Vanina Jiménez: "Valientes y esforzadas son las mujeres que proclaman la paz”

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A medida que el mantenimiento de la paz ha evolucionado, las mujeres se han involucrado cada vez más en este ámbito, en el que potencian la eficacia de las operaciones. Una de ellas es la Mayor argentina Vanina Daiana Jiménez, de 41 años. Participó en su primera misión en Kosovo en 2003 como oficial de finanzas. Su segunda experiencia fue en Colombia (2016-2017), como observadora militar, y la más reciente en Chipre (2020), en medio de la crisis del COVID-19. Nacida en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, es contadora y desde hace dos años dirige el servicio administrativo financiero del Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ) donde entrenan a quienes prestarán servicios por la paz en el marco de las Naciones Unidas.  

Vanina Jiménez
Foto: Cortesía de Vanina Jiménez

Actualmente trabajas como oficial de finanzas en CAECOPAZ. ¿Cuáles son tus funciones?   

En Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ), como oficial de finanzas, las actividades son varias. Elaboramos el anteproyecto del presupuesto, control y ejecución del mismo, toda gestión, tramitación y control de compromisos sobre créditos presupuestarios de ejercicios futuros, el registro de todas las operaciones de carácter económico financieras que se realicen, el control de las liquidaciones de haberes del personal; la adquisición de víveres para su posterior racionamiento y el almacenamiento, mantenimiento y distribución de vestuario del personal que despliega a una misión de paz, entre otros. 

¿Qué funciones desempeñaste en Kosovo, Chipre y Colombia? 

En Kosovo, dentro del contingente argentino, me desempeñé como oficial de finanzas al igual que en Chipre. Realizaba actividades como liquidaciones de viáticos al personal argentino y adquisiciones de cualquier necesidad que contribuyera al cumplimiento de nuestra misión. 

En cambio, en Colombia, me desempeñé en una actividad totalmente distinta, como observadora militar. Nuestra mayor responsabilidad y compromiso, independientemente del país en el que estemos, es contribuir con la paz de esa nación.  

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Foto: Cortesía de Vanina Jiménez

¿Cómo impactaron en tu vida estas experiencias en terreno?   

Fueron escenarios totalmente diferentes. Cada uno de los países me dejó experiencias inolvidables y realmente enriquecedoras. En Kosovo (OTAN), el contingente argentino se encontraba ubicado en medio de una montaña y a pesar de que la gente ni siquiera hablaba inglés, y mucho menos español, nos podíamos comunicar con la población. Es un país muy sufrido, la población serbia y albanesa vivía constantemente en un terreno lleno de tensión. Cuando salíamos hacia algún lado, teníamos que salir con chaleco y armados/as debido a la situación que se vivía en el país.  

En Colombia (ONU) nuestra sede se encontraba en la ciudad de Bucaramanga. Había observadores de diferentes países: Estados Unidos, México, Guatemala, Bolivia, Paraguay, Chile, entre otros. Aprendí de cada una de las personas y de la gente del lugar. 

¿Participaste en alguna acción o misión relacionada con la respuesta a la crisis del COVID-19? 

Sí, en 2020 estuve desplegada en Chipre. Cuando arribamos a la isla, comenzó la pandemia del COVID-19. Lo que prometía una misión dentro de los parámetros normales, no fue así. Nos encontramos con un escenario desconocido donde la pandemia llegó a todo el mundo. Las calles de la isla se encontraban totalmente desiertas, solo se veía transitar a la policía y a nosotros/as desplazándonos hacia algún puesto para continuar garantizando la paz. Fue una situación difícil, debido a que el personal del contingente argentino estaba preocupado por el bienestar de su familia, encontrándose a tantos quilómetros y horas de distancia.   

Mayor Vanina Jiménez_misión en Kosovo (cortesía CAEOCOPAZ, Vanina)
Foto: Cortesía de Vanina Jiménez

¿A qué riesgos se enfrentan las mujeres que trabajan en misiones de paz?   

En las misiones de paz siempre se corren riesgos. Debe haber un consentimiento entre las partes para poder desarrollar las operaciones de mantenimiento de paz, corriendo el riesgo de convertirnos en parte del conflicto. En Kosovo fui la única mujer del contingente argentino; en Colombia solo fuimos dos mujeres argentinas y en Chipre fuimos un poco más. Representar a nuestro país en otras naciones demuestra responsabilidad, compromiso y lealtad. Valientes y esforzadas son las mujeres peacekeepers que proclaman la paz. 

¿Qué tan importante es que las mujeres tengan autonomía económica para la prevención de situaciones de violencia o para enfrentar crisis como las que testimoniaste en Kosovo, Chipre o Colombia? 

Considero que es muy importante que las mujeres tengan autonomía económica, de esa forma se podrían evitar situaciones de violencia psicológica, física, intrafamiliar, económica, entre otras, donde en muchos casos son ellas que soportan dichas situaciones, debido a que el hombre es el sustento de la familia.