Educación+Arte: la fórmula contra la Violencia Sexual en el Caribe de Honduras
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La Ceiba, Atlántida.- "Me gustaría ayudar a las mujeres que sufren de abusos y violencias, aunque estoy muy pequeña para eso, pero quiero ir caminando hacia esa dirección para que cuando sea más grande poder hacerlo", expresó Génesis Abigail Murillo Reyes, de 12 años, estudiante del Centro Modelo de Educación Básica “Guadalupe de Quezada" de la Ceiba, y ganadora del primer lugar de un concurso de Afiches.
Génesis fue una de las niñas, niños y adolescentes que formaron parte del Proyecto EducArte para EmpoderArte implementado por el Centro de Promoción en Salud y Asistencia Familiar (CEPROSAF), con sede en La Ceiba, Atlántida, donde participaron un total de 160 estudiantes en las capacitaciones de prevención de violencia sexual pertenecientes a 10 centros educativos. Los estudiantes, recibieron capacitaciones sobre la prevención de la violencia sexual y fueron invitados a participar de un Concurso de Cuento y Afiche que dieron lugar a la elaboración de 12 piezas (6 cuentos y 6 afiches) premiando a los primeros lugares en ambas categorías.
Según el Estudio Nacional de Tolerancia Social e Institucional de la Violencia hacia Mujeres, Niñas y Adolescentes (ENTSIVCMNA), lanzado a inicios de mayo de 2022 por la Iniciativa Spotlight, una alianza global entre la Unión Europea y el Sistema de las Naciones Unidas, se percibe que el 36.9% de las MNA en Honduras, en algún momento de su vida, han recibido ataques físicos tan fuertes que han puesto en riesgo su vida.
El adultocentrismo1 es la norma social que tiene mayor grado de instalación en Honduras 67,6%, seguida por los roles rígidos de género con un 51.8%, y por la apropiación del cuerpo y la sexualidad de las mujeres 50.1%. Estas creencias normativas sexistas muestran una clara percepción de que la autonomía física de las mujeres debería ser controlada por sus padres y que, desde temprana edad, la sociedad empieza a manifestar mecanismos de control de las niñas y adolescentes, que parecen tener un amplio arraigo y respaldo cultural.
Una de las repercusiones de la aceptación de esas normas sociales es el abuso sexual en menores de edad, que ya era una emergencia de carácter nacional desde antes de la pandemia de covid19, como lo señalaba la Encuesta en Demografía y Salud (ENDESA) 2011-2012, apuntando que el 26,3% de las adolescentes de 15 a 19 años del Departamento de Atlántida, había estado embarazadas alguna vez.
De acuerdo con el estudio “Vivencias y relatos sobre el embarazo en adolescentes”, presentado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Plan Internacional, a nivel Latinoaméricano, Honduras ocupa el segundo lugar en maternidad adolescente con 62 nacimientos por cada 1,000 niñas adolescentes entre 15 y 19 años y quienes por lo general viven en situación de pobreza.
EducArte para EmpoderArte
La Iniciativa Spotlight ha orientado su foco de trabajo en varias ciudades importantes de Honduras, entre ellas La Ceiba, Atlántida, a traves de proyectos que invitaron a las organizaciones a utilizar el Arte, las Tecnologías de la Información y la Cultura para abordar las violencias que afectan a las mujeres y las niñas. El proyecto “Educarte para Empoderarte” que tuvo como objetivo proporcionar a niñas, niños y adolescentes con información para prevenir el abuso sexual en coordinación con la Departamental de la Secretaría de Educación y la coordinación con la Red de Defensoras de Derechos Humanos que trabajan con éste énfasis. El proceso formó sobre los diferentes tipos de abusos que pueden confrontar las niñas, niños y jóvenes en la escuela o en la comunidad.
Este proyecto fue impulsado por la Iniciativa Spotlight entre 2020 y 2021 bajo la implementación de CEPROSAF en asocio con el Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, Filial La Ceiba, trabajando de manera coordinada con el Programa Ciudad Mujer específicamente con los Módulos de Adolescentes y Módulo Infantil, la Alcaldía Municipal a través de la Biblioteca, la Secretaría de Educación por medio de la Dirección Departamental de Educación de Atlántida, y con con 10 centros educativos; este proyecto contó con el acompañamiento de la Red de Mujeres Defensoras impulsada desde CEPROSAF que tiene presencia en las aldeas de Sambo Creek, Río María, Piedra Pintada y el sector Este de la ciudad, donde se trabaja con 9 clubes de niñas y adolescentes.
“Se tiene que parar ya que las mujeres no son un objeto, se tienen que tratar con igualdad”
Génesis explicó que su dibujo representa a una mujer que está a punto de ser golpeada ya que eso suele pasar mucho, “y dadas las capacitaciones que recibí, eso no está bien, se tiene que parar, ya que las mujeres no son un objeto, se tienen que tratar con igualdad".
Para Génesis, es importante que desde temprana edad los niños, niñas y jóvenes estén informados sobre cómo evitar la violencia contra mujeres y niñas, y desea que estos procesos formativos se repitan para otras y otros niños.
“Principales retos del proyecto desarrollado en pandemia”
Thelma Clavasquín, directora del Centro Escolar Básico Gustavo A. Castañeda, señaló que “EducArte para EmpoderArte”, fue abrazado con mucho entusiasmo porque permitió capacitar a los y las estudiantes y a muchos y muchas docentes, pero el proyecto ha llegado más lejos con las réplicas realizadas en las Escuelas para Padres, donde toda la comunidad educativa estuvo involucrada.
Clavasquín resaltó que los temas abordados suelen ser un reto “porque no se tocan en el hogar, entonces es la escuela la única llamada para abordar estos temas, y así sensibilizar a nuestra población”, a lo que luego agregó: “A veces algunos padres de familia piensan que estas cosas no ocurren”.
“Yo agradezco este proyecto y estoy segura de que las diez escuelas que participaron también lo aprecian y querrán que se continúe porque hay muchos niños y niñas que sufren abusos y a veces hasta piensan que es normal, pero a través de las capacitaciones se dan cuenta de que no lo es”, señaló la Directora y agregó que una vez escuchó a una madre de familia agradecer una capacitación porque no sabía sobre esos abusos: “Eso es impactante, estamos llegando a otra población”.
“la virtualidad permitió entre todas las limitaciones; llegar a los hogares, logrando que participaran los padres y madres de las niñas y niños”
Ina Díaz, Subdirectora de Programas y Proyectos de la Dirección Departamental de Educación de Atlántida, reconoció que el proceso sirvió para ayudar a los docentes a identificar comportamientos de niños y niñas que, posiblemente, hayan sido abusados: “Creó las competencias”, consideró. Además, capacitó a niños y niñas sobre los diferentes tipos de delitos sexuales. Gracias a esto lograron expresarse a través del arte, con dibujo y cuento. Muchos y muchas no tenían competencias para dibujar o escribir, pero simplemente comunicaron y no tuvieron dificultad en expresarse.
Díaz también destacó que el proyecto llegó a diferentes poblaciones tanto urbanas como rurales que incluyeron niños y niñas garífunas y mestizas y con la donación de recargas se logró apoyar a niños y niñas que suelen ser de escasos recursos.
Es importante reconocer aquello que la virtualidad permitió a pesar de las limitaciones: llegó a los hogares y logró que participaran padres y madres de niñas y niños. “Esas familias ahora conocen cuáles son los delitos que antes no percibían como tales y no sabían a dónde acudir; ahora saben cómo prevenirlos y trabajar en la prevención”, explicó Díaz y agregó: “En las mismas capacitaciones los niños mencionaban que ellos habían visto situaciones parecidas, la misma familia e incluso los mismos docentes lo reconocían y las denuncias de este tipo aumentaron”.
“Es como tener un mini libro sobre algo que salió de mi mente y eso me hace sentir especial”
Mirna Carolina Jankwoski Castellón, escritora del cuento “Nuestro pequeño secreto”, tiene 17 años, es estudiante del Instituto José Valentín Vásquez, ganadora también de uno de los premios en esta categoría, cuenta que para su historia se inspiró en una serie sobre hermanos e incesto.
Para Mirna, el proyecto le sirvió para expandir el conocimiento y debatir con otras y otros niños. Sobre su participación en el concurso, la joven rió y comentó que su mamá fue la que más se impresionó porque nunca había visto un trabajo suyo: “Fue la que más me felicitó”. Pero sobre todo, Mirna se siente feliz y orgullosa de poder ver una primera pieza de su autoría: “Es como tener un mini libro sobre algo que salió de mi mente y eso me hace sentir especial”.
También confesó que le gustaría ser escritora porque tiene mucha imaginación:“Me facilita mucho a la hora de escribir un cuento”, pero también envió un mensaje a las niñas que la puedan leer, pidiéndoles que no se rindan si tienen un sueño, aunque las cosas sean difíciles, y si sufren algún tipo de violencia o acoso, “no se callen porque el dolor emocional es peor que el dolor físico, el dolor emocional dura más”.
“Hay niños y niñas que prefieren estar en el Centro Educativo que en su casa, asaber qué estarán pasando, pero esto les permite encontrar ese apoyo”
Ana Salinas, directora Departamental de Educación de Atlántida, respecto a la pandemia y sus dificultades, remarcó la posibilidad de que las y los estudiantes pudieran estudiar: “Con este proyecto logramos mantener conexión no solo virtual, sino también la relación personal con ellos y ellas”.
Gracias al proyecto también se han podido identificar ciertas actitudes que ya son atendidas con apoyo psicológico. “Hay niños y niñas que prefieren estar en el Centro Educativo antes que en su casa, quién sabe por qué estarán pasando, pero esto les permite encontrar ese apoyo”, remarcó Salinas. Además, destacó la forma en que los padres y madres se volvieron por primera vez tutores, y reconocieron que no se imaginaban que sus hijas e hijos estaban expuestas a este tipo de delitos.
Salinas también destacó que es necesario llegar a otras personas y grupos para que haya sostenibilidad: “Se debe calendarizar y ver fechas y actividades donde se pueda implementar en los otros centros”, y agregó: “También estamos viendo la manera de gestionar los premios para los concursos a través de la empresa privada y nuestra mesa de cooperantes, son importantes para llegar a más jóvenes”.
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1 Adultocentrismo: Hegemonía entre personas adultas de una sociedad que tienen el poder y la referencia de visión del mundo y es construida a través del patriarcado. Se caracteriza por relaciones de dominación sobre las mujeres y las personas cuya edad está por debajo o por encima de la que se considere que dura la etapa adulta.
Luis Alfredo Hercules luis.hercules@unwomen.org
Equipo de Comunicaciones
ONU Mujeres Honduras