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En 2022 casi el 70% de las personas refugiadas a nivel mundial y que necesitaban protección internacional, provenían de 5 países: Siria, Ucrania, Afganistán, Sudán del Sur y Venezuela
En América Latina, la migración desde Venezuela hacia Colombia ha sido significativa. Casi 3 millones de personas en búsqueda de oportunidades. La migración tiene afectaciones diferenciadas en la vida de las mujeres ya que las expone a la violencia sexual y trata de personas, y en muchos casos deben enfrentarse a la xenofobia y a una carga adicional en las labores de cuidado.
Para afrontar estas adversidades, “Más allá de las banderas, somos mujeres”, una iniciativa de ONU Mujeres y la Oficina de Población, Refugio y Migración de Estados Unidos (PRM, por sus siglas en inglés), fortalece desde el 2022 el trabajo de las organizaciones de base de mujeres migrantes y de comunidades de acogida como una opción clave que convierte la migración en un motor de desarrollo para impulsar cambios en la sociedad.
Durante este tiempo, 24 organizaciones de base comunitaria en la Costa Caribe colombiana y en la frontera sur, en el departamento de Nariño, han participado en estrategias para la prevención de violencias basadas en género, fortalecimiento de redes de liderazgo y promoción de la autonomía económica. Además, tienen un anhelo en común: que Colombia sea un territorio donde las mujeres migrantes tengan la plena garantía de ejercer sus derechos.
Estas son algunas de esas historias.
Liderando la transformación en las comunidades en Soledad
“Emigrar ha sido lo más difícil para mí. No todo el mundo tiene la capacidad de adaptarse a otro lugar”, contó Mayerling Cordero, de 28 años, quien llegó a Colombia desde Venezuela, hace 5 años. Decidió emigrar al ver que su salario no alcanzaba para cubrir las necesidades básicas de su familia.
“Cuando llegué a Colombia fue muy hiriente la forma como los hombres se dirigían a mí por ser mujer y venezolana”, continúa Maye, como le dicen de cariño las personas más cercanas.
En el 2020, Mayerling se unió a los diálogos comunitarios de ONU Mujeres. Allí aprendió a detectar y activar rutas de atención en casos de violencia basada en género, y se sintió motivada para organizar reuniones con las mujeres migrantes. Al principio se hicieron en la sala de su casa; un espacio seguro para que se expresaran, liberaran tensiones y se empoderaran. Ahí socializó con las mujeres lo aprendido sobre violencia de género, procesos para la regularización migratoria y diálogo con instituciones públicas relacionadas al acceso a educación y salud.
Su determinación y liderazgo innato la llevó a fundar en el 2022 "Machis Entrelazadas", una organización que busca promover la seguridad, fortalecer la salud mental y el autocuidado de las mujeres y niñas.
“Somos un grupo de mujeres que nos apoyamos entre sí. Es un espacio que les permite encontrar un lugar seguro y recibir primeros auxilios psicológicos ante situaciones desafiantes mediante la confianza y apoyo mental cuando ellas más lo necesitan”, puntualiza Mayerling.
“Es muy importante que se siga fortaleciendo el liderazgo y la participación de los colectivos de mujeres porque les permite tener una voz más clara para comunicar las problemáticas de mujeres migrantes ante las instituciones del Estado”, finaliza Mayerling.
Movilizando el cambio en Cartagena
La imposibilidad de homologar un título profesional en Colombia y ser testigo de las diferentes violencias que sufren las mujeres migrantes, llevó a Yeily Hernández a crear el Movimiento de Mujeres Lideresas Venezolanas en Cartagena, el primero de su tipo en una de las ciudades más turísticas de Colombia.
“Ser migrante para mí representa una oportunidad en la que una persona puede volver a surgir dentro de otro país”, asegura Yeily Hernández, quien en Venezuela era enfermera, pero en Colombia ejerce el trabajo social.
“El movimiento surge con el objetivo de proporcionar a las migrantes un espacio donde puedan descubrir vías de atención ante la violencia de género. Además, busca reforzar su participación y liderazgo en las Juntas de Acción Comunal, así como en instancias como las juntas de mujeres emprendedoras y aquellas conformadas por mujeres que se reconocen", señala Yeily.
“Desde el movimiento de mujeres hemos participado en espacios importantes como la rendición de cuentas en la mesa migratoria y con la Oficina de Asuntos para la Mujer de Cartagena, lo que nos ha permitido levantar la mano para hacer veeduría sobre los recursos que se ejecutan para la garantía de los derechos de las mujeres”, agrega Yeili.
Su incansable trabajo y el del Movimiento de Mujeres Lideresas Venezolanas en Cartagena la ha convertido en referente de los derechos de las mujeres en contextos migratorios, llevándola a ser reconocida por el programa “Fuerza Latina” de la Deutsche Welle como una de las mujeres que inspira el cambio en Colombia y América Latina.
El empoderamiento económico en la frontera sur con Ecuador
“Migrar es para valientes, es como empezar desde cero”, relata María Lourdes Ferrebus, migrante venezolana que vive en Ipiales, el municipio fronterizo entre Colombia y Ecuador. La falta de oportunidades para ejercer la quiropráctica y ver cómo las puertas se le cerraban por ser venezolana, la llevaron a vivir en más de tres ciudades en Colombia.
A pesar de enfrentar obstáculos en la búsqueda de empleo, halló respaldo en la Fundación de Mujeres Empresarias Unidas, una de las organizaciones fortalecidas por ONU Mujeres y PRM, para superar sus dificultades. “Te asesoran, te impulsan, te motivan, te hablan de las prioridades al momento de tener tu negocio, aprendes de economía, a ahorrar y cómo transformar ese dinero para un sustento”, asegura María Lourdes.
“Antes, yo no pensaba tener mi propio consultorio, ni tener una recepción, ni irme a un Congreso Internacional. Ahora lo hago. No hay límite si tú crees en ti”, apunta María, quien ha fortalecido su autonomía económica con la ayuda de la Fundación de Mujeres Empresarias Unidas.
“A nivel personal quiero ayudar más a las mujeres, hacer talleres de sanación, en los que ellas se perdonen y no tengan límites al quererse a sí mismas”, comenta María.
Machis Entrelazadas (Soledad), el Movimiento de Mujeres Lideresas Venezolanas (Cartagena) y la Fundación de Mujeres Empresarias Unidas (Ipiales), ilustran el impacto transformador de las organizaciones comunitarias en contextos migratorios. Estas organizaciones evidencian la eficacia del trabajo y las soluciones frente a la compleja crisis migratoria abordada por la iniciativa "Más Allá de las Banderas, somos mujeres", destinada a mejorar la calidad de vida y los derechos de las mujeres en el territorio.
“Para ONU Mujeres y la Oficina de Población, Refugio y Migración de Estados Unidos, es un orgullo continuar respaldando los liderazgos de las mujeres migrantes y colombianas que impulsan iniciativas innovadoras y son agentes de cambio en sus comunidades”, señaló Bibiana Aído Almagro, representante de ONU Mujeres en Colombia.
| Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas. |