Isidora Guzmán: “Acción desde la inclusión, tomando en consideración la variedad de realidades que viven las mujeres en todo el mundo”

A sus 16 años, Isidora Guzmán, joven activista chilena, ya cuenta entre sus logros haber desarrollado una app que ayuda a las personas con discapacidad a encontrar estacionamientos adecuados en su municipalidad. Nació prematura, de seis meses de gestación, lo que derivó en una parálisis cerebral y una diplejía espástica que afectó su motricidad y la llevó a usar silla de ruedas. Ha centrado su activismo en la lucha por crear más conciencia sobre la discapacidad y así avanzar hacia una accesibilidad universal. Es consejera de Tenemos que Hablar de Chile y participa como embajadora del colectivo Tremendas en el área de inclusión, donde contribuye en la promoción de ciudades y comunidades sostenibles.

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 Foto: Cortesía Isadora Guzmán

¿Cómo y cuándo surge tu interés por el feminismo?

Creo que desde siempre estuve en un entorno que me enseñó lo valioso del feminismo, pues mis padres y mi abuela materna me educaron sin barreras ni estereotipos, enseñándome que nada ni nadie podía ponerme límites para alcanzar mis objetivos. Por supuesto que después conocería que aquellos valores tendrían base en un movimiento creado por mujeres luchadoras y aguerridas, que buscaban su libertad de un sistema que las llevaba años oprimiendo.

Recuerdo un episodio que marcó un antes y un después, que terminó dándome la energía que necesitaba para asegurarme sentir el feminismo como parte de mi vida. En el 2017, estuve fuera del sistema escolar por más de 7 meses. Durante ese periodo de exclusión escolar, en la búsqueda de otro establecimiento, sentía que no encajaba, que solo mi familia me entendía, fue entonces cuando descubrí que el feminismo y todo lo que este significaba tanto individual como colectivo, era una herramienta para reencontrarme conmigo misma, entendiendo que siendo mujer en situación de discapacidad podía alzar la voz sin importar mi edad.

Con el paso de los años profundicé mis estudios sobre este movimiento y decidí convertirme en una activista por la inclusión y en una feminista interseccional. La interseccionalidad sirve para poder analizar las características de cada persona y cómo estas pueden incidir en las posibilidades de exclusión o de tener una mejor situación.

¿Cuál fue tu participación en Foro Generación Igualdad?

Mi participación en el Foro Generación Igualdad fue en panel de “La educación de las niñas” allí, junto a otras activistas, debatimos sobre el rol de la educación en el avance hacia la equidad de género y el por qué es tan importante para nosotras.

Remarqué la importancia de la educación inclusiva y la consideración del concepto de interseccionalidad al momento de realizar políticas públicas, pues al educar debemos considerar la diversidad de nuestra sociedad, ya sea en gustos, formas de aprendizaje, e incluso maneras de desenvolverse en la comunidad educativa y desde esa diferencia, sacar el mayor potencial de cada uno de los estudiantes.

¿Por qué has elegido la causa de la inclusión?

Decidí ser activista por la inclusión porque vivo con una condición de discapacidad que me ha hecho vivir la desigualdad en carne propia, pudiendo darme cuenta de que hay desinformación y poca empatía en la sociedad hacia aquellas personas que hemos pertenecido a grupos eternamente discriminados, generando que quedemos fuera de una sociedad que no acepta las diferencias.

Al aplicar la inclusión, que es mi causa, la sociedad puede cambiar el modelo excluyente, entregando las herramientas específicas a cada persona con el objeto de que pueda vivir en dignidad sin ninguna barrera. Abogo por la inclusión en general y no solo por la discapacidad, ya que todos merecemos encontrar nuestro lugar en el mundo. Mi causa conecta con el feminismo porque las mujeres procuran que cada persona pueda tener libertad e igualdad, en busca de un mundo mejor.

¿Cómo le darás continuidad desde tu plataforma a los compromisos asumidos en el Foro Generación Igualdad?

Cuando tenía 13 años comprendí las problemáticas sociales que viven las personas con discapacidad. Creé una aplicación que ayuda a las personas a encontrar un estacionamiento en la ciudad, gracias a un sistema de censores.

Una de las problemáticas más frecuentes es la falta de movilidad. Esto los ayudaba a moverse por la ciudad de manera más autónoma. Fue así como empecé a trabajar en la disminución de la brecha de desigualdad con la que viven algunas personas.

Más adelante, llegué a la conclusión de que, para llegar más lejos y contribuir de mejor forma, debía ampliar mi proyecto y fue así como cree “Encuentra Tu Lugar”, una plataforma colaborativa que hoy está en vías de convertirse en una fundación (www.encuentratulugar.cl).

Esta organización tiene como finalidad ayudar a las personas a encontrar lugares inclusivos y accesibles, y cuenta con diversas secciones como Encuentra tu Colegio, Encuentra tu Vocación, Encuentra tu Panorama, Encuentra tus Derechos, Encuentra tu Apoyo, Encuentra tu Trabajo y Encuentra tu Estacionamiento.

Para lograr los objetivos, creé el concepto de agente inclusivo que puede ser cualquier persona que asume la responsabilidad de ayudar a su comunidad, contribuyendo con ideas o información de inclusión y accesibilidad universal, logrando otorgar posibilidades a quienes no las tienen.

La plataforma es una organización que contribuye a que el mundo sea un lugar inclusivo y accesible para las personas en situación de discapacidad, que cuenta con más de 50 agentes inclusivos de distintas edades, oficios y profesiones, que abogan por la inclusión desde una mirada de derechos humanos.

En relación a los compromisos asumidos en el Foro Generación Igualdad, mi organización contribuye desde la interseccionalidad, pues en mi país hay desigualdad de género, y es mayor cuando se trata de ser mujer con discapacidad.

Las cifras son claras. En Chile, 2 de cada 3 personas con discapacidad son mujeres, por lo que hay muchas áreas en las que se debe trabajar, como en el campo del empleo. En Chile somos más mujeres que hombres con discapacidad, pero las empresas contratan más hombres con discapacidad que mujeres. En el 2019, habían contratadas sólo 4.446 mujeres, sobre 8.790 hombres con discapacidad. En Encuentra Tu Lugar trabajamos desde la interseccionalidad, teniendo claro que, para las personas con discapacidad es difícil ser incluidas, pero para las niñas y mujeres con discapacidad lo es doblemente difícil.

¿Cómo benefician instancias como las de México y París el avance hacia la igualdad de género?

Creo que estas instancias logran que la equidad de género se visibilice pues hay circunstancias que diariamente son invisibilizadas o silenciadas. Ya es hora de que se pongan sobre la mesa temas que nunca se tocaron como, por ejemplo, cuando hablo de mujer y discapacidad, frecuentemente recibo comentarios como “los hombres con discapacidad también cuentan”, “los hombres con discapacidad también somos discriminados” y claro, es verdad, pero sin igualdad de género las mujeres con discapacidad seguirán siendo doblemente discriminadas, aparte de que, normalmente, la discapacidad va unida a la pobreza.

Todo lo que pasó en el Foro logra que, de cierta forma, las autoridades y representantes de los Estados conecten con las niñas y mujeres, llegando a entender por qué es importante que se logre la equidad y así, agilizar la implementación de políticas públicas en este aspecto.

Además, el Foro de la Generación Igualdad les permitió a aquellas niñas que están creciendo, verse representadas. Esto hace que comprendan cuán importante es que alcen su voz para cambiar el mundo. Este tipo de instancias contribuye a que, desde cualquier lugar, se conozcan y actúen por lo que hoy nos aqueja y afecta, dando espacios que antes eran imposibles de crear.

En general, ¿qué ideas propones para impulsar la agenda de igualdad de género hacia adelante y que realmente se logren los compromisos de París?

Creo que se debe impulsar una acción desde la inclusión, tomando en consideración la variedad de realidades que viven las mujeres en todo el mundo. Hay que salir del modelo tradicional y conectar desde la interseccionalidad.

Necesitamos un acceso a la educación igualitaria, que debe ser impartida desde la niñez con un enfoque de inclusión, pues genera respeto y empatía.

Si los estudiantes reconocen y valoran las diferencias, tanto en el género como en otros aspectos de la vida, desde los primeros años de escolarización, en el futuro encontraremos personas formadas en inclusión, mujeres y hombres con conciencias inclusivas.

Los Estados deben impulsar políticas públicas que fortalezcan esta idea de educar con un enfoque inclusivo, creando propuestas educativas enfocadas en fomentar la igualdad de derechos para sus comunidades y asegurar el acceso a este tipo de enseñanza.