Küyenray Rupayan: “A todas las niñas indígenas: no permitan que los estereotipos y el adultocentrismo les quiten espacios de participación”

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Küyenray Rupayan es una joven programadora mapuche de 16 años. Actualmente se encuentra trabajado en su nueva aplicación llamada KüMente, una app sobre salud mental que busca entregar alternativas de medicina natural mapuche para las mujeres y niñas. También se desempeña como directora de la Asociación de Mujeres Jóvenes por las Ideas (AMUJI) y coordina la organización Wechekeche Ka Itrofillmongen. También es coordinadora de jóvenes indígenas por el medio ambiente.

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La joven además participa del área de interculturalidad del programa Originarias de ONU Mujeres, como cantora tradicional. Desde las áreas de la ciencia, la tecnología y las artes busca contribuir a una transformación social en la que las niñas indígenas puedan participar de manera plena, colocando en el centro su capacidad de organización, su liderazgo y su potencial para alcanzar un futuro igualitario y sostenible sin dejar a nadie atrás. 

¿Cómo nació tu interés por la tecnología?  

Yo partí a estudiar robótica en el colegio por el simple interés de aprender, y con el objetivo de ocupar mi tiempo en algo entretenido mientras esperaba a mi mamá después de clases.  Luego me fasciné con la programación de aplicaciones, esto es lo que más me apasiona ahora, con mi proyecto Kümente.  

Cuéntanos acerca de tu nuevo proyecto Kümente 

Actualmente estoy trabajando en una aplicación que se llama Kümente, es un juego de palabras, Küme que en mapudungun significa bueno, y mente en español. Es una aplicación que está en desarrollo y que quiere aportar a la salud mental de mujeres y niñas, basada en medicina natural y actividades representativas de pueblos originarios. Actualmente la estoy trabajando en mapudungun y español.  

Yo siempre quise desarrollar una aplicación de salud mental, y luego pensé que podía tomar mis raíces, mis conocimientos medicinales ancestrales de mi cultura y utilizarla para que gente como yo, que sufre de trastorno depresivo u otros, pueda salir adelante sin medicación tan química, utilizando alternativas más naturales como plantas o simplemente actividades que te mantengan entretenida; ahí nació Kümente. Nace por esa necesidad tan básica de sentirse bien. 

¿Por qué es importante la participación de las niñas indígenas en áreas STEAM? 

Porque las niñas y las mujeres indígenas tienen mucho que aportar, no solo desde las áreas STEAM, sino de ellas por separado, ciencia, tecnología, artes. Hay muchas áreas donde cada niña, cada mujer se diferencia de la otra y desde estas diferencias podemos aportar, como por ejemplo la aplicación que estoy desarrollando.  

¿Cuáles son los desafíos que deben enfrentar las niñas para participar de manera plena en estas áreas? 

Uno de los grandes desafíos que yo veo es que se nos abran espacios, porque la participación está, las ganas están. Muchos espacios se nos cierran no solamente por ser jóvenes, sino por ser indígenas. Si yo llego y me presento, mari mari inche Küyenray pingey, no es lo mismo que yo diga, hola mi nombre es Flor de Luna; siempre me van a distinguir como si fuera algo raro o algo muy especial. 

Las áreas STEAM son muy grandes, muy abiertas y dispersas. Siempre puede haber un espacio donde una niña indígena pueda estar, y debería estar. Entonces faltan instancias que promuevan esta participación, estos espacios donde podamos desarrollar y potenciar nuestras habilidades en áreas tecnológicas.  

Además de ser desarrolladora de aplicaciones, también eres cantora tradicional. ¿Cómo fueron tus inicios y qué te motivó a convertirte en cantora?  

Empecé cantando en el coro del colegio. Estaba en primero básico cuando se abrió, pero era muy chica para entrar; entonces comencé a practicar con un compañero hasta que, en tercero básico, pude ingresar. Participamos de eventos corales dentro del colegio y participamos en una competencia de coro a nivel nacional. No ganamos, pero fue una linda experiencia. Luego empecé a cantar con unas amigas, tengo algunos covers. Desde muy chica canté. En mi casa les gusta mucho la música, entonces era muy difícil que uno no se supiera una o dos canciones de las que sonaban en la radio. 

¿Por qué es importante transmitir la cultura de tu pueblo originario a través del canto y de las artes? 

Porque si no, se va a perder ese conocimiento ancestral. Ya hemos perdido varias cosas, como por ejemplo la lengua. La cultura en sí se está perdiendo, se está degradando, cosa que no debería pasar. Yo, desde muy chica, intenté aprender, pero es muy difícil porque en los colegios no existe una educación intercultural que promueva la lengua de los pueblos originarios. Si uno quiere aprender, tiene que ir por la vía del autoaprendizaje o ir a territorio para aprender. Por eso canto, por eso promuevo el uso de la lengua mapudungun, para que nuestras tradiciones y nuestra cultura no mueran.  

¿Qué mensaje le darías a todas las niñas indígenas que, como tú, quieren desarrollar proyectos en áreas STEAM? 

A todas las niñas indígenas les diría que no permitan que los estereotipos y el adultocentrismo les quiten espacios de participación. Hay muchos lugares donde pueden participar y mostrar su talento. Por ejemplo, existe Wechekeche Ka Itrofillmongen, de la cual yo soy cofundadora. Ahí habrá espacio para cada niña, joven y adolescente que desee participar y que quiera conocer a otros jóvenes indígenas que participan dentro de estos espacios. Entonces, no se rindan.  Conozcan, aprendan, disfruten, descubran. Somos las nuevas generaciones, las voces del cambio.