El liderazgo de las mujeres rurales impulsa la igualdad de género y el desarrollo sostenible

El empoderamiento de las mujeres rurales a través de la formación, el acceso a recursos y la participación en la toma de decisiones es clave para el desarrollo sostenible, avanzar hacia la igualdad de género, reducir la pobreza y disminuir las desigualdades. Una forma de hacerlo es potenciando la capacidad de incidencia en las organizaciones de mujeres rurales y fortaleciendo sus alianzas estratégicas.

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Foto: ONU Mujeres / Óscar Leiva

Rosalina Flandes forma parte de un grupo de mujeres emprendedoras en la comunidad de la Candelaria de la Frontera, en El Salvador, que están cambiando la dinámica de su comunidad.  

El trabajo comunitario siempre ha sido una parte integral de su vida. Su madre participaba en grupos de mujeres que se dedicaban a proyectos agrícolas. Este legado de empoderamiento y colaboración influyó en Rosalina desde una edad temprana. Sin embargo, su vida no estuvo exenta de desafíos. 

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Foto: ONU Mujeres / Óscar Leiva

Desde muy joven Rosalina migró a la capital para realizar trabajo doméstico. Más adelante, cuando regresó a su comunidad, y como madre de familia, enfrentó dificultades económicas que la llevaron a tomar decisiones drásticas. “No teníamos a veces ni para comprar una bola de jabón”, cuenta.  

Ocupada con la crianza de sus cinco hijos, comprendió que la dependencia económica de su esposo limitaba las oportunidades de su familia.  Cuando la alcaldía de su comunidad anunció unos cursos de artesanías, tomó la difícil decisión de dejar de pagar por un año el colegio de su hija mayor para aprender artesanía de tusa, lo que le permitió generar ingresos propios y convertirse en emprendedora. 

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Foto: ONU Mujeres / Óscar Leiva

Puesto en marcha el negocio, su hija continuó con sus estudios. “Logró sacar su bachillerato. Ahora trabaja en un centro de desarrollo integral y es responsable de 65 niños. Mis otros hijos me ayudan, y la menor está en la universidad”, dice con satisfacción. A pesar de las adversidades económicas, Rosalina y su hija han demostrado que la formación y el emprendimiento pueden abrir nuevas oportunidades y cambiar vidas. 

Desde hace más de dos décadas, Rosalina ha estado involucrada en varios grupos y comités, incluida la Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco) y la Red Hosagua.  

Junto a un grupo de mujeres de su comunidad, aspiran a revitalizar la producción de café, administrando su propio beneficio y adaptándose al cambio climático con tecnología agronómica de vanguardia. Sin embargo, los desafíos no son sencillos: escasez de agua, los altibajos en los precios del café y las barreras económicas.  

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Foto: ONU Mujeres / Óscar Leiva

Una entidad ecológica, familiar y cultural 

La región Trifinio comprende aproximadamente 7.541 kilómetros cuadrados distribuidos en 45 municipios, de los cuales el 57% corresponde a Guatemala, el 13% a El Salvador y el 30% a Honduras, con un total de 932.457 habitantes, (49,8% hombres y 50,2% mujeres), dos tercios de los cuales residen en zonas rurales.  

Aunque su territorio toca tres países, se la considera una entidad ecológica indivisible, gracias a un tratado firmado por los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras para poner en marcha el Plan Trifinio para el Desarrollo Fronterizo Trinacional.  

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Foto: ONU Mujeres / Óscar Leiva

La región se define por el constante comercio e intercambio cultural, así como por los lazos familiares entre su población. A pesar de la riqueza de su cultura y la disponibilidad de recursos naturales, el Trifinio enfrenta desafíos socioeconómicos, pobreza, flujos migratorios y la degradación del medioambiente, que agudizan los desafíos estructurales para las mujeres de Centroamérica.  

La promoción de los derechos de las mujeres en el medio rural y su autonomía económica es un tema esencial para ONU Mujeres. El MELYT, ejecutado por ONU Mujeres y financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de Italia (MAECI) a través de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), busca empoderar económicamente a las mujeres rurales de la región Trifinio en El Salvador, Guatemala y Honduras por medio de estrategias multiescalares y alianzas estratégicas. 

El programa ha fortalecido las capacidades empresariales y el acceso a mercados de 6.500 emprendedoras, con un impacto positivo en el desarrollo económico de las comunidades rurales.  

Resiliencia y autonomía económica con raíces culturales 

La colaboración de MELYT con la Red de Mujeres Hosagua, a la que pertenece Rosalina, así como otras organizaciones, ha fortalecido aún más el liderazgo de las mujeres de la región que trabajan para abordar problemas comunitarios y promover el desarrollo sostenible. 

Muchas de ellas habían abandonado la ilusión de que sus fincas de café continuaran siendo productivas. Otras, como la propia Rosalina, habían vendido sus fincas: “debido a que la producción se puso bien mala y los precios bajaron demasiado”.  

Rosario, una de sus compañeras, encontró la manera de superar la escasez creciente de agua y mantener la productividad del café, gracias a prácticas agronómicas de conservación. Ahora sienten que, si entre todas procesan su propio café, podrían darle una nueva oportunidad a un cultivo que siempre formó parte de su cultura.  

El liderazgo de Rosalina y otras mujeres rurales representa una esperanza en su comunidad. Con persistencia y el apoyo adecuado, allanan el camino hacia un futuro más equitativo y próspero. Están ahorrando para conformar una cooperativa de mujeres, confiando en que la tecnificación de su cultivo, adaptándose al cambio climático, y la venta del café listo para consumo, marcará la diferencia. 

“Primero Dios, más adelante ya compramos una finquita para sacar nuestra producción, porque ya se ve más fuerza. No vamos a entregar nuestro café a un beneficio (planta de procesamiento), sino que nosotras vamos a administrar el beneficio”, afirma la lideresa campesina.  

Para Rosalina, ser parte de estos grupos es esencial para lograr un cambio real en su comunidad y en su propia vida. Su participación en grupos y comités comunitarios resalta cómo el liderazgo de las mujeres es un motor para el cambio en las comunidades rurales, contribuyendo así a impulsar el desarrollo y la igualdad de género. 

 

Nota: Estas publicaciones buscan estimular un debate propositivo en torno a los principales temas de interés para el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe. Los conceptos expresados por las personas entrevistadas para la producción de nuestros contenidos editoriales no reflejan necesariamente la posición oficial de ONU Mujeres y agencias del Sistema de Naciones Unidas.