Economía circular y compras con enfoque de género para una vida más sostenible e igualitaria

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Foto: Juan Salvador Politti

Sin igualdad de género, no puede haber un mañana sostenible. Las mujeres son más vulnerables a los impactos del cambio climático y los desastres naturales que los hombres, ya que registran mayores niveles de pobreza y son más dependientes de los recursos que están bajo amenaza. 

Al mismo tiempo, las mujeres y las niñas están liderando gran parte de los esfuerzos para construir una economía más sostenible e igualitaria. Con el apoyo del sector empresarial y del tercer sector, ONU Mujeres apoyó una iniciativa con impacto social, ambiental y económico que incentivó la inclusión laboral de mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica, una gestión menstrual sostenible y las compras con perspectiva de género. 

El alto costo de menstruar y su impacto económico en los hogares 

Junto con los impuestos aplicados, el alto precio de menstruar impide a niñas y mujeres gestionar sus períodos de forma segura y debilita las economías de los hogares, especialmente en aquellos donde los ingresos son menores. 

Según estimaciones de la Dirección de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de Argentina (2022), el costo anual de menstruar en el país se encuentra entre $4.028 y $5.135, dependiendo de si se utilizan toallitas o tampones. Por ejemplo, gestionar la menstruación con toallitas durante un año equivale al 70% de una cuota mensual de la Asignación Universal por Hijo (AUH) o al 38% de una Canasta Básica Alimentaria. 

ONU Mujeres recomienda el acceso a productos sanitarios sostenibles, asequibles y exentos de impuestos; mayor acceso a instalaciones de saneamiento y de la gestión de la higiente menstrual; mejores políticas en los centros de trabajo; y mayor acceso a la información y educación para ayudar a romper el silencio y a acabar con el estigma y los tabúes que rodean a la menstruación. 

En este contexto, el programa Una victoria lleva a la otra (UVLO), una iniciativa de ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional, promovió el acceso gratuito de productos de gestión menstrual reutilizables a jóvenes y mujeres. “ONU Mujeres entregó 1.500 kits menstruales -que consistían en 3 toallitas diurnas y 1 toallita nocturna cada uno- a adolescentes y mujeres de barrios populares de Ciudad de Buenos Aires”, afirma Lisa Solmirano, coordinadora de UVLO en Argentina. 

La entrega de estos productos fue posible gracias a un proceso de compra a un emprendimiento de mujeres. “Es muy gratificante contar con el apoyo de ONU Mujeres para acercar alternativas de gestión menstrual a adolescentes y saber que tuvieron el acompañamiento y asesoramiento adecuado”, comenta Carolina Zotta, emprendedora y creadora de Viva la copita, una empresa que promueve una gestión menstrual sostenible en términos ambientales.  

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Foto: Evelyn Flores / Fundación Mediapila

Economía circular para reducir el impacto ambiental 

Los artículos descartables tienen un impacto negativo para el medio ambiente. Según la ONG Banco de Bosques, las más de 12 millones de mujeres y personas en edad menstrual en Argentina producirían por año más de 132.000 toneladas de basura no reciclable ni biodegradable. “Las industrias textil y menstrual son altamente contaminantes y tienen un alto impacto para el medio ambiente”, apunta la emprendedora Carolina Zoota. 

“Dado el momento de crisis ecosistémica que atravesamos, necesitamos productos para gestionar el sangrado de forma sana y que estén alineados con el cuidado ambiental. Mientras las copas menstruales pueden durar 10 años y las toallitas de tela 3 o 4 años, cada artículo descartable que usamos para 3, 4 o 6 horas, luego tiene un impacto de 500 años hasta que se degrada el plástico. Es algo totalmente contrario a reutilizar retazos textiles para la fabricación de toallitas” agrega Carolina. 

Según ONU Mujeres, las compras con perspectiva de género contribuyen a una recuperación económica sostenible e inclusiva. En el marco de la licitación para la elaboración de los kits menstruales para el programa UVLO, ONU Mujeres vinculó a las emprendedoras con Arredo, empresa argentina adherida a los Principios de Empoderamiento de las Mujeres (WEPs) que confecciona productos para el hogar, quien ofreció la donación de telas de descarte para ser reutilizadas en estos productos. “Esta oportunidad que surgió por parte de ONU Mujeres al ponernos en contacto con Arredo fue el puente que posibilitó que este proyecto de economia circular se haga realidad” enfatiza Carolina. 

Arredo fue reconocida por ONU Mujeres con el Premio Oro del Premio WEPs Argentina “Empresas por Ellas” 2020 en la categoría de medianas empresas por la implementación de políticas de género y de prevención de violencias y su trabajo con la comunidad.  

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Foto: Evelyn Flores / Fundación Mediapila

Inclusión laboral de mujeres en situación de vulnerabilidad social y económica  

Para promover la autonomía económica de las mujeres y cerrar las brechas económicas, Arredo inició una colaboración con Mediapila en 2018, que terminó convirtiéndose en un programa más amplio centrado en la creación de puestos de trabajo y la inclusión laboral a través de su cooperativa. 

Además de producir de forma responsable, Mediapila apoya a mujeres que necesitan un oficio y encontrar una salida laboral. “Las mujeres no están en igualdad de oportunidades y sufren diferentes tipos de violencias. Muchas no tienen oportunidad de terminar la escuela y capacitarse” sostiene Micaela Kordován, responsable de comunicación de Fundación Mediapila.  

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Foto: Evelyn Flores / Fundación Mediapila

La mayoría de las mujeres que acuden a esta organización sin ánimo de lucro son cabezas de familia con dificultades para incoporarse al mercado laboral. “Ofrecemos capacitaciones sobre costura industrial, desarrollo personal, emprendedurismo, oratoria, género o crianza. Este 2022 buscamos que se reciban 300 mujeres”, agrega Micaela. 

En este contexto, es evidente que iniciativas de triple impacto como la iniciada por ONU Mujeres junto al sector empresarial y el tercer sector, favorecen la participación laboral de las mujeres y emprendedoras, quienes asumen un rol crucial a la hora de alentar un crecimiento inclusivo y sostenible.