Declaración de ONU Mujeres sobre el Día Internacional de las Mujeres Rurales

Las mujeres rurales cultivan alimentos de calidad para todas las personas

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Foto: ONU Mujeres/Jerónimo Villarreal.

En todo el mundo, los sistemas alimentarios dependen del trabajo diario de las mujeres rurales. Ellas desempeñan una serie de funciones esenciales, desde la producción de cultivos y el procesamiento de sus cosechas, hasta la preparación de los alimentos y la distribución de sus productos, asegurando que tanto sus familias como sus comunidades se nutran. Sin embargo, paradójicamente, esas mismas mujeres suelen tener menos acceso a los alimentos y un mayor riesgo de padecer hambre, malnutrición, desnutrición e inseguridad alimentaria que sus homólogos masculinos. Las razones de esta desconexión de su derecho a la alimentación incluyen las relaciones desiguales de poder y las normas discriminatorias de género, por ejemplo, que hacen que las mujeres sean las últimas en comer y las que menos comen en el hogar, así como su desproporcionada responsabilidad en el cuidado no remunerado y el trabajo doméstico.

A pesar de la capacidad del planeta para proporcionar suficientes alimentos de calidad para todos, un número cada vez mayor de personas no puede satisfacer sus necesidades de alimentación y nutrición. Esto es especialmente cierto tras la escalada de la crisis climática y medioambiental, agravada por la pandemia de COVID-19 que ha interrumpido los programas de alimentación en las escuelas, ha interrumpido las cadenas de suministro y ha perturbado gravemente los medios de vida de los pequeños productores, los trabajadores migrantes y estacionales y los vendedores locales de alimentos. En 2020, unos 2.370 millones de personas no tenían acceso a una alimentación adecuada. Esto supone un aumento de casi el 20% en tan solo un año, en el que las más afectadas volvieron a ser las mujeres y las niñas de las zonas rurales.

El Secretario General de las Naciones Unidas ha pedido una transformación de nuestros sistemas alimentarios para garantizar que todas las personas tengan acceso a dietas saludables que contribuyan a la restauración de la naturaleza, aborden el cambio climático y se adapten a las circunstancias locales. Reconstruir el resquebrajado sistema alimentario mundial y apoyar la producción de cultivos alimentarios diversos y saludables para los mercados locales, nacionales y regionales también forma parte del nuevo Plan Feminista para la Sostenibilidad y la Justicia Social de ONU Mujeres. El Plan Feminista pide que se refuercen las alianzas entre los gobiernos y la sociedad civil para ampliar la agroecología con perspectiva de género, una alternativa a la agricultura industrial que ha demostrado ser beneficiosa para las agricultoras a pequeña escala, y que apoya la seguridad alimentaria y protege la valiosa biodiversidad y los ecosistemas.

ONU Mujeres seguirá apoyando los programas que empoderan a las mujeres rurales, al tiempo que mejoran las comunidades y nuestro planeta. El Programa Conjunto para el Empoderamiento Económico de las Mujeres Rurales que implementamos con la FAO, el FIDA y el PMA ha llegado a 80.000 mujeres rurales en Etiopía, Guatemala, Kirguistán, Liberia, Nepal, Níger y Ruanda. Ha aplicado enfoques integrados para apoyar los medios de vida de las mujeres rurales abordando las normas sociales discriminatorias y el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, junto con el aumento de la productividad agrícola, lo que ha llevado a una mayor seguridad alimentaria y una mejor nutrición. En Senegal, ONU Mujeres trabaja con REFAN, la Red de Mujeres Productoras de Arroz del Norte, para apoyar a las mujeres rurales a lo largo de la cadena de valor del arroz, algo que es clave no sólo para los medios de vida y el acceso a los alimentos y la nutrición, sino para reducir la dependencia de los combustibles fósiles en un esfuerzo por combatir el cambio climático.

Este Día Internacional de las Mujeres Rurales nos ofrece una nueva oportunidad de comprometernos con una forma diferente de organizar nuestro mundo, de basarnos en la visión del Plan Feminista y en los resultados y compromisos de las múltiples partes interesadas de la reciente Cumbre del Sistema Alimentario de las Naciones Unidas, para que las mujeres rurales se beneficien por igual de su productividad, con una buena alimentación de la que todos podamos disfrutar.