Suárez se enfrentó a ataques similares, pero admite que la afectaron: "Se inventaron tantas cosas que al final de la campaña me deprimí y me aislé durante cinco días".
Foto: Cortesía de María Camila Suárez.
En Colombia, la violencia contra las mujeres en la política apenas comienza a salir a la luz. Según el estudio Mujeres y participación política en Colombia: Fenómeno de la violencia contra las mujeres en política, realizado por el Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), el 63% de las mujeres encuestadas declararon haber sido víctimas de violencia.
Sin embargo, no existen cifras oficiales sobre la violencia contra las mujeres en la política en el país.
Aunque Colombia aún no ha adoptado un marco legal para abordar la violencia contra las mujeres en la vida política, existe un proceso institucional que orienta a las víctimas para que denuncien y reciban apoyo hasta que se resuelva su caso.
"La ley para la representación de las mujeres está ahí, pero no se reconoce la necesidad de las mujeres en la política. Queda mucho camino por recorrer", dice Suárez. "Hay que hacer pactos entre mujeres para apoyarnos porque, independientemente de las visiones políticas, nuestra experiencia como mujeres es necesaria en la política".
Colombia tiene una cuota de representación femenina del 30% desde hace una década; sin embargo, para el periodo 2018 - 2022, de 279 curules en el Congreso, solo 56 están ocupadas por mujeres.
Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas. |