Milena D’Atri: “La prevención de la violencia en línea requiere un enfoque interseccional y multidimensional”

¿Cuáles son las brechas de género a las que se enfrentan las niñas y las jóvenes para incorporarse al campo de la ciencia de datos? 

Hay pocas mujeres y diversidades en el campo de la ciencia de datos. Además, hay que tener en cuenta que la brecha es mayor para mujeres de los niveles socioeconómicos más bajos, de ámbitos rurales, indígenas y afrodescendientes. Esto tiene efectos negativos, por un lado, la construcción de una percepción errónea de que la ciencia de datos es un campo exclusivamente masculino, y, por otro lado, la falta de perspectiva de género en el diseño y desarrollo de productos -por ejemplo, en el hecho de que las voces de las asistentes virtuales sean siempre de mujeres-. También existen prejuicios raciales profundos en el reconocimiento facial, ya que el software funciona un 40% peor en las mujeres negras jóvenes que en los varones blancos. Estos ejemplos ayudan a ilustrar cómo la ​falta de diversidad en el campo, así como la ​discriminación y los sesgos impactan en el desarrollo de las tecnologías.  

¿Cómo afectan los sesgos de género en el trabajo, la educación y a nivel social en la inserción y permanencia de las mujeres y diversidades en la industria? 

Existen sesgos de género en la contratación al asociar habilidades necesarias para el trabajo en la ciencia de datos con características ​asociadas a lo ​“masculin​o​”. Además, las modalidades de trabajo en startups, con altas demandas horarias, pueden ser incompatibles con las tareas domésticas y de cuidado, que mayoritariamente son realizadas por mujeres. También, los ambientes marcadamente masculinos pueden ser más propicios a situaciones de violencia y acoso, y dificultar la prevención y denuncia de estas. Muchas mujeres abandonan la industria o se insertan en los sectores más “sociales” de las empresas de tecnología. Asimismo, las creencias y expectativas de familias y docentes impactan en las elecciones de carrera de las jóvenes.  

¿Por qué es importante acceder a datos y estadísticas confiables para impulsar políticas públicas con perspectiva de género? 

Los datos y estadísticas confiables permiten identificar desigualdades y brechas de género en diferentes ámbitos, como la educación, la salud, la participación política, la economía, entre otros; monitorear el progreso y la efectividad de las políticas; establecer argumentos sólidos para apoyar políticas y programas, así como para conseguir financiamiento, promover la transparencia en los algoritmos y conocer qué variables usan para tomar decisiones, en qué circunstancias, con qué fin y con qué datos permite detectar y prevenir sesgos.  

¿Cuáles son las agresiones y ataques online más frecuentes hacia las mujeres con voz pública? 

La violencia en línea puede causar estrés, ansiedad y depresión, afectando la salud mental de las mujeres, particularmente de las jóvenes. En los casos extremos puede traducirse en ataques físicos por parte de los agresores. También genera pérdida de confianza y autoestima; puede afectar la capacidad para establecer y mantener relaciones saludables con sus amistades y familiares, y generar que las mujeres elijan cambiar el contenido de sus posts en redes sociales o incluso dejar de participar del todo. En definitiva, estos impactos tienen un efecto concreto en cómo las mujeres se comportan en las redes, coartando su autonomía y libertad online. En última instancia, tiene un impacto cultural profundo, ya que el mundo digital es, hoy en día, una de las principales arenas de debate político, limitando así la participación democrática de las mujeres. 

¿Cómo afecta la violencia en línea a las jóvenes y qué estrategias se deberían implementar? 

La prevención de la violencia en línea requiere un enfoque multifacético que abord​e​ la educación, la prevención, la intervención y el cambio cultural. En primer lugar, es importante educar a jóvenes sobre cómo identificarla y actuar en caso de que suceda, y también a las familias y docentes sobre la importancia de cómo construir comportamientos autónomos, responsables y libres de violencia.  

En segundo lugar, las plataformas en línea deben implementar políticas y herramientas de prevención como filtros de contenido, sistemas de denuncia y capacitación para moderadores/as, y contar con protocolos y políticas de actuación.  

En tercer lugar, es importante que las víctimas reciban el apoyo de servicios de asesoramiento y apoyo emocional, y herramientas para denunciar el comportamiento violento y obtener ayuda de las autoridades pertinentes. Por último, hay un desafío para abordar los estereotipos de género y los prejuicios que pueden contribuir a la violencia en línea.  

¿Cuál debería ser el rol del Estado en la regulación de las redes sociales y la prevención de las agresiones en línea? 

El Estado debe tener una legislación adecuada que proteja a las personas de la violencia en línea. Esto puede incluir leyes de seguridad online y la categorización de la violencia online como una forma de violencia de género, en conformidad con los estándares de derechos humanos internacionales.  

También debe invertir en el cumplimiento de la legislación existente y la construcción de capacidad en actores relevantes, así como en servicios para víctimas de violencia online. Además, debe regular y trabajar con las empresas dueñas de redes sociales para compartir públicamente información y datos relevantes acerca de la naturaleza y cantidad de agresiones detectadas, así como los mecanismos utilizados para responder a estas, y promover la creación de políticas claras para el uso de las redes sociales.  

Las plataformas de redes sociales también pueden colaborar con el Estado en la identificación y eliminación de contenido inapropiado, y promover la educación sobre el uso seguro y responsable de las redes sociales, en conjunto con el sector privado, la sociedad civil y otros actores relevantes como por ejemplo los y las jóvenes, con campañas de concientización para educar a las personas sobre los riesgos de la violencia en línea y cómo protegerse.