Betty Vásquez: “La normalidad que teníamos no era favorable para las mujeres”

Betty Vásquez es una reconocida ambientalista y feminista comunitaria del pueblo indígena lenca en Honduras. Actualmente es coordinadora del Movimiento Ambientalistas Santabarbarense (MAS) y, junto a sus compañeras, es referencia nacional e internacional de resistencia y defensa de su territorio, cuerpo, tierra y sus prácticas ancestrales para el buen vivir. Su lucha también es modélica por hacer frente a la avanzada del proyecto extractivo que se profundiza en la región occidental del país. Además, Santa Bárbara fue una de las zonas de Honduras más impactadas por los huracanes Eta e Iota del año 2020, pero también por la pandemia.

Fecha:

Betty-Vasquez-WEB-01

Foto: Cortesía de Betty Vásquez

 

¿De qué manera ha exacerbado el COVID-19 las formas interseccionadas de discriminación hacia las mujeres indígenas?

El 2020 cambió muchas cosas, también la normalidad que teníamos no era una normalidad favorable para las mujeres. Nadie quiere tener una normalidad con racismo, con discriminación, con exclusión, con misoginia. Era necesario hacer una diferenciación en las medidas de prevención del COVID-19, ya que, en las zonas rurales, la paralización del transporte público dificultó el acceso a la salud, justicia y mercados y la comercialización de productos fue gravemente afectada porque nos impusieron medidas de manera generalizadas para el sector urbano.

El confinamiento nos limitó el acceso a la atención primaria de salud (…). Se incrementó la violencia contra las mujeres. Hubo mayor carga de trabajo en el tema del cuido, de las responsabilidades y tareas impuestas por el patriarcado. Pero también, muchas instancias de atención a la mujer, como la Oficina Municipal de la Mujer u otras oficinas, se replegaron por el confinamiento obligado creyendo que, en días, esto iba a volver a la normalidad.

¿De qué forma lideran las mujeres indígenas los esfuerzos para preservar sus culturas y tradiciones distintivas para crear conciencia de los derechos humanos de las mujeres entre sus propias comunidades?

Una de las preocupaciones más grandes es que el Modelo ha despojado y desplazado a nuestras culturas, y nos ha impuesto otras formas de vida con las que vamos perdiendo la riqueza originaria que tenemos, pero en medio de todo eso hay un liderazgo auténtico, único desde las mujeres. Además, al ser mujer se te discrimina. Y si sos indígena, doblemente, porque el patriarcado no nos permite avanzar en la autodeterminación.

Las mujeres indígenas pensamos en que la democracia es más que ir a votar cada cuatro años. Las mujeres siempre cuestionamos las estructuras de poder porque el poder político partidario no es la única opción para avanzar. Luchamos y visibilizamos nuestras propias prácticas milenarias, ancestrales, nuestras espiritualidades, nuestras cosmovisiones, que permiten posicionar políticamente nuestras identidades.

A pesar de todo, hay esfuerzos admirables de mujeres que luchan e inspiran a otras mujeres para seguir adelante. Y con esa fuerza tan grande, yo diría que el patriarcado está temblando porque se siente en riesgo”.

Mesoamérica conmemora 200 años de independencia cuando las mujeres defensoras aún estamos luchando por salvar lo nuestro. Desde nuestra mirada, aún no hay que celebrar, menos cuando el estado de Honduras está arriesgando el territorio con la justificación de creación de empleos a través de las Zonas Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE).

Betty-Vasquez-WEB-02

Foto: Cortesía de Betty Vásquez

 

¿Qué acciones claves se deben tomar para que las mujeres indígenas tengan igualdad de oportunidades, voz en la toma de decisiones y la posibilidad de utilizar sus experiencias colectivas para impulsar un cambio transformador?

Aquí es un trabajo integral (…), las mujeres indígenas somos las reproductoras de la vida. Y de nosotras va a depender si procreamos hijos varones con esos enfoques patriarcales colonialistas. Tenemos que ir cambiando.

Para nosotras, el feminismo comunitario es diferente al feminismo que se vive y se platica en cualquier país. Nosotras estamos luchando porque se reivindique el derecho a la vida de las mujeres. Podemos avanzar solas, pero tenemos que avanzar en grupo, en manada, como lo hacen las mariposas cuando migran de un lugar a otro, porque en grupo son mucho más fuertes, cuidándose unas con otras.

¿Qué tema le gustaría visibilizar?

Yo me reconozco como mujer indígena Lenca, pero soy feminista y ambientalista, y esos son mis dos brazos que me inspiran y me motivan a seguir adelante. Pero con un modelo extractivo y en una sociedad patriarcal no es fácil. Porque por alzar la voz o por exigir derechos, se te discrimina, o por defender el territorio se te criminaliza o se te persigue. Creo que de lo más hermoso que nos puede pasar, es hacer las cosas por convicción, por amor, con sentimiento, porque es nuestra labor y nuestra misión, y porque si no hacemos nada, vinimos a pasear a este planeta.

Frente al impacto del cambio climático, las mujeres no nos doblegamos, estamos defendiendo y protegiendo nuestras semillas, pese a que tengamos problemas de pandemia, sequía, inundaciones, escasez, migración y todos los elementos que ha generado el cambio climático. Las mujeres estamos quedándonos en el territorio, a veces nos quedamos sin hijos, pareja, porque están migrando, pero nosotras tenemos una fortaleza que se llama “arraigo” y eso es lo que nos mantienen activas.