Entrevista a Darlen Velasco

Ingeniera agrónoma de profesión, Darlen Isabel Velasco Torres, de 28 años, es representante del pueblo guaraní y diputada nacional por la circunscripción especial del departamento de Tarija. Actualmente forma parte de la Comisión de Economía Plural, Producción e Industria de la Cámara de Diputados de Bolivia. Ha logrado integrar su vocación profesional con su liderazgo para impulsar acciones que están ayudando a formar a más mujeres indígenas para que puedan ocupar cargos de toma de decisión.

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¿Cómo surge tu interés por la política?

Mi interés por la política surge porque en las gestiones anteriores iban otros representantes. En el departamento de Tarija tenemos tres pueblos indígenas: guaraní, weenhayek y tapieté. Las veces que han ido representantes a la Asamblea Legislativa de esta circunscripción han sido del pueblo weenhayek.

En esta oportunidad hemos exigido que el pueblo guaraní pueda ir en representación a las elecciones nacionales. Por primera vez tiene una representante y el orgullo para mí es poder presentar a mi provincia, a mi municipio Entre Ríos. Yo soy delgada de Kawarina, una comunidad indígena que nos ha dado la oportunidad de llevar sus necesidades y peticiones.

Como profesional, ¿cómo vincularías tu trabajo como ingeniera agrónoma con la política?

Estamos dentro de la Comisión de Economía Plural, que engloba diferentes comités como los de ganadería y agricultura. Amo mi carrera y he trabajado mucho tiempo con el tema de huertos y producción de hortalizas.

En los siguientes meses vamos a implementar en algunas comunidades el tema de huertos familiares. Esta es una iniciativa que contribuye a que más mujeres sean lideresas y por eso quiero impulsar que se den más acciones respecto a esto.

Las mujeres indígenas enfrentan más barreras cuando quieren ejercer sus derechos políticos, económicos, a la salud, a la educación y a vivir una vida libre de violencia. ¿Cómo se logra vencer esos retos?

El tema de la inclusión es probablemente lo más complicado de vencer porque en las comunidades indígenas hay mucho machismo. Vencer esto es un reto bien complicado, pero ahora, como mujer y representante, vamos impulsando que en la Asamblea Departamental tengamos una compañera joven que ha sido dirigente de su comunidad y ahora nos representa, aunque salen asambleístas por usos y costumbres. Hay otra compañera que nos representa en el Concejo Municipal, lo que de manera parcial ayuda a vencer estos retos. Cuesta, es difícil ponernos a la par de un varón. A veces, por ejemplo, en algunas reuniones participan más varones que mujeres, pero poco a poco estamos logrando la inclusión. Le estamos demostrando a la población y a nuestros compañeros que las mujeres indígenas, jóvenes, somos capaces.

La participación de las mujeres indígenas sigue siendo limitada, dando cuenta de una situación estructural de discriminación tanto en las esferas tradicionales, como en las diversas instancias estatales. ¿Cómo podemos apoyar a las mujeres indígenas a romper las barreras que les impiden la participación política?

Tenemos que educar en temas de participación política. Desde nuestra representación podemos fomentar el desarrollo de capacitaciones para formar lideresas jóvenes que demuestren su capacidad como mujeres indígenas y como jóvenes. Desde mi perspectiva es el mejor ejemplo que podemos dar: demostrar que podemos, pero si nos rendimos fácilmente, podemos dar un mal ejemplo a aquellas mujeres que quieren ser lideresas y que tienen mucha esperanza en nosotras que somos ahora autoridades.

¿Cómo se puede incidir en las políticas públicas para lograr una planificación que contemple las necesidades y contextos de los pueblos indígenas?

Se debe valorar mucho que nos tomen en cuenta a los pueblos indígenas, nuestras necesidades y propuestas. Al momento de tomar determinaciones, por ejemplo, cuando se hace el POA cada año, si nos invitan como organizaciones, como pueblos indígenas y nos hacen parte activa de estas determinaciones, seguramente los proyectos o programas que vengan a futuro tendrán una buena acogida porque han tomado en cuenta las necesidades del pueblo.

Tendría que haber regularmente reuniones comunales regionales en las que salgan, desde los pueblos, las necesidades específicas.

Con una buena programación y un buen plan de trabajo, lograremos que los pueblos indígenas tengan proyectos que le lleven a desarrollarse.

Por otro lado, en la sociedad todavía se ve un racismo hacia los pueblos indígenas. Si no conseguimos que la población entienda que nosotros, los pueblos indígenas somos parte activa de la sociedad y que también formamos parte de la toma de decisiones, esto no va a cambiar. Primero debemos concientizarnos entre todos y visibilizar que tenemos el derecho de poder estar en estos espacios de toma de decisiones.

¿Cuál es el trabajo que le gustaría encarar en un futuro para beneficiar a las mujeres indígenas de Bolivia?

Me gustaría trabajar más de cerca con ONU Mujeres, desde mi municipio, el tema de empoderamiento económico a partir de las artesanías que estamos realizando las mujeres en Tarija.

Las compañeras ya tienen un centro artesanal en el que realizan su trabajo, sin embargo, se necesita la capacitación para fortalecer este ámbito.

Me gustaría que coordinemos el tema de los huertos familiares para contribuir a la alimentación saludable y empoderar a las mujeres y niñas en todo sentido.

En mi municipio, las mujeres son protagonistas en el tema de la alimentación y serían grandes aliadas para promover el consumo de alimentos de hortalizas.

Esas son dos áreas que me gustaría desarrollar con ONU Mujeres y que fortalecería la incidencia política desde donde estoy, a favor de las mujeres.