Claudia Hernández: de sobreviviente a líder en la lucha contra la violencia hacia mujeres y niñas

En Guatemala, donde la violencia contra las mujeres y niñas es un problema persistente, el caso de Claudia Hernández y su madre, Norma Cruz, se ha convertido en un ejemplo paradigmático de resiliencia y activismo. Tras sobrevivir a una experiencia traumática, Claudia transformó su dolor en una misión para ayudar a otras víctimas, apoyada por el incansable trabajo de su madre. 

Norma Cruz, reconocida defensora de los derechos humanos, fue cofundadora en 2003 de la Fundación Sobrevivientes después de que su hija, Claudia Hernández, fuera víctima de abuso sexual infantil. "Junto a mi mamá, creamos la Fundación Sobrevivientes para poder cambiar la realidad de violencia que se vive en nuestro país", explicó Claudia. Juntas, han dedicado sus vidas a combatir la violencia contra mujeres y niñas en Guatemala. 

Claudia, ahora directora ejecutiva de la Fundación, explicó: "Durante todo el proceso que llevé para alcanzar justicia, me di cuenta que había una necesidad de tener un espacio que pudiera ayudar a sobrevivientes y tener apoyo legal, así como apoyo para la recuperación y sanación".

La fundación ofrece servicios que van desde asesoría legal hasta programas de empoderamiento económico. "Es fundamental salir del círculo de la violencia y ver que podemos salir adelante", destacó Claudia. "Pasamos por situaciones difíciles, pero eso no nos debe definir", agregó y remarcó que la independencia económica es clave para romper el ciclo de la violencia. 

A pesar de los avances legislativos, la violencia contra las mujeres y niñas en Guatemala sigue siendo preocupante. En 2023, el Observatorio de la Mujer del Ministerio Público registró 42,227 víctimas de violencia contra las mujeres, incluyendo 10,958 niñas y adolescentes. Sin embargo, muchas víctimas no denuncian por temor a no ser escuchadas o por miedo a represalias. 

"Cuando las mujeres van a denunciar, a menudo les dicen: 'Eso no es violencia, ¿está segura?'", señaló Claudia. "Esto representa un reto grande que tenemos como país". La falta de apoyo institucional puede perpetuar el ciclo de violencia y la impunidad. 

Claudia subrayó la importancia de la educación para identificar y combatir la violencia. "Hoy en día tenemos muchos espacios para obtener información sobre qué es la violencia y cómo se manifiesta", dijo y agregó: "Es crucial reconocer conductas violentas en nosotras mismas y en otras, ¡nada justifica la violencia!". 

También hace un llamado a la sociedad para dejar de normalizar la violencia y cuestionar actitudes que la justifican. "Si yo estoy teniendo actitudes violentas, si yo lo estoy diciendo, entonces ahí tengo que poner un alto y decir no, esto no es correcto". 

La Fundación Sobrevivientes trabaja para fortalecer las instituciones encargadas de la investigación y persecución penal. Han capacitado a fiscales del Ministerio Público para abordar adecuadamente casos de femicidio y violencia sexual. "Estamos trabajando en materia de protección y fortalecimiento a la institucionalidad del Estado, con lo que buscamos aportar para acabar con los ‘cuellos de botella’ que limitan la atención integral y especializada a sobreviviventes", afirmó Claudia. 

Para finalizar, Claudia le envía un mensaje a las mujeres y niñas que han sufrido violencia: "No importa la violencia que hayan sufrido, lo que importa es lo que nosotras valemos y que tengamos la capacidad de resiliencia para salir adelante. Debemos que crear proyectos de vida porque la violencia no nos define". 

El caso de Claudia y Norma es emblemático a nivel mundial porque demuestra cómo una experiencia personal puede impulsar cambios significativos en la sociedad. Su labor ha trascendido fronteras, sirviendo de inspiración para otras organizaciones y activistas. 

La situación en Guatemala requiere especial atención. Según la Encuesta Nacional de Calidad y Bienestar de los Hogares² -ENCABIH-, el 34.48% de las mujeres y niñas de 15 años o más ha sufrido violencia sexual. En 2023, se registraron 62,036 nacimientos en madres entre 10 y 19 años, de los cuales 2,289 fueron en niñas de 10 a 14 años, evidenciando casos de violencia sexual en niñas³. 

"Estos números son alarmantes y reflejan la urgencia de implementar programas específicos y asignar partidas presupuestarias para acelerar la aplicación de las leyes", enfatizó Claudia. "No podemos permitir que más niñas y mujeres sufran en silencio". 

Claudia invitó a la sociedad a ser parte del cambio. "Lo primero es informarnos", insistió. “Al entender qué es la violencia y cómo se manifiesta, podemos tomar acción y ayudar a otras". También le pide a las autoridades que escuchen y actúen adecuadamente, pues "de esa manera se garantizará que las mujeres que deciden poner una denuncia se sientan en espacios seguros y, sobretodo, que sepan que no van a ser juzgadas”. 

Su historia es un testimonio del poder de la resiliencia y el activismo. " La violencia no nos define sino lo nuevo que vamos a hacer en nuestra vida.  (Por ejemplo) Poder ayudar a otras que posiblemente estén pasando por una situación similar", concluyó.  

 ¹ Organización que trabaja por contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres, la niñez y la adolescencia en todas sus formas, a través del combate a la impunidad y propiciando acciones de prevención. https://sobrevivientes.org/ 

² Encuesta Nacional de Calidad y Bienestar de los Hogares -ENCABIH- INE, 2024

³https://osarguatemala.org/registros-de-nacimiento-y-embarazos-en-madres-adolescentes-ano-2023/