Alejandra Egido: “Las mujeres afroargentinas son extranjerizadas, se les niega la existencia y padecen los límites ‘raciales’ desde los grupos de poder”

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Silvia Balbuena (izquierda) y Carmen Yannone (derecha) en escena durante la obra ‘No es país para negras II’. Foto: Teatro en Sepia

El arte y la cultura amplifican las voces de las mujeres y crean espacios de debate y reflexión para promover la igualdad de género y la diversidad. Con motivo del Día de las personas afroargentinas y de la cultura afro, una fecha que conmemora la muerte de María Remedios Del Valle, el 8 de noviembre de 1847, una de las pocas mujeres afrodescendientes que luchó por la independencia de Argentina, conversamos con Alejandra Egido, actriz afrocubana y fundadora de Teatro en Sepia, una compañía teatral que visibiliza las opresiones de las mujeres negras. Con el apoyo de ONU Mujeres, la directora estrena la obra ‘No es país para negras II’.

Alejandra es presidenta de la Asociación Civil de Mujeres Afrodescendientes en la Argentina y en 2016 impulsó el proyecto ‘Certificar nuestra existencia’, una experiencia de trabajo multidisciplinar en Ciudad Evita (La Matanza, Gran Buenos Aires) para conocer la vida de las mujeres afrodescendientes de la zona. El proyecto es pionero en el país porque focaliza en un grupo que se considera ‘desparecido’ y por usar métodos cualitativos –arte y antropología– y cuantitativos –encuestas– para realizar un abordaje complejo que tuviera en cuenta las necesidades de las propias protagonistas del estudio.

¿Cómo surgió Teatro en Sepia y cuál es su objetivo?
Teatro en Sepia (TES) surge en 2010 por la necesidad de visibilizar las luchas del movimiento afro y la población afroargentina. Nuestro objetivo es que el público se cautive a través del discurso poético del teatro y reconozca tanto el discurso dominante de blanquitud argentina que provoca la invisibilidad y el olvido de lo negro, como la estigmatización y la discriminación. Queremos ganar espacio de discusión pública a través de la escena y, sobre todo, proveer herramientas de empoderamiento a la población marginalizada a través de la reflexión artística, dedicándonos especialmente a representar en nuestras obras teatrales las opresiones de las mujeres negras.

¿Existen iniciativas similares en Argentina o en la región?
Hubo experiencias en Estados Unidos, Cuba, Brasil y en Argentina con la comedia negra de Buenos Aires, creada en 1987 por las afroargentinas Carmen y Susana Platero.

¿De qué trata la obra 'No es país para negras II'?
Es una comedia que cuenta la historia de tres mujeres que viven en una villa del Gran Buenos Aires y deciden mudarse juntas a la capital, con el objetivo de acompañarse y mejorar sus vidas. Enfrentan un altísimo alquiler, teniendo que hacer innumerables ‘changas’ y desafiar el múltiple rostro del racismo. Aunque se puede presentar en cualquier provincia, apunta al público teatral que tiene Buenos Aires. El objetivo es trabajar las opresiones que vivimos las mujeres negras en tono de comedia, romper con el esquema de que las personas afro solo existimos en la época colonial, contar nuestro hoy y ahora, como parte del pueblo, y darle carácter de heroínas, protagonistas y ‘personajas’ negras que en obras tradicionales serían personajes ocasionales sin historia ni textos, además de visibilizar lo racial, y el racismo.

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Foto: Teatro en Sepia

¿Qué otras obras destacas de Teatro en Sepia?
Creo que todas, pero destaco La Cadena Invisible de Carlos Ferrera, no solo porque es un monólogo muy bien escrito, sino también por el tema y la época en que se hace, ya que trata sobre una familia en la que el padre viola a sus hijas. Es un drama que cuenta la violencia en el ámbito privado que pocas veces sale a escena.

¿Cuál es el rol de la cultura en la prevención del racismo y la discriminación?
Explorar el mundo de las prácticas artísticas desafiando a los museos de arte, instituciones culturales, escenarios dancísticos, teatros y editoriales al cuestionar expresiones dominantes del arte y la producción cultural. Estos cuestionamientos se producen a partir de la crítica al racismo y a las diferencias sociales racializadas.

¿Cuáles son los estereotipos, las discriminaciones y violencias que enfrentan las mujeres afroargentinas?
Las mujeres afroargentinas son extranjerizadas por la sociedad argentina y son víctimas de una narración reprimida que muy pocas personas llevan consigo como “memoria” pero que la mayoría porta como “olvido”. Se les niega la existencia. Padecen los límites ‘raciales’ impuestos desde los grupos de poder.

¿Quiénes son tus referentes en el activismo feminista?
Sojourner Truth, Ángela Davis, Bell Hooks, Kimberlé Williams Crenshaw, Lélia González, Mara Viveros, Francia Márquez, Dorotea Wilson, Elvira Cervera, María Magdalena Lamadrid, Gloria Anzaldúa, Marielle Franco, Ochy Curiel, Yuderskys Espinosa, Marcela Lagarde, Rita Segato, Judith Butler, Melibea Obono, Karo Moret, Inés María Martiatu, entre otras. ¿Cómo valoras la participación de las mujeres afro en la sociedad civil? A través de la sociedad civil se ha conseguido que las mujeres negras asumamos que somos sujetas de derechos, lo cual no es poca cosa. Algunos países de la región han logrado establecer políticas públicas a favor de nuestras afrocongéneres.