Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas.
Ciencia sin límites: Ana Gracia Guerra y su misión de inspirar a nuevas generaciones
Ana Gracia Guerra es química bióloga, educadora y fundadora de Laboteka, un espacio en Guatemala que busca formar a las nuevas generaciones de científicas. Reconocida en Guatemala por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT) como una "heroína sin capa", Ana ha dedicado su carrera a la educación científica con un enfoque especial en la inclusión de niñas en este ámbito. Su historia refleja los desafíos y oportunidades para las mujeres en la ciencia y la importancia de fomentar vocaciones científicas desde edades tempranas.
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Según datos de la UNESCO, menos del 30% de los investigadores científicos en el mundo son mujeres. En Guatemala, esta cifra es aún menor. El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2025 enfatiza la necesidad de reducir esta brecha y promover entornos que impulsen la participación igualitaria de mujeres en la investigación y la innovación.
"Crecí en una familia que siempre valoró el conocimiento y el esfuerzo, pero también la creatividad y el soñar en grande", recordó Ana. Desde pequeña, su entorno fomentó la curiosidad y el aprendizaje experimental: "Uno de mis recuerdos favoritos es cuando cambiaron la refrigeradora en casa. Mientras la sacaban, para mí no era solo un electrodoméstico en desuso, sino una nave espacial con la que viajé a distintos planetas".
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A pesar de su pasión por la ciencia, Ana es consciente de las barreras que enfrentan las mujeres en este campo.
"La excelencia en la ciencia no sólo se logra con acceso a la educación, sino también con mentorías, oportunidades de desarrollo y entornos que inspiren y respalden el crecimiento profesional", explicó Ana. A lo largo de su trayectoria ha combinado su experiencia en microbiología, biología molecular y calidad analítica con un fuerte compromiso por la enseñanza. Su formación incluye postgrados en gestión de calidad y bancos de sangre, además de una maestría en administración industrial y empresas de servicios.
El informe de ONU Mujeres sobre la inclusión de mujeres y niñas en STEM destaca la necesidad de modelos a seguir y programas educativos accesibles. Ana comparte esta visión y ha trabajado activamente para crear espacios donde la ciencia sea accesible y estimulante para las niñas: "A través de Laboteka queremos romper los esquemas tradicionales de enseñanza y hacer que el aprendizaje científico sea una experiencia práctica y significativa".
La tecnología y la inteligencia artificial también juegan un papel clave en la evolución de la educación científica. "Las nuevas herramientas permiten explorar, aprender y desarrollar habilidades de forma más accesible. Sin embargo, es fundamental que el juicio crítico y el rigor científico sigan siendo la base del aprendizaje", advirtió Ana.
Para muchas niñas, el acceso a la ciencia sigue siendo limitado por barreras culturales y estructurales. La falta de representación de las mujeres y niñas en estos campos puede generar la percepción de que la ciencia no es un camino viable para ellas. "La ciencia no tiene límites y tu curiosidad es la llave que abre nuevas fronteras", reafirma Ana, y destaca la importancia de fomentar vocaciones científicas desde la infancia.
El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados y los desafíos pendientes. Mientras el mundo avanza hacia una mayor inclusión en la investigación y la innovación, historias como la de Ana Gracia Guerra demuestran que el cambio es posible cuando se apuesta por la educación, la mentoría y la inspiración. "Nunca dejes de explorar, porque el conocimiento transforma vidas", concluyó Ana, una científica que se abre camino para las generaciones futuras.