Hilen Karina Segovia Cruz: “Nuestra misión es clara: crear conciencia y fomentar la acción para proteger el mundo que compartimos con tantos seres vivos”

Este año, el Día Mundial de la Libertad de Prensa se centra en el periodismo ante la crisis medioambiental. ¿Qué perderíamos si los periodistas no pudieran cubrir con seguridad las cuestiones medioambientales?

Sin el periodismo medioambiental seguro, activo e independiente y libre, como Revista Nómadas, perderíamos la capacidad de comprender la magnitud de la crisis medioambiental, la posibilidad de responsabilizar a los responsables y la conexión necesaria entre la ciencia, la sociedad y el activismo. Es fundamental proteger y apoyar a los periodistas para garantizar que estas cuestiones reciban la atención que merecen y que podamos avanzar hacia un futuro más sostenible.

¿Qué te inspiró para ser periodista?

La motivación para embarcarme en el campo del fotoperiodismo provino de mi profundo amor por la naturaleza y mi creciente preocupación por la destrucción de los bosques, un problema alimentado por la intervención humana. El fotoperiodismo me ofrece una ventana única para capturar y compartir estas realidades; mediante el lente de una cámara y de un dron, puedo mostrar tanto lo positivo como lo negativo, lo bello y lo devastador.

A través de mis fotografías, busco contar historias que resuenen en la conciencia colectiva y destaquen las consecuencias del impacto humano en el medio ambiente. Mi objetivo es generar conciencia y promover cambios significativos al brindar a las personas una visión directa de las maravillas de la naturaleza y, al mismo tiempo, de las huellas que dejamos a nuestro paso. El fotoperiodismo no es solo una profesión para mí; es una plataforma para dar voz a las historias que necesitan ser contadas.

¿Siempre has cubierto temas medioambientales y por qué te centras en el periodismo medioambiental y en temas indígenas?

Siempre he sentido una profunda sensibilidad hacia la naturaleza y todos los seres vivos que la habitan. Este sentimiento fue el motivo para la creación de revista Nómadas que fundé junto a mi esposo, Roberto Navia, con el objetivo de hacer escuchar las voces que claman por un planeta más sano y equilibrado.

Estamos convencidos de que el estado de la naturaleza está relacionado a todos los aspectos de la vida humana. Cuando la salud del planeta se deteriora, también lo hacen la economía, la

política y, lo más importante, el bienestar de las personas. A través de Nómadas, buscamos conectar a nuestra audiencia con las realidades de los entornos naturales y sensibilizar sobre las consecuencias de su degradación. Nuestra misión es clara: crear conciencia y fomentar la acción para proteger el mundo que compartimos con tantos seres vivos.

¿Cuáles son algunos de los retos medioambientales actuales que has cubierto y cómo has visto que afectan a las mujeres de manera diferente? ¿Puedes darnos algún ejemplo?

He cubierto el tema de una empresa minera que tenía la aprobación, para entrar al área protegida AMNI San Matías, la Amazonía, Los pueblos Guarasu’we y Pacahuaras, Parque Noel Kempk Mercado, Avasallamientos en el Bajo Paraguá, las defensoras de Tariquía, entre otros.

Las mujeres juegan un papel crucial. Son el pilar fundamental de la economía local, responsables de la alimentación, la salud y el bienestar de sus hijos. Muchas de ellas también son líderes y caciques, y asumen roles de liderazgo en sus comunidades. Sin embargo, son ellas, junto con los niños y las mujeres embarazadas, las más vulnerables y las que más sufren por la contaminación generada por la minería, la deforestación, la crisis del agua, entre otros.

¿Por qué es importante cubrir las perspectivas de las mujeres en cuestiones medioambientales?

Es fundamental destacar la voz de las mujeres en las comunidades, ya que, en la mayoría de los casos, su presencia en los medios de comunicación es limitada o inexistente. Por esta razón, resulta esencial llegar hasta ellas, escucharlas y ofrecerles una plataforma donde puedan contar sus historias y expresar las necesidades que enfrentan diariamente.

A través del periodismo tenemos la oportunidad de amplificar sus voces y de conectarlas con un público más amplio. Al hacerlo, no solo reconocemos su contribución, sino que también ayudamos a promover la equidad y la justicia en los medios, permitiendo que las historias de estas mujeres influyan en el discurso público y, en última instancia, en las políticas que afectan sus vidas y las de sus comunidades.

¿Cuáles son los principales retos a los que te enfrentas como mujer periodista?

Como mujer periodista me enfrento a varios retos que están profundamente arraigados en estructuras sociales y profesionales. Es más difícil para una mujer ir sola a ciertos lugares a realizar coberturas, además; el riesgo de acoso y violencia es mayor para las mujeres. Muchas mujeres han sufrido amenazas, acoso sexual y ataques físicos, además de insultos e intimidaciones.

También conciliar la vida laboral y personal es un desafío adicional para las mujeres periodistas, especialmente en entornos que no ofrecen un apoyo adecuado para la maternidad o la conciliación familiar.

¿Cuáles son, en tu caso, algunos de los retos a los que te enfrentas como mujer periodista que cubre temas medioambientales y cuáles son las ventajas?

Como mujer periodista que cubre temas medioambientales, me enfrento a varios retos como la violencia, acoso y acceso a ciertos lugares para obtener información en campo, sobre todo sentirse segura a la hora de realizar nuestro trabajo en las expediciones.

Las ventajas son la mirada femenina, sensibilidad, la empatía y conexión.

Mi experiencia como mujer me permite conectar de manera más empática con las comunidades y las personas afectadas por problemas medioambientales. Esto puede abrir puertas y facilitar historias que otros no logran contar.

¿Qué grado de prevalencia tienen las amenazas o el acoso a mujeres periodistas en su contexto? ¿Te has enfrentado personalmente a acoso o amenazas? ¿Puedes contarnos más sobre esa experiencia?

Las mujeres periodistas enfrentan altos niveles de acoso, que pueden incluir comentarios ofensivos, amenazas de violencia física o sexual y campañas de desinformación dirigidas a desacreditarlas o intimidarlas. En el mundo físico, las amenazas también pueden provenir de fuentes que buscan silenciar su trabajo, especialmente cuando investigan temas sensibles como corrupción, crimen organizado o medio ambiente.

Personalmente, no he sufrido acoso o amenazas, pero sí he enfrentado insultos e intimidaciones por parte de un minero.

¿Qué haría que las periodistas medioambientales se sintieran más seguras y pudieran hacer su trabajo?

Para que las periodistas medioambientales se sientan más seguras y puedan hacer su trabajo de manera más tranquila y efectiva, se requiere, protección legal y respaldo institucional por parte de sus medios de comunicación y organizaciones de periodismo; formación en seguridad para protegerse en entornos peligrosos y conflictivos; fortalecimiento del apoyo emocional y psicológico, el acceso a servicios de apoyo psicológico y consejería puede ser una herramienta vital para ayudar a las periodistas a manejar el estrés y mantenerse firmes. Visibilidad, es muy importante, cuanto más visible sea el trabajo que realizan las mujeres periodistas, esto será un escudo de protección ante las amenazas que pueda recibir.

¿Cuál es la importancia del periodismo medioambiental hoy en día, frente a la desinformación y los ataques contra la ciencia?

El periodismo medioambiental es muy importante, más aún en estos tiempos donde reina la desinformación y los ataques contra la ciencia que proliferan en el mundo actual es alto. Este tipo de periodismo cumple un papel fundamental al ofrecer información precisa, basada en evidencia y esto a su vez convertirlas en historias para para sensibilizar y entender el daño enorme que le estamos haciendo a nuestro planeta.

¿Cuál ha sido el reportaje más difícil que has cubierto hasta la fecha, y por qué? ¿Cuál es tu reportaje favorito en el que has trabajado y por qué?

Los avasallamientos e incendios son los más difíciles porque se trabaja con mucha inseguridad y dolor al ver como se destruye nuestra casa verde.

El favorito fue entrar a la Amazonía, trabajar en el reportaje “La Amazonia Invisible de Bolivia”, porque tuve la oportunidad de caminar y admirar la belleza de la selva con su propio lenguaje y sonidos. También compartir con comunarios y convivir con comunidades indígenas, conocer su cosmovisión, su intimidad familiar, y aprender un poquito de su idioma.

¿Algo más que quieras añadir, por ejemplo, qué te gustaría trabajar con ONU Mujeres o qué retos debería asumirse con las y los periodistas?

Existen muchas historias, me gustaría trabajar con ONU Mujeres, por ejemplo, la contaminación que generan las mineras, la crisis del agua, los efectos de la deforestación y en temas positivos producción sostenibles de los frutos silvestres y plantas medicinales que son dirigidos principalmente por mujeres.