Flavia Liberona: “Para ir avanzando hacia sociedades más sostenibles, es importante alcanzar la igualdad de género en todos los ámbitos”

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Bióloga de la Pontificia Universidad Católica, se ha desempeñado como docente y coordinadora en diversas redes de trabajo a nivel nacional que abordan temas como: bosque nativo, institucionalidad ambiental, biodiversidad, transgénicos, entre otros. Es autora de diversas publicaciones.

CHILE - FLAVIA

¿Qué la motivó a investigar y convertirse en experta por la defensa del medio ambiente, el bosque nativo y la biodiversidad?  

Cuando comencé a estudiar en la Facultad de Biología de la Universidad Católica me fasciné. Tuve muy buenos profesores que me motivaron y rápidamente yo decanté por el área de ecología, pero me empezó a faltar el contacto con los seres humanos. Más tarde hubo un conflicto por la instalación de un gaseoducto y ahí ya me involucré directamente en el mundo de las ONG medioambientales; entonces comencé a complementar lo que había aprendido de la política con lo que realmente me fascinaba, que era la naturaleza, y así me fui quedando en ese mundo, porque hay mucho que hacer en materia de políticas públicas orientadas a la conservación de la naturaleza y el medio ambiente. Aquí estoy desde el año 1996 y desde el 2007 como directora ejecutiva de la Fundación Terram. 

¿Cuáles son los desafíos actuales de Chile en materia de cambio climático?  

Si tuviera que resumir el desafío de Chile en una en una palabra sería, adaptación. El territorio se está modificando con una sequía que ya va para los trece años, producto precisamente del cambio climático, con estudios que nos indican que Chile se va a desertificar de norte a sur. Entonces, el tema del agua es central, así como la construcción de resiliencia para preparar a las cuidades y los territorios, y de esta manera puedan resistir los embates del cambio climático. Yo diría que esta es la prioridad. 

En materia de mitigación, por supuesto que tenemos que seguir los acuerdos internacionales. Chile no es un gran emisor, solo emitimos entre el 0.26% el 0.28 % de las emisiones globales. Sin embargo, nuestras emisiones están ligadas al transporte y al sector de generación eléctrica, por lo que, evidentemente, es indispensable transformar la matriz eléctrica, y empezar una renovación para ir eliminando poco a poco las termoeléctricas. 

La crisis climática no es una crisis neutral. Hoy las mujeres componen el 80% de los refugiados climáticos. ¿Por qué el cambio climático y la degradación del medio ambiente afectan particularmente a las mujeres y niñas?  

El cambio climático afecta a las mujeres y por eso son quienes más se involucran en la defensa medioambiental. Las mujeres en Latinoamérica todavía son las que mayoritariamente se quedan a cargo del cuidado de la casa y, por lo tanto, resienten más los embates del cambio climático.  
 
Muchas veces en comunidades rurales son las mujeres quienes ven como sus cultivos se van secando. Las mujeres son las primeras en levantarse porque justamente están más conectadas con la naturaleza por el hecho de quedarse más en el territorio y salir menos, y eso hace que estén más involucradas y a la vez más afectadas.

Desde su punto de vista ¿Por qué son importantes los liderazgos de las mujeres y niñas como activistas y defensoras del medio ambiente? 

Cuando uno mira los informes de muertes de activistas medioambientales, te das cuenta de que mayoritariamente son mujeres. Las mujeres, al estar más compenetradas con su territorio, tienen más sentido de pertenencia, y por lo tanto se involucran en la defensa del agua y del ecosistema, se preocupan en que no avance la deforestación. 

En general, uno ve que se van construyendo liderazgos de mujeres porque de alguna manera ellas están percibiendo el daño en el territorio - un daño que no solo les llega a ellas, sino también a la niñez. Hay una suerte de sensibilidad que las lleva a involucrarse y a promover cambios para su comunidad. En el caso de Chile, por ejemplo, vemos como las mujeres indígenas en el sur defienden su territorio de las salmoneras y las zonas de las forestales, además de aquellas mujeres que viven en las zonas de sacrificio con la contaminación de las termoeléctricas y que día a día alzan la voz para que la contaminación cese.  

Las mujeres indígenas en toda América Latina y sus organizaciones han jugado un papel activo y sostenido a lo largo del tiempo en la defensa del territorio, el agua y la naturaleza.  ¿Qué conexión existe entre la preservación del medio ambiente y los derechos de las mujeres a la tierra?  

En el caso de Chile, el reconocimiento de los pueblos indígenas o pueblos originarios ha tardado mucho y es precisamente a partir de los conflictos socioambientales, en particular con el conflicto de centrales hidroeléctricas, cuando resurge, por primera vez en nuestra historia, la fuerte presencia mapuche y la necesidad de reconocerlos.  

Con Berta [Cáceres] y Nicolasa Quintremán, emblemáticas defensoras medioambientales, que en la década del 90 se opusieron de manera férrea a la construcción de la central hidroeléctrica Ralco, comienzan a surgir esos liderazgos de mujeres indígenas que perduran hasta hoy día.  

Vemos como hay un vínculo muy fuerte entre las mujeres y la tierra, en esto las mujeres indígenas y las mujeres rurales son un ejemplo en la protección y defensa de la naturaleza porque las mujeres rápidamente se dan cuenta que esto les va a modificar no solo su vida y sus costumbres tradicionales, sino también su entorno y por supuesto la vida de los más pequeños, sus hijos e hijas.   

Actualmente, lograr la igualdad de género y hacerle frente a la crisis climática y ambiental es uno de los mayores retos en materia de sostenibilidad ¿Cuáles son las principales iniciativas que se debiesen promover para alcanzar la igualdad de género y un futuro sostenible? 

Hay un tema que es básico y es que las mujeres en condición de vulnerabilidad tengan la posibilidad de acceder y participar en igualdad de condiciones en todos los ámbitos.  Los hechos te muestran que en Chile las mujeres tienen una sobrecarga de trabajo de cuidado no remunerado y por lo tanto es muy difícil salir adelante y tener acceso a las mismas oportunidades que tiene un hombre en condiciones socioeconómicas similares.  Ahora, ligándolo al rol que ellas juegan en la naturaleza, es importante que ellas puedan tener en una cancha más equilibrada. Hay muchas mujeres haciendo activismo desde el voluntariado y no pueden hacer ese activismo como quisieran porque también tienen que trabajar, también tienen que cuidar de sus hijas e hijos. Para ir avanzando hacia sociedades más sostenibles, es importante alcanzar la igualdad de género en todos los ámbitos.  

¿Por qué es importante incorporar perspectiva de género a las acciones y políticas destinadas a mitigar el cambio climático?  

Estas políticas deberían tener enfoque de género sobre todo a nivel comunal y de organizaciones de base, porque justamente son las mujeres las que están presentes en el territorio. Cuando en una familia la jefa de hogar tiene esa conciencia ambiental esto se trasmite muy fácilmente a los niños y niñas en la vida cotidiana, el reciclar la basura, el hacer una pequeña huerta, en elegir los productos que vas a comer, entre otras. Y en ese sentido, se debe poder trabajar a nivel territorial con las madres, abuelas, tías o quienes estén a cargo de esta familia para ir planificando lo que se viene en materia de adaptación climática y cómo podemos generar acciones para construir esa resiliencia.  

Es el Estado quien debe promover las acciones de adaptación y se tiene que preocupar que esa planificación no solo quede escrita en alguna parte, sino que se implemente en diferentes niveles. 

¿Por qué es urgente asegurar el financiamiento de iniciativas con perspectiva de género para mitigar el cambio climático? 

En general hay muy poco financiamiento para acciones territoriales porque los recursos de la cooperación internacional se mueven a los gobiernos, pero en general, a nivel territorial los municipios no tienen financiamiento. Las organizaciones locales y nosotros las ONG nacionales, no tenemos dinero parar trabajar en el cambio climático, entonces no es extraño que las acciones feministas o ecofeministas no tengan recursos para impulsar sus iniciativas. Esto se debe a que hay una falencia en la movilización de recursos para bajar a los territorios acciones más concretas. Ese dinero se queda estancado a nivel de organismos multilaterales quienes se dedican a elaborar programas, y esto es imprescindible, pero se requiere financiamiento para la acción real. No basta con escribir, es necesaria la acción para implementarlo. 

La solución es evitar los gases de efecto invernadero, pero desde nuestra vida cotidiana ¿qué podemos hacer para mitigar el impacto de cambio climático? 

Creo que una medida no tan difícil de abordar a nivel personal o cotidiano es tratar de reducir el plástico. El plástico proviene del petróleo y provoca gases efecto invernadero, por lo tanto, si podemos reducir el uso de plástico, haríamos un gran aporte. En Chile tenemos la ley de bolsas plásticas, y hace poco se aprobó la ley que limita los plásticos de un solo uso.   

En el caso de Chile otra acción podría ser reducir el uso del transporte, que también es un tremendo aporte a nivel de reducir emisiones.  Otra iniciativa sería reducir el consumo de agua que no tiene que ver directamente con las emisiones, pero sí es importante a nivel de cambio climático, y también reducir el consumo de energía, porque evidentemente para Chile, es importante.