Mujeres indígenas se toman la palabra para dialogar sobre derechos humanos
Más de 30 lideresas indígenas de diferentes pueblos se encontraron este 11 y 12 de julio en Necoclí, Antioquia, para intercambiar experiencias comunitarias y reflexionar sobre derechos humanos, litigio estratégico y autocuidado.
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Se trató del Encuentro regional de intercambio de experiencias, liderado por la Comunidad de Juristas Akubadaura en el marco de la iniciativa ProDefensoras, que busca salvaguardar el quehacer de las lideresas de Nariño, Chocó, Antioquia y Cauca en alianza con la Embajada de Noruega y la Defensoría del Pueblo, que logró reunir a más de 30 lideresas indígenas de las etnias emberas (chamí, dóbida, katío, eyabida), senú, wounaan, guanadule, arhuacos y misak.
Este espacio las logró encontrar en toda su diversidad para compartir sus experiencias en clave de derechos humanos, litigio estratégico y autocuidado para avanzar en su liderazgo al interior de sus comunidades y encontrar puntos de encuentro entre sus cosmovisiones indígenas para replicar buenas prácticas dentro de sus procesos comunitarios.
El espacio avanzó durante el primer día con las lideresas que hacen parte del Programa de Mujeres Indígenas del Chocó, que compartieron su experiencia comunitaria y los desafíos que ha significado la consolidación del Programa en un territorio con grandes desafíos sociales como lo es Chocó y cómo han ido logrando que su voz sea cada vez más reconocida en espacios políticos y comunitarios.
Al respecto, Lucy Chamorro, lideresa del Programa de Mujeres Indígenas del Chocó, comentó que “caminar este proceso no ha sido fácil, los resultados no se dan de la noche a la mañana. Nuestro legado es trabajar por la unidad, bajo ese principio trabajamos nosotras. Chocó es muy complejo, pero espacios con este que nos permiten intercambiar experiencias para tener más y mejores herramientas para avanzar en la consolidación del Programa y ampliar la protección de los derechos de las mujeres indígenas en el departamento”.
Lideresas indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta fueron también algunas de las invitadas para compartir su experiencia de la Casa de Gobierno Aty Kuakumake del pueblo Arhuaco de Pueblo Bello. Cómo avanza el tema de justicia indígena, el apoyo a mujeres víctimas de violencia de género y cómo gestionan sus investigaciones judiciales, en ocasiones de la mano con instituciones de la justicia ordinaria, fueron algunos de los elementos que compartieron con las demás lideresas indígenas.
No ha sido fácil el sostenimiento del programa. Algo fundamental en nuestra agenda han sido este tipo de encuentros de intercambio de experiencias. Las redes de intercambio con Prodefensoras han crecido y esperamos que cada vez vengan otras de otros pueblos. Una de las apuestas que más salen es el acceso a la justicia en todas esas 10 mesas de trabajo. El tema de justicia es importante seguirlo trabajando, seguirle invirtiendo tiempo. No es cambiar la estructura sino mirar como las mujeres indígenas son sentimos identificadas.
El segundo día del espacio estuvo dirigido a reflexionar sobre la espiritualidad y los saberes ancestrales en las rutas de prevención, atención y restablecimiento de derechos humanos, especialmente para casos de violencias basadas en género, en donde hubo la oportunidad para que las lideresas expusieran sus conceptos alrededor del litigio espiritual como una posibilidad de diálogo intercultural y por qué es importante la espiritualidad en la defensa de los derechos humanos de las y los indígenas materializando el acceso a la justicia indígena como un asunto no solo anclado a la espiritualidad sino a lo social permitiendo una armonía entre la vida, la naturaleza y la comunidad.
Para ejemplificar todo esto, las lideresas del pueblo misak, del departamento del Cauca; y del pueblo awa, del departamento de Nariño, presentaron sus buenas experiencias con el litigio espiritual en sus comunidades con los casos de la casa de la justicia del pueblo misak y la consejería de mujer y familia, respectivamente.
Adriana Velasco, lideresa indígena misak, comentó al respecto que “el camino para ejercer la defensa espiritual, territorial y de la vida es no abandonar nuestras cosmovisiones indígenas. Todas son importante para avanzar en el camino de la justicia”.