La pandemia tuvo un impacto significativo tanto en la participación como en el desempleo de las mujeres, debido a la pérdida de puestos de trabajo que generaron las medidas de confinamiento. Como se aprecia en el siguiente gráfico, en el peor momento de la crisis, la tasa de participación de las mujeres disminuyó hasta un 41,9% y el desempleo aumentó a un 12,1%. Situación que refleja la necesidad de apoyar a las mujeres en su retorno al mercado laboral en esos momentos.
Tras más de dos años y medio desempleada, Alejandra decidió integrarse al programa con la esperanza de encontrar una oportunidad laboral que se ajustara a sus nuevas motivaciones. En una primera fase de la iniciativa, se realiza un diagnóstico sociolaboral a cada participante y se recaban experiencias, intereses y motivaciones tanto personales como laborales. Al finalizar esta fase, Alejandra determinó que “quería trabajar por la igualdad de género”. La segunda fase de formación para la empleabilidad consiste en la realización de 5 talleres en línea enfocados en motivación para el trabajo, apresto laboral, derecho laboral y seguridad social, comunicación efectiva y trabajo en equipo y finalmente empleabilidad autónoma. La tercera etapa es un proceso de habilitación laboral personalizado donde se ajusta el CV, identificando competencias laborales basadas en la resignificación de experiencias vitales e incorporando el interés personal en áreas de trabajo específicas. En el caso de Alejandra, en temáticas de género.
Durante este proceso Alejandra logró dar un vuelco a su experiencia laboral. Previo a su participación en el programa se había desempeñado como secretaria bilingüe, sin embargo, al realizar los talleres relata “comencé a creer que podría lograr mi sueño de trabajar por y para las mujeres, ajustando mi perfil laboral a lo que yo quería”.
El acompañamiento de las tutoras a las participantes considera: la inscripción en portales de empleo para incentivar la empleabilidad autónoma; trabajar la motivación y autoestima para que fortalezcan su autoconfianza y empoderamiento; y un proceso de simulación de entrevistas laborales para sumar experiencia y se presenten mejor preparadas a los procesos de selección de personal.
Finalmente, las mujeres son parte del proceso de gestión laboral, en que se les van enviando ofertas laborales que se ajusten a su perfil. Alejandra revela que para ella fue muy importante este proceso “la tutora veía una oferta de trabajo que tenía que ver con temáticas de género y me la compartía de inmediato, me decía “yo estoy segura de que tú lo vas a lograr”. Fue así que al terminar el programa Alejandra comenzó su nuevo trabajo en la Municipalidad de Cerrillos como encargada de la Oficina de Género.
El éxito del proceso recae en el acompañamiento personalizado durante todo el programa por parte de una tutora quien establece una relación con cada una de las participantes y mantiene una comunicación constante y fluida. Para Alejandra esto fue fundamental, indicando al final del proceso “agradezco muchísimo la tutora de Fundación Emplea, no sólo me asesoró, sino que también me acompañó emocionalmente cuando estaba muy desmotivada buscando trabajo”.
Alianzas para el cambio
El enfoque integral del programa Tu Oportunidad ha llevado a la creación de una red de instituciones que trabajan temáticas complementarias que responden a las necesidades de las participantes. La generación de alianzas ha permitido potenciar el programa y lograr mejores resultados.
Una de esas alianzas es Fundación Emplea, quienes han implementado en conjunto a ONU Mujeres la iniciativa de empleabilidad del programa Tu Oportunidad. Por una parte, se ha trabajado con socios del sector privado para generar nuevas oportunidades de empleo y por otra, con instituciones públicas y de la sociedad civil para ofrecer tanto capacitaciones técnicas como apoyo psicosocial a las participantes.
Otra alianza es el Servicio Jesuita a Migrantes, institución experta en el país en el trabajo con personas migrantes. Ha apoyado al programa de diversas maneras, ofreciendo cursos de español, asesoría legal a mujeres migrantes. A la fecha el programa tiene un 21% de mujeres migrantes, por lo que es fundamental este trabajo colaborativo.
Tanto la Biblioteca de Santiago como Biblioredes han facilitado sus espacios e infraestructura para que las participantes puedan desarrollar el programa desde sus instalaciones. Así también han ofrecido capacitaciones y cursos en línea en el área de alfabetización digital a las mujeres.
Se ha establecido una red con los Centros de la Mujer ejecutados por diversas entidades a lo largo del país, con el propósito de derivar a las mujeres del programa que viven o han vivido violencia de género, y así reciban apoyo psicológico, social y/o legal de manera gratuita cerca de su lugar de residencia.