Invertir en la economía del cuidado genera más empleo e igualdad

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En Argentina, las mujeres dedican casi el doble de tiempo que los hombres al trabajo de cuidado no remunerado. Esta sobrecarga aumenta en los hogares más pobres, que, dados sus menores ingresos, no tienen posibilidades de financiar ayuda externa al núcleo para el cuidado.

El país enfrenta brechas de cobertura de servicios de cuidados. En la primera infancia, solo el 33% de niños y niñas menores de 5 años y el 19% de hasta 4 años asiste a un centro de cuidados o educación inicial (UNICEF, 2021).

Los déficits actuales en la oferta de servicios públicos, además de vulnerar el derecho al cuidado de las personas que lo requieren, limitan la participación económica de las mujeres reproducen la pobreza.

Con el fin de obtener evidencia, ONU Mujeres, en colaboración con el Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP) y las provincias del Chaco y Santa Fe, desarrolló un estudio en cada territorio para estimar las brechas de cobertura de servicios de cuidados en Argentina y el esfuerzo fiscal que se requeriría para cubrir la demanda.

"Los hogares más pobres no tienen con quién redistribuir los cuidados. Este estudio permite ver esa realidad, por qué el Estado tiene un importante rol que jugar y cuántos empleos se generarían en este avance progresivo hacia la cobertura universal ", explica Verónica Baracat, coordinadora del programa país de ONU Mujeres en Argentina.

Las investigaciones se realizaron en el marco del programa conjunto entre ONU Mujeres y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Promover el empleo decente para las mujeres a través de políticas de crecimiento inclusivo e inversiones en la economía del cuidado”, una iniciativa que se implementa en cinco países del mundo (Egipto, Etiopía, Marruecos y Nepal, siendo Argentina el único país de América Latina y el Caribe).

Para estimar la brecha en la cobertura de cuidados se adaptó una metodología elaborada por ONU Mujeres y OIT a nivel global, que consiste en medir la demanda insatisfecha en los ámbitos de educación temprana, cuidados de larga duración de personas adultas mayores y personas con discapacidad y compararlo con la oferta existente en las provincias mencionadas. Además, se calculó el esfuerzo fiscal necesario para ampliar la infraestructura existente, teniendo en cuenta tres escenarios de expansión (mínima, media y máxima).

"Hace 30 o 40 años, las mujeres ingresábamos masivamente al mercado laboral, pero no pasó lo mismo con los varones con las actividades de sostenimiento de la vida diaria,

aquellas vinculadas con el hogar. Esta es una cuestión que produce una brecha de desigualdad porque las mujeres tienen que hacer dos o tres trabajos”, argumenta Florencia Marinaro, ministra de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe.

La pandemia del COVID-19 permitió visibilizar la centralidad de los cuidados y también la necesidad de mejorar las condiciones laborales de las trabajadoras de casas particulares, ya que alrededor del 75 % trabaja en la informalidad.

“Los cuidados son un sector económico que puede generar empleo, ingresos, y, como consecuencia, recuperar parte de la inversión realizada a través de la recaudación impositiva”, comenta Baracat.

A modo de ejemplo, en la provincia de Santa Fe, en un escenario de expansión media, se podrían generar 32.324 empleos, si se invirtiera un 3,1 por ciento del Producto Bruto Geográfico (PBG) para ampliar los cuidados de la primera infancia, con una cobertura del 25% en salas de 0 a 3 años, la doble escolaridad en el primer ciclo de la escuela primaria (6 a 8 años) y un 80 % de educación especial, con un mejoramiento de la calidad de los empleos del cuerpo docente.

“En la provincia de Santa Fe, junto con ONU Mujeres y OIT, estamos dando el primer paso sobre la oferta y demanda de los cuidados en la infraestructura dentro del territorio santafesino. Somos la segunda provincia a nivel nacional, junto con Chaco, que realizamos este estudio de costeos de cuidados”, sostiene Marinaro.

En cuanto a los cuidados de larga duración de las personas adultas mayores y con discapacidad, el escenario de media se calculó a través del aumento de cuidadores/as domiciliarios/as en residencias e instituciones ambulatorias.

Con un 3,1% de inversión del PBG, se crearían 37.934 empleos y se lograría cubrir las necesidades de cuidados del 70% de las personas adultas mayores con dependencia básica y personas con discapacidad con dependencia severa.

La experiencia de Chaco

En esta provincia situada en el norte del país, se priorizaron cuatro sectores para el análisis: educación inicial de 0 a 3 años inclusive, jornada extendida para el primer ciclo de primaria (de 6 a 8 años), cuidados de larga duración para personas adultas mayores y población con discapacidad.

Para lograr la universalización de sala de 3 años y ampliar la jornada escolar a la mitad de la matrícula del primer ciclo de primaria (6 a 8 años) se necesitaría una inversión del 5,2 % del Producto Bruto Geográfico (PBG), lo que generaría 17.840 nuevos empleos

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Lanzamiento del estudio de costeo de cuidados en la provincia de Chaco. Foto: Gobierno de Chaco

“Estos estudios son importantes porque proveen información clave para la toma de decisiones, sobre todo en las provincias. A partir de conocer el punto de partida, se pueden hacer proyecciones de ampliación”, sostiene Gimena de León, coordinadora del programa conjunto de ONU Mujeres y OIT en Argentina.

Asimismo, se observó que la cobertura de la población demandante del nivel de educación primaria se encontraba totalmente cubierta, mientras que en escuelas primarias y secundarias de modalidad especial se ubicaba en un 64,3 %.

Por lo tanto, alcanzar una cobertura del 50 % de las personas adultas mayores con dependencia básica y el 25 % de las personas con discapacidad y dependencia severa en dispositivos de cuidados, insumiría un 1,5 % del PBG y crearía 9.099 nuevos empleos.

“Los desafíos que tenemos en la provincia consisten en mejorar el alcance de las prestaciones de cuidados y continuar en el camino de mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en el cuidado directo, que están más expuestas a sufrir estrés laboral”, explica Iara Tejeda Martínez, directora de Economía, Igualdad y Géneros de la provincia del Chaco.

La inversión en infraestructura para la ampliación de los servicios de cuidados, así como los ingresos generados con los nuevos empleos, representan motores para la economía

y permiten crear empleo de manera directa e indirecta, contribuyendo a una mayor recaudación impositiva que permita financiar parcialmente las inversiones que se realicen.

Asimismo, ONU Mujeres está realizando otros estudios de costeo a nivel provincial (Neuquén, Buenos Aires y la Rioja) y local en 13 municipios de Neuquén.

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Inversiones públicas en la economía del cuidado