Hace medio siglo las mujeres representaban apenas el 10 por ciento de las personas parlamentarias en todo el mundo. Hoy las mujeres representan el 26 por ciento de los escaños parlamentarios y por primera vez en la historia ni un solo parlamento en funcionamiento en el mundo está integrado solo por hombres.
No obstante, pese a que está aumentando la participación de las mujeres en la vida pública, hay mujeres que distan mucho de gozar de igualdad, particularmente las mujeres que históricamente han enfrentado formas múltiples de discriminación, como las mujeres
afrodescendientes, quienes siguen estando considerablemente subrepresentadas en todos los aspectos de la adopción de decisiones.
La buena gobernanza y la democracia requieren liderazgo y representación inclusivos. Aunque los hombres y las mujeres son igualmente responsables de que se logre la igualdad de género, si hay más mujeres en los cargos públicos esa mayor presencia puede influir en las políticas públicas y las prácticas institucionales y hacer que respondan a las cuestiones de género.
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Los desafíos
“Ser afromexicana y participar en política es comprobar que realmente eres una mujer afromexicana”, sentencia Hilda Margarita Guillen, feminista, activista y promotora de los Derechos Humanos de las Mujeres, quien actualmente es Síndica Procuradora del Ayuntamiento de Pinotepa Nacional, Oaxaca.
Cuando quiso postularse como candidata para diputada, ella vivía en el estado de Oaxaca y su desafío fue enfrentar argumentos como “no puedes porque no eres del estado, no eres de la población, no eres del municipio”. Según Hilda, su caso es particular dado que como su piel y sus ojos no son oscuros, tuvo un reto todavía mayor porque no tenía “el fenotipo”.
“Habemos muchas mujeres afromexicanas, afro mestizas o afro indígenas que tenemos que comprobar con testimonios, con un acta, con un documento de autoridad nuestra pertenencia”, asegura Hilda.
“Para que las mujeres afromexicanas podamos participar en política en condiciones de igualdad y de no violencia, lo que hace falta es sensibilizar a las instituciones para que en este proceso de participación nos abran las puertas. Nos hace falta sensibilizar a los varones. Hace falta en esos talleres, esa sensibilización de nuevas masculinidades donde las mujeres estemos presentes con los hombres para hacer equipo y hacer alianza”, propone Hilda y alerta sobre el machismo que no excluye a los compañeros afromexicanos que “nos ponen el pie, solamente por ser mujeres”.
“Tú, como negra, no, no tienes derecho a hablar. Tú, escucha y cállate”, es tan solo uno de los insultos que Julia Herrera Bustos tuvo que soportar. Ella es originaria de Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, servidora pública, regidora de desarrollo agropecuario, ecología y medio ambiente. Según Julia, enfrentar el machismo en los lugares públicos es la tarea y hay que aplicar la Ley orgánica. “Ahí hemos valorado lo que realmente nosotras como mujeres afromexicanas, qué tanto valemos y pues podemos tomar nuestras propias decisiones como mujeres afro. Tenemos voz y voto para defender nuestros derechos”.
Considera fundamental no tener miedo y confiar en lo que como mujeres saben hacer. “Si me propusieran ser candidata para presidenta, yo con gusto lo aceptaría. Les demostraría a los varones que tanto nos han humillado, nos han pisoteado, porque el machismo aquí en la costa de Oaxaca está fuerte, qué tan capaz soy para poder dirigir un municipio”, sentencia Julia.
| Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas. |